3-Guerra

Guerra

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

Diccionario filosófico abreviado · 1959:223-224

Guerra

Lucha armada entre estados o clases por la realización de sus fines
económicos y políticos, continuación de la política por medio de la
violencia.

El marxismo-leninismo rechaza la interpretación burguesa de la guerra
como fenómeno eterno, inmanente a la naturaleza misma del hombre y de
la sociedad humana, demuestra que esta interpretación es dictada por
los intereses egoístas de los explotadores, que aspiran a nuevas
guerras de conquistas. En realidad, la guerra es un fenómeno
histórico-social, surgido en una etapa determinada del desarrollo de
la sociedad humana y vinculado a condiciones de la vida social
transitorias y pasajeras. Con la aparición de la propiedad privada,
las clases y el Estado surgió la necesidad de destacamentos especiales
de hombres armados, es decir, del ejército. La guerra se convirtió en
un medio de la conquista de tierras ajenas y de la subyugación de los
pueblos más débiles.

En base al estudio de la historia de las guerras, particularmente de
las guerras de la época imperialista, Lenin llegó a la clasificación
científica de las guerras. La teoría marxista-leninista parte del
hecho de que hay dos tipos de guerras: las guerras justas, que no
persiguen fines de conquista, liberadoras, y las guerras injustas, de
conquista. Los objetivos de las guerras justas son: la defensa del
país contra una agresión exterior, la liberación del pueblo de la
esclavitud capitalista, la liberación de las colonias y países
dependientes del yugo imperialista. Las guerras injustas persiguen el
fin de la conquista y subyugación de países ajenos y de pueblos
ajenos.

La fuente principal de las guerras contemporáneas radica en el sistema
capitalista de economía y en las irreconciliables contradicciones
internas que le son inherentes. Estas contradicciones aumentan,
particularmente, en la época del imperialismo, cuando se agudiza
extraordinariamente la lucha de los estados imperialistas por los
mercados y fuentes de materias primas, por las esferas de inversión de
capitales, por el dominio mundial.

Con la liquidación del capitalismo y la victoria del socialismo
desaparecen las premisas económicas que originan las guerras. Pero
esto no significa que no hay posibilidad de evitar una nueva guerra
mundial, hasta tanto el socialismo no haya triunfado en el mundo
entero. Después de la segunda guerra mundial se ha formado una fuerza
política y social que dispone de medios poderosos para no permitir el
estallido de una nueva guerra imperialista.

Esta fuerza está representada por el campo socialista, el movimiento
obrero de los países capitalistas, así como por los estados que se
pronuncian contra la guerra. La política de paz de la U.R.S.S. y
otros países socialistas, que emana de las bases mismas del régimen
socialista, parte de la posibilidad de la coexistencia y emulación
pacíficas entre los sistemas socialista y capitalista, por un largo
período.

Diccionario filosófico · 1965:206-207

Guerra

Manera de llevar a cabo una política de clase aplicando los métodos de
la lucha armada. La explicación científica de la guerra se debe al
marxismo. Marx y Engels refutaron la tesis de que la guerra es eterna
y no se puede eliminar, demostraron que la guerra está condicionada
por el predominio de la propiedad privada, por la política de las
clases explotadoras. El marxismo-leninismo distingue dos tipos de
guerra. Las guerras injustas, que se emprenden para mantener la
política de las clases explotadoras, para aumentar su dominio y
riquezas. Las guerras justas, que tienden a liberar al pueble de la
opresión de clase y nacional. En la época imperialista, surgen
guerras mundiales, lo cual se debe a la formación del sistema mundial
de economía capitalista, al afán de la burguesía de conquistar
mercados y colonias. Las guerras siempre han sido odiadas por las
masas de los pueblos, pero únicamente con el establecimiento del
primer Estado socialista de la historia, se ha opuesto a las fuerzas
de la guerra una fuerza de la paz organizada. Como única alternativa
sensata a la guerra elaboró Lenin los principios de la coexistencia
pacífica. Aunque después de la Gran Revolución Socialista de Octubre
el imperialismo dejó de ser un sistema social único, del cual dependía
sin control el destino del mundo, la guerra mundial seguía siendo
inevitable, dado que tanto en el sentido económico como en el militar
el imperialismo era más fuerte que la U.R.S.S. Al transformarse el
socialismo en un sistema mundial, y al modificarse radicalmente la
correlación mundial de fuerzas en favor del socialismo, la guerra ha
dejado de ser fatalmente inevitable, como se ha subrayado en las
resoluciones del XX Congreso del P. C. de la Unión Soviética. El
problema de la guerra y la paz es el problema capital de nuestro
tiempo; en la época de la técnica de los cohetes y de las armas
termonucleares, es un problema de vida o muerte para centenares de
millones de personas. El proletariado, la humanidad progresiva,
condenan todas las guerras en general, excepción hecha de la guerra
justa de liberación y defensiva que se ve obligado a sostener un
pueblo víctima de una agresión. La Unión Soviética ha presentado un
programa amplio y real para conservar y consolidar la paz en el mundo,
y en él inspira su política exterior. La superioridad cada vez mayor
de las fuerzas del socialismo sobre las fuerzas del imperialismo, de
las fuerzas de la paz sobre las fuerzas de la guerra, es una garantía
de que antes ya de la plena victoria del socialismo en todo el orbe,
la guerra mundial como recurso para solucionar los problemas en
litigio desaparecerá de la vida de la sociedad. La misión histórica
del comunismo estriba en aniquilar la guerra y afirmar la paz perpetua
en la Tierra.

