CHERNISHEVSKI, Nikolái Gavrílovich

CHERNISHEVSKI, NIKOLÁI GAVRÍLOVICH (1828-1889):

Contenido

DEP-BZM

eminente demócrata revolucionario ruso, el economista más notable de
su país antes del período marxista.

Al frente del movimiento democrático — revolucionario de Rusia en la
década de las anos sesenta del siglo pasado, Chernishevski dio
fundamento al programa de la transformación revolucionaria del régimen
de servidumbre feudal.

La implacable crítica de la servidumbre ocupa un lugar preeminente en
los trabajos económicos de Chernishevski (“En torno a las nuevas
condiciones de la vida rural”, “Crítica de las prevenciones
filosóficas contra la posesión comunal”, “En torno a la propiedad
territorial”, serie de artículos titulados “Características de la vida
de los siervos”, la proclama “Saludo de quienes quieren bien a los
campesinos siervos”, etc.). Puso de relieve que el sistema feudal de
servidumbre había perdido su razón de existir porque no aseguraba el
incremento de la productividad del trabajo. Desenmascarando el
carácter feudal de la reforma campesina de 1861, Chernishevski exigía
que se confiscaran las tierras de los grandes terratenientes que se
nacionalizaran y que se cedieran en usufructo a las comunidades
campesinas.

Actuaba como ideólogo de la revolución campesina. Vinculaba a la
comunidad rural su idea del tránsito al socialismo.

Diccionario filosófico marxista · 1946:66-67

Nicolás Gavrilovich Chernishevski (1828-1889)

“Gran sabio y crítico ruso” (Marx), filósofo materialista, socialista
utópico, jefe e inspirador ideológico del movimiento
revolucionario-democrático de la década del 60, el más notable
educador revolucionario ruso. Chernishevski profesaba la “idea de la
revolución campesina, la idea de la lucha de las masas por el
derrocamiento de todos los viejos poderes” (Lenin). Las obras de
Chernishevski que, según palabras de Lenin, “respiran con la lucha de
clases”, educaron toda una generación de revolucionarios. En
filosofía, Chernishevski era un materialista continuador de Feuerbach,
y desenvolvió el llamado principio antropológico en filosofía (ver:
Antropologismo, ”Principio antropológico en Filosofía”).
Chernishevski “es el único ruso verdaderamente grande que desde los
años 50 hasta cerca del 88 ha sabido ponerse a la altura del
materialismo filosófico integral y desechar los ruines embustes de los
neokantistas, positivistas, machistas y demás confusionistas” (Lenin).
La superioridad de Chernishevski, en comparación con Feuerbach,
estriba en su comprensión del valor de la dialéctica hegeliana. Lenin
llamaba por eso a Chernishevski, “el gran hegeliano ruso”.
Chernishevski hizo la tentativa de interpretar de manera materialista
el método dialéctico de Hegel y aplicaba diestramente este método para
fundamentar sus concepciones revolucionarias y socialistas. Sin
embargo, Chernishevski no pudo llegar al materialismo dialéctico del
que estuvo muy cerca, a causa de su incomprensión de la base material
de la sociedad. Aquí se revela el atraso de las condiciones de la
vida rusa de entonces. En el terreno de la teoría del conocimiento,
Chernishevski adoptó posiciones materialistas. Criticaba acerbamente
el agnosticismo de Kant, ridiculizando la teoría que niega la
cognoscibilidad del mundo. Para Chernishevski, la fuente del
conocimiento es el mundo objetivo que obra sobre los órganos de los
sentidos del hombre. La práctica, la experiencia, es el criterio de
la verdad del conocimiento. Los trabajos de Chernishevski en el
terreno de la economía política tienen un gran valor. Según palabras
de Marx, Chernishevski expuso con mano maestra la bancarrota de la
economía política burguesa. Extraordinariamente grandes son también
sus méritos en el campo de la estética y de la crítica literaria. En
su obra Relaciones estéticas entre el arte y la realidad, aplica con
éxito la filosofía materialista a los problemas del arte. En una
serie de artículos de crítica literaria argumenta y defiende la
orientación realista revolucionaria en la literatura artística rusa.
Chernishevski es un formidable escritor, autor de maravillosas obras
artísticas: “¿Qué hacer?”, “Prólogo” y otras. El gobierno zarista
castigó cruelmente a Chernishevski, condenándolo a una muerte civil y
después enviado a trabajos forzados y desterrado a Siberia, donde
permaneció más de 20 años. Los trabajos filosóficos más importantes
de Chernishevski son: Las relaciones estéticas entre el arte y la
realidad, 1855; Bosquejo del período gogoliano de la literatura rusa,
1855-1856; Crítica de los prejuicios filosóficos contra la hacienda
comunal, 1858; “Principio Antropológico en Filosofía” (ver).

