BLANQUI, Luis

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959

Diccionario filosófico · 1965:47-48

Louis Auguste Blanqui (1805-1881)

Comunista utópico francés, descollante revolucionario; participó en
las revoluciones de 1830 y 1848, fue condenado dos veces a la pena
capital, pasó en la cárcel casi la mitad de su vida. La ideología de
Blanqui se formó bajo el influjo del materialismo mecanicista, el
ateísmo y el racionalismo del siglo XVIII así como del socialismo
utópico, en particular del babuvismo. Materialista por sus
concepciones filosóficas generales, Blanqui explicaba en un sentido
idealista el progreso histórico por la difusión de la instrucción.
Entendía que el contenido básico de la historia radica en el
movimiento que conduce del individualismo absoluto de los salvajes, a
través de fases distintas, al comunismo, «sociedad futura», «corona de
la civilización». Al mismo tiempo, veía en la historia la lucha de
las fuerzas sociales y criticaba duramente las contradicciones de la
sociedad capitalista. La táctica de conspiraciones propugnada por
Blanqui era errónea y llevaba al fracaso de las acciones organizadas
por sus partidarios. Blanqui no comprendía que el éxito de la
revolución sólo es posible si participan en ella las masas
trabajadoras dirigidas por partidos revolucionarios. El blanquismo
influyó sobre el movimiento revolucionario de otros países, en
particular de Rusia (Populismo). Los clásicos del marxismo-leninismo,
a la vez que estimaban como muy elevados los méritos revolucionarios
de Blanqui, criticaron el blanquismo. El principal trabajo de Blanqui
se titula La crítica social (1885).

Diccionario de filosofía · 1984:45-46

Louis-Auguste Blanqui (1805-1881)

Comunista utópico francés, destacado revolucionario, participante en
las revoluciones de 1830 y de 1848; fue condenado dos veces a la pena
capital, pasó en prisión casi la mitad de su vida. Su concepción del
mundo se formó bajo la influencia de la filosofía iluminista del siglo
18, así como del socialismo utópico, principalmente del babuvismo.
Siendo materialista por sus concepciones filosóficas generales,
Blanqui explicaba de manera idealista que el progreso histórico se
debía a la difusión de la ilustración. Consideraba que el contenido
principal de la historia consiste en el movimiento desde el
individualismo absoluto de los salvajes, a través de una serie de
fases, hasta el comunismo: “sociedad futura” y “corona de la
civilización”. Al mismo tiempo, veía en la historia la lucha de las
fuerzas sociales, criticó acerbamente las contradicciones de la
sociedad capitalista y era partidario de la revolución social. Sin
embargo, la táctica de complots, por él promovida, era errónea y
conducía al fracaso de las acciones organizadas por los blanquistas.
Blanqui no comprendía que el éxito de la revolución era posible sólo a
condición de que participaran en ella las masas trabajadoras
encabezadas por un partido revolucionario. El blanquismo influyó
sobre el movimiento revolucionario de otros países, en particular, de
Rusia (Populismo). Valorando altamente los méritos revolucionarios de
Blanqui, los clásicos del marxismo-leninismo sometieron a crítica el
blanquismo. La principal obra de Blanqui se titula La crítica social
(1885).

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