Diccionario de filosofía · 1984:198

Guerra

Lucha armada organizada entre Estados (o clases), que por su esencia
sociopolítica es la continuación de la política de estos Estados
(clases) con medios de la violencia armada. El marxismo dio la
explicación científica de la guerra. Marx y Engels refutaron la tesis
sobre la eternidad de las guerras y la imposibilidad de suprimirlas,
mostrando que las guerras son propias de las sociedades divididas en
clases antagónicas y están condicionadas por la dominación de la
propiedad privada y la política de las clases explotadoras. El
marxismo-leninismo distingue dos tipos de guerras. Las guerras
injustas son la continuación de la política de las clases explotadoras
y sirven al fortalecimiento de su dominio y a su enriquecimiento,
impiden el progreso social, defendiendo lo anticuado, lo caduco. Las
guerras justas persiguen el objetivo de liberar al pueblo de la
opresión de clase y nacional. Ahora bien, en su curso la guerra puede
cambiar de carácter: la guerra justa puede convertirse en injusta y
viceversa. La valoración concreta del carácter de la guerra
constituye la base teórica para determinar la actitud de la clase
obrera y de su partido hacia ella. El proletariado y la humanidad
progresista condenan todas las guerras en general, a excepción de la
guerra justa, liberadora y defensiva, que se ve obligado a librar un
pueblo víctima de la agresión. En la época del imperialismo surgen
las guerras mundiales, lo cual se debe a la formación del sistema
económico capitalista mundial y al afán de la burguesía de conquistar
nuevos mercados y colonias. Sólo al surgir el primer Estado
socialista en la historia –la URSS–, a las fuerzas de la guerra se
opuso la fuerza organizada de la paz. Como única alternativa sensata
a la guerra, Lenin formuló el principio de la coexistencia pacífica de
los Estados con diferentes regímenes sociales. Al convertirse el
socialismo en sistema mundial y cambiar radicalmente la correlación
internacional de fuerzas a su favor, la guerra mundial dejó de ser
fatalmente inevitable. La cuestión de la guerra y la paz es el
problema más importante de la actualidad; en la época coheteril y
termonuclear es el problema de la vida o la muerte de toda la
humanidad. La Unión Soviética y otros países socialistas han
presentado un amplio y real programa para preservar y fortalecer la
paz universal y aplican este programa en su política exterior. La
capacidad de las fuerzas adictas a la paz de conjurar una nueva guerra
mundial no significa, empero, que actualmente se descarte toda
posibilidad del surgimiento de la guerra. La naturaleza agresiva del
imperialismo no ha cambiado, por lo cual se mantiene el peligro que
éste representa para la paz, la libertad y la independencia de los
pueblos. Sólo cuando el socialismo triunfe a escala mundial, se
arrancarán definitivamente las raíces sociales y nacionales de las
guerras. La misión histórica del comunismo consiste en eliminar las
guerras y afianzar una paz eterna en la Tierra.

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