Diccionario filosófico abreviado · 1959:110-113

Nikolai Gavrilovich Chernishevski (1828-1889)

Nicolás Chernishevski 1828-1889 Gran demócrata revolucionario ruso,
filósofo materialista, crítico literario y socialista utópico.
Chernishevski fue jefe y animador del movimiento revolucionario
demócrata de la década del cincuenta al sesenta en Rusia y uno de los
predecesores eminentes de los socialdemócratas rusos. Siempre
permaneció fiel a “la idea de la revolución campesina, a la idea de la
lucha de masas por la abolición de todos los viejos poderes” (Lenin,
Obras, Ed. rusa). Sus obras que, según Lenin, están animadas del
espíritu de la lucha de clases, han formado a toda una generación de
revolucionarios rusos.

Desempeñó un papel principal en el desarrollo de la filosofía
materialista rusa. Materialista consecuente, adversario intransigente
del idealismo filosófico, «Chernishevski es el único escritor ruso
verdaderamente grande que ha sabido seguir desde la década del
cincuenta hasta 1888 a la altura del materialismo filosófico
consecuente y desechar los míseros absurdos de los neokantianos, de
los positivistas, de los “machistas” y demás embrollones. Pero
Chernishevski no supo o, más exactamente, no pudo, en razón de las
atrasadas condiciones de la vida rusa, elevarse hasta el materialismo
dialéctico de Marx y de Engels» (Lenin, Materialismo y
empiriocriticismo, p. 405, Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo,
1948). Guiados por él, los materialistas combatían al campo de los
idealistas rusos, que agrupaban a todos los elementos reaccionarios,
enemigos de la liberación del pueblo. Chernishevski criticó con
profundidad el idealismo de Kant (ver), Hegel (ver), Berkeley (ver),
Hume (ver), y de los positivistas, y sus concepciones materialistas
señalan el apogeo de la filosofía materialista anterior a Marx. A
diferencia del antiguo materialismo contemplativo, el materialismo de
Chernishevski revestía un carácter revolucionario y apelaba a la
acción, ajeno por completo a toda actitud contemplativa hacia el mundo
real. Todas sus ideas estaban al servicio de la “gente humilde”, es
decir, de los trabajadores, para liberarlos de la servidumbre y de la
esclavitud capitalista.

Su teoría del conocimiento era rigurosamente materialista. Criticó
vivamente el agnosticismo de Kant y las demás teorías idealistas que
niegan la posibilidad de conocer el mundo. El mundo objetivo que
actúa sobre los órganos de los sentidos, era para él la fuente del
conocimiento. Decía que la práctica es la piedra de toque de toda
teoría. No rechazó, como lo había hecho Feuerbach (ver), la
dialéctica de Hegel, sino que se esforzó en reelaborarla con espíritu
materialista. En diferentes dominios –economía política, historia,
estética, crítica literaria– Chernishevski ofreció magníficos ejemplos
de análisis dialéctico.

Sin embargo, a causa de las condiciones objetivas –las de la
servidumbre, en medio de las cuales le tocó vivir y luchar a
Chernishevski– no se pudo elevar hasta el materialismo dialéctico e
histórico de Marx. Su materialismo no está libre de ciertos defectos.
Él mismo se decía materialista antropológico. Lo que determina la
estrechez del materialismo antropológico, es el considerar al hombre
como una parte de la naturaleza, como un ser biológico o fisiológico,
al margen de su actividad social y económica, en lugar de considerarlo
como un producto de relaciones sociales determinadas. De ahí la
insuficiencia del materialismo antropológico en materia gnoseológica,
su incapacidad de extender el materialismo a la historia de la
sociedad humana, &c. La concepción del mundo de Chernishevski se
resiente de esta estrechez del materialismo antropológico.

