Dirección
No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946
No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959
No figura en el Diccionario filosófico · 1965
Diccionario de filosofía · 1984:121-122
Dirección
Función de los sistemas organizados (biológicos, técnicos, sociales)
que asegura el mantenimiento de su estructura y del régimen de
actividad, la realización de su programa, fin. La dirección social es
una influencia consciente sobre la sociedad con el fin de ordenar,
mantener, perfeccionar y desarrollar su especificidad. Está
condicionada por la naturaleza sistémica de la sociedad, el carácter
social del trabajo y la necesidad de que los hombres se
intercomuniquen en su actividad vital, en el proceso de intercambio de
productos de la actividad material y espiritual. La dirección como
sistema supone la existencia de subsistemas: organización de las
relaciones entre los elementos del sistema; régimen de su
funcionamiento como conjunto de determinados mecanismos que actúan
bajo cierto control conforme a determinadas normas; el desarrollo con
arreglo a un programa que persigue un fin concreto. Las etapas
principales del proceso de dirección son: recolecta y tratamiento de
la información; su análisis, diagnóstico y pronóstico, sistematización
(síntesis) y presuposición del fin sobre esta base; formulación de la
decisión encaminada a conseguir el fin; especificación consecuente de
la decisión general mediante la planificación, programación,
proyección y formulación de las decisiones administrativas concretas
(particulares); organización de la actividad para cumplir la decisión;
control de esta actividad (incluyendo la selección y distribución del
personal); recolecta y tratamiento de la información sobre los
resultados de esta actividad, y un nuevo ciclo de este proceso,
idealmente ininterrumpido. En la práctica se registran dos tipos de
dirección social: el espontáneo y el consciente (planificado). En el
primer caso influye sobre la sociedad la interacción de las diversas
fuerzas sociales (mercado, tradiciones, costumbres, etc.), mientras
que el otro supone la existencia de organismos especiales de dirección
que funcionan con arreglo a un programa dado. La sociedad socialista
se caracteriza por la dirección científica y planificada de los
procesos sociales, que prevé el conocimiento activo de las
regularidades de su desarrollo y la confección del programa
correspondiente de actividad orientado a cumplir una tarea concreta.
En el socialismo la dirección social se realiza sobre la base de los
principios del centralismo democrático y se transforma gradualmente en
autogestión social comunista. De la dirección social se discriminan,
como sus sectores específicos, la dirección estatal, la dirección de
la producción, la dirección en la técnica, etc.