No obstante, su democratismo revolucionario le ayudó a vencer
numerosos defectos del materialismo antropológico. En diversos
puntos, Chernishevski se acercó a la concepción materialista de los
fenómenos sociales. Percibía claramente el carácter de clase de la
sociedad en la que vivía, la posición irreductible de los intereses de
clase y la lucha entre las clases como fuerza motriz del desarrollo.
Veía igualmente el vínculo entre la ideología y la conciencia por una
parte, y las condiciones económicas por la otra; subrayaba que los
intereses del pueblo priman en la historia de la sociedad, que las
masas populares son el personaje principal de la historia. “Es
preciso decir”, escribía, “que sólo son inconmovibles las aspiraciones
y las instituciones sostenidas por el pueblo”. Las concepciones
sociológicas de Chernishevski se hallan íntimamente ligadas a su
democratismo revolucionario. Ya se tratara de problemas de filosofía,
de economía política, de estética o de ética, fue antes que nada, un
demócrata revolucionario, un animador de las luchas revolucionarias de
las masas oprimidas contra el zarismo y la servidumbre. Comprendía
perfectamente que sólo la violencia revolucionaria era capaz de
destruir la servidumbre y de abrir los caminos de una vida nueva.
Odiaba con todo su corazón a los liberales que ocultaban bajo frases
grandilocuentes la naturaleza explotadora de la servidumbre y el
capitalismo. Y tuvo el gran mérito de denunciar implacablemente la
esencia contrarrevolucionaria del liberalismo en Rusia y en Europa
Occidental. En la época de la reforma campesina, luchó contra el
servilismo de los liberales respecto a los feudales. Comprendía
perfectamente «toda la estrechez, toda la indigencia de la famosa
“reforma campesina”, todo su carácter feudal» (Lenin, Obras, Ed.
rusa). En su novela Prólogo, Chernishevski creó tipos vivos de
liberales rusos en los cuales, los discursos sobre la “liberación” de
los campesinos están en contradicción con sus actos. Chernishevski y
sus adversarios, los liberales rusos de la época, eran al decir de
Lenin, los representantes de dos corrientes, de dos fuerzas históricas
absolutamente contrarias en la lucha por una Rusia nueva.

Chernishevski se interesaba vivamente por los problemas del Estado.
Comprendía perfectamente el papel que desempeñaba el Estado en las
sociedades feudal y burguesa, la esencia de su “despotismo
desenfrenado”. Por consiguiente, la liberación de los campesinos y de
los demás trabajadores no era posible, según él, a menos que el Poder
pasara a manos del propio pueblo. En ese espíritu educaba a la
juventud rusa de vanguardia; agrupaba a los revolucionarios, les
enseñaba a ser fieles al pueblo hasta el fin. La revista que dirigía,
el Sovremennik, fue la voz de las fuerzas revolucionarias de la Rusia
de la década del cincuenta al sesenta, organizó la lucha
revolucionaria contra la servidumbre y fue el órgano de la revolución
campesina.

Chernishevski soñaba con la realización del socialismo surgido de la
comunidad campesina. No sabía, no podía saber todavía, que el
proletariado era la única fuerza capaz de construir el socialismo.
Pero en su teoría del socialismo, Chernishevski se elevó muy por
encima de los socialistas utópicos de Europa Occidental, y fue el que
se acercó más al socialismo científico. Colocaba todas sus esperanzas
en la revolución. Su socialismo utópico estaba íntimamente ligado a
su democratismo revolucionario. Contrariamente a los utopistas
occidentales, no desdeñaba la política, sino que era un gran político,
un militante revolucionario. Comprendía que el socialismo no podía
ser realizado sino sobre la base de una técnica avanzada, y que sólo
las masas populares podían realizar esa tarea. Sus obras de economía
política son de la mayor importancia. Marx subrayaba que
Chernishevski había probado de mano maestra, como economista «la
quiebra de la Economía “burguesa”» (El Capital, Lib. 1, vol. I).
Lenin consideraba a Chernishevski como un profundo crítico del
capitalismo. Chernishevski denunciaba a los economistas burgueses
vulgares que hacían grandes esfuerzos por disimular y esfumar las
contradicciones del capitalismo, y criticaba sin piedad al economista
vulgar norteamericano Carey que predicaba la “armonía” de los
intereses de clase. La “economía política de los trabajadores”: así
era como Chernishevski designaba a su propio sistema económico, cuya
idea capital era la “fusión de las cualidades del propietario y del
trabajador en una sola persona”. El trabajo, decía, “debe cesar de
ser una mercancía que se vende”. El mayor mérito de su doctrina
económica, a pesar de todo lo que tiene de utópica, es el de haber
proclamado el carácter irreductible de las contradicciones que separan
a los trabajadores de los capitalistas.

Chernishevski legó obras capitales en el dominio de la estética y la
crítica literaria. En su obra Relaciones estéticas entre el arte y la
realidad, critica la concepción idealista hegeliana, y formula los
principios fundamentales del arte realista revolucionario. De igual
modo que las obras de Belinski (ver) y de Dobroliúbov (ver), la
crítica literaria de Chernishevski ha ejercido una enorme influencia
sobre la literatura, la pintura, la música rusas de vanguardia, y ha
conservado toda su actualidad hasta nuestros días. Según
Chernishevski, el arte tiene por función pintar verídicamente la vida
real, interpretarla fielmente y apreciarla en su justo valor,
estigmatizarla cuando fuere necesario. Por lo tanto, exigía de las
obras de arte la crítica de la servidumbre. Además, afirmaba que es
en la vida misma, en su impulso hacia formas sociales nuevas,
superiores, y no en ideales abstractos donde es preciso buscar la
belleza. Por sus principios estéticos, contribuyó al florecimiento
del “realismo crítico” en el arte ruso. Chernishevski llevó a un
grado elevado el papel social del arte. Fue un gran escritor que creó
obras literarias de valor como ¿Qué hacer?, Prólogo, &c.

El gobierno ruso persiguió cruelmente a Chernishevski. Después de
haber sido objeto de degradación cívica, fue deportado a Siberia donde
pasó más de 20 años. Pero ni la prisión ni el exilio doblegaron la
voluntad de este notable pensador y revolucionario. Gran patriota,
firmemente ligado a su pueblo, luchó contra el cosmopolitismo de los
publicistas reaccionarios Babst, Chicherin, Katkov. Odiaba con todo
su corazón a los nacionalistas y a los racistas. Consagró su vida al
servicio de la patria, y la lucha que emprendió por un porvenir mejor
para el pueblo, desempeñó un papel considerable. Principales obras
filosóficas: Relaciones estéticas entre el arte y la realidad (1855),
Ensayo sobre el período gogoliano en la literatura rusa (1855-56),
Crítica de las prevenciones filosóficas contra la propiedad
comunalista (1858), El principio antropológico en filosofía (1860).
Las cartas a sus hijos escritas en 1876-1878 cuando se hallaba
deportado, y otros escritos, contienen igualmente ideas filosóficas
importantes.

Diccionario filosófico · 1965:101-103

Nikolái Gavrílovich Chernishevski (1828-1889)

Demócrata revolucionario ruso, filósofo materialista, crítico y
socialista utópico. Nació en Sarátov, de padre sacerdote. Terminados
sus estudios en la Universidad de Petersburgo (1850). Trabajó de
profesor en el gimnasio de su ciudad. En 1853-62, fue colaborador y
director de la revista «El Contemporáneo» («Sovremiénnik»), En 1862
fue detenido y encerrado en la fortaleza de Petropávlovsk, condenado a
trabajos forzados y a destierro perpetuo en Siberia. En 1883, obtuvo
permiso para residir en Ástrajan y luego para volver a Sarátov, donde
murió. Chernishevski fue el jefe del movimiento democrático
revolucionario de Rusia en la década de 1860 y uno de los predecesores
más destacados de los [102] socialdemócratas rusos; propagó
consecuentemente la «idea de la revolucion campesina, la idea de la
lucha de masas por el derrocamiento de todos los viejos poderes»
(Lenin., t. XVII, pág. 97). Con sus obras (de las que, según
expresión de Lenin se desprende el hálito de la lucha de clases) se
educó una generación entera de revolucionarios rusos.
Ideológicamente, Chernishevski se formó bajo la influencia de las
ideas de Herzen y de Belinski, así como de la filosofía clásica
alemana, sobre todo de Feuerbach. Mas, Chernishevski llegó más allá
que Feuerbach en la comprensión del papel social de la filosofía en
general y en la comprensión del significado de la dialéctica de Hegel
en particular. Chernishevski subordinaba por completo sus
concepciones teóricas a la causa de la lucha de la «gente sencilla» de
los trabajadores, para librarse de la servidumbre de tipo feudal y de
la esclavitud burguesa. En gnoseología, defendía principios
rigurosamente materialistas y criticaba enérgicamente el agnosticismo
(de Kant y otros). Veía la fuente del conocimiento en el mundo
objetivo, que actúa sobre los órganos de los sentidos del hombre.
Confería gran importancia a la práctica, la denominaba piedra de toque
de toda teoría. A diferencia de Feuerbach, intentó reelaborar la
dialéctica de Hegel en un sentido materialista. En varios terrenos
(economía política, historia, estética, crítica de arte) elaboré
espléndidos modelos de análisis dialéctico de cuestiones teóricas y
prácticas. Las condiciones que se desprendían de la realidad de
entonces, el período de la servidumbre en el que Chernishevski tuvo
que vivir y luchar, hicieron que éste no pudiera elevarse hasta el
materialismo de Marx. El materialismo de Chernishevski no se
encuentra libre de varios defectos esenciales (antropologismo,
limitada concepción de la práctica, del proceso del conocimiento,
&c.). Sin embargo, el democratismo revolucionario le ayudó a superar
muchas insuficiencias del antropologismo. En varias cuestiones se
acercó mucho a la explicación materialista de la vida social. Esto se
refleja, ante todo, en su manera de concebir el carácter de clase de
la sociedad de su tiempo, en su reconocimiento de la lucha de clases
como fuerza motriz del desarrollo, &c. Chernishevski vio también el
nexo de la ideología y de la conciencia del hombre con las condiciones
económicas de su vida; subrayaba que, en la historia de la sociedad,
poseen un valor fundamental los intereses de los trabajadores;
consideraba a las masas del pueblo el principal personaje de la
historia. Fue uno de sus méritos el haber puesto al desnudo la
esencia contrarrevolucionaria del liberalismo ruso y de la Europa
occidental. En el período de la reforma campesina, Chernishevski
luchó contra el servilismo de los liberales ante los defensores de las
prerrogativas feudales. Como indicó Lenin, comprendía perfectamente
«toda la estrechez, toda la indigencia de la cacareada «reforma
campesina», todo su carácter feudal» (t. XVII, pág. 96).
Chernishevski soñaba con pasar al socialismo a través de la vieja
comunidad campesina; fue como Herzen, un fundador del populismo. No
sabía y no podía saber aún que únicamente el proletariado es la fuerza
capaz de establecer el socialismo. Sin embargo, entre todos los
utopistas, Chernishevski, con su teoría, fue quien más se acercó al
socialismo científico, pues confiaba en la revolución. El socialismo
utópico de Chernishevski se hallaba estrechamente unido a su
democratismo revolucionario. Chernishevski comprendía que el
socialismo sólo podía establecerse sobre la base de una técnica
desarrollada y que tan sólo a las propias masas les era posible
implantarlo. También fue fecunda la labor de Chernishevski en
economía política. Marx indicó que Chernishevski como economista
había aclarado magistralmente la bancarrota de la economía política
burguesa. La idea básica de su economía política de los trabajadores»
es la de «unificación completa de las cualidades del propietario y del
trabajador en una misma persona». El trabajo, decía, ha de dejar de
ser «una mercancla que se vende». En su obra «Relaciones estéticas
entre el arte y la realidad» (1855), Chernishevski hizo una crítica
profunda de la estética idealista, formuló los principios capitales
del arte realista. Las obras de crítica literaria de Chernishevski,
como los trabajos de Belinski y de Dobroliúbov, han ejercido una
enorme influencia sobre el desarrollo de la literatura, de la pintura
y de la música rusas de vanguardia, han conservado su valor hasta en
nuestro días. Chernishevski fue un gran escritor, al que pertenecen
obras literarias como «¿Qué hacer?» (1863), «Prólogo» (186769) y
otras. Obras principales: «Ensayos sobre el período gogoliano de la
literatura rusa» (1855-56), «Crítica de las prevenciones filosóficas
contra la propiedad comunal» (1858), «El principio antropológico en
filosofia» (1860), [103] «Carácter del conocimiento humano» (1885) y
otras.

Diccionario de filosofía · 1984:101

Nikolái Gavrílovich Chernishevski (1828-1889)

Filósofo materialista, escritor, crítico y socialista utópico ruso,
líder del movimiento democrático revolucionario en Rusia en los años
60, destacado predecesor de la socialdemocracia rusa. Con sus obras
se educó toda una generación de revolucionarios rusos. La
mundividencia de Chernishevski se formó bajo la influencia de las
ideas de Herzen y Belinski, así como de la filosofía clásica alemana,
sobre todo, la de Feuerbach. Pero Chernishevski fue más lejos que
Feuerbach en la comprensión del papel social de la filosofía.
Subordinó por entero sus concepciones teóricas a la causa de la lucha
por la liberación de los trabajadores de la esclavitud feudal y
burguesa. En gnoseología, Chernishevski sostuvo posiciones
rigurosamente materialistas y criticó con crudeza el agnosticismo (de
Kant y otros). Chernishevski veía la fuente del conocimiento en el
mundo objetivo que influye sobre los órganos de los sentidos del
hombre. Atribuye gran importancia a la práctica, llamándola piedra de
toque de toda teoría. A diferencia de Feuerbach, Chernishevski
trataba de reelaborar en el espíritu materialista la dialéctica de
Hegel. En varios dominios (economía política, historia, estética,
crítica literaria), Chernishevski dio brillantes ejemplos de enfoque
dialéctico de los problemas teóricos y prácticos. El materialismo de
Chernishevski no está exento de defectos graves (antropologismo,
intelección limitada de la práctica y del proceso de conocimiento,
&c.). Pero el democratismo revolucionario le ayudó a superar muchos
lados débiles del antropologismo. En varias cuestiones estaba muy
próximo a la explicación materialista de la vida social. Esto se dejó
sentir, ante todo, en su comprensión del carácter clasista de la
sociedad de aquel entonces, en el reconocimiento de la lucha de clases
como fuerza propulsora del desarrollo, &c. Chernishevski advierte
también la ligazón de la ideología y la conciencia de los hombres con
las condiciones económicas de su vida, subraya que el principal
significado en la historia de la sociedad corresponde a los intereses
de los trabajadores y considera que las masas populares son el
principal personaje de la historia. En el período de la reforma
campesina, Chernishevski luchó contra la adulación de los liberales a
los terratenientes feudales. Chernishevski soñaba con pasar al
socialismo a través de la vieja comunidad campesina; lo mismo que
Herzen, fue fundador del populismo. No conocía y no podía conocer
todavía que únicamente el proletariado era la fuerza capaz de
construir el socialismo. Pero entre los demás utopistas,
Chernishevski se acercó más de lleno al socialismo científico, pues
cifraba sus esperanzas en la revolución. El socialismo utópico de
Chernishevski estuvo estrechamente ligado a su democratismo
revolucionario. Chernishevski comprendía que el socialismo sólo podía
ser creado sobre la base de una técnica desarrollada y únicamente por
las masas populares. Trabajó fecundamente también en el campo de la
economía política. La principal idea de su “economía política de los
trabajadores” es la “conjugación total de las cualidades de
propietario y de trabajador en una misma persona”. El trabajo, decía,
debe dejar de ser “mercancía vendible”. En su libro Las relaciones
estéticas del arte con la realidad (1855), Chernishevski criticó a
fondo la estética idealista y formuló los principios fundamentales del
arte realista. Las obras crítico-literarias de Chernishevski, lo
mismo que las de Belinski y Dobroliúbov, ejercieron una gran
influencia sobre el desarrollo de la literatura, la pintura y la
música de avanzada en Rusia y conservan su importancia hasta el
presente. Chernishevski fue un notable escritor, autor de libros
tales como ¿Qué hacer? (1863), Prólogo (1867-69) y otros. Obras:
Ensayos sobre el período gogoliano de la literatura rusa (1855-56),
Crítica de las prevenciones filosóficas contra la propiedad comunal
(1858), El principio antropológico en filosofía (1860), Carácter del
conocimiento humano (1885), &c.

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