DIDEROT, Dionisio

Dionisio Diderot (1713-1784)

Diccionario filosófico marxista · 1946:78-79

Gran “ilustrado” francés, filósofo materialista, el más grande
ideólogo de la burguesía revolucionaria del siglo XVIII; notable
escritor, fundador y redactor de la Enciclopedia. Por sus concepciones
radicales fue víctima de represalias. Diderot era materialista y
ateo. Afirmaba la existencia objetiva de la materia, a la que el
movimiento es inherente eternamente. La quietud absoluta es una
abstracción: “no la hay en la Naturaleza”, escribía Diderot. Concebía
el movimiento, no sólo como un desplazamiento mecánico, sino también
como un esfuerzo interno de la materia. El espacio y el tiempo eran
considerados por él como formas objetivas de existencia de la materia
y ésta compuesta de moléculas. A cada molécula le es propia una fuente
interna de movimiento, una “fuerza íntima”, cuya expresión exterior es
el desplazamiento mecánico en el espacio. Todos los cambios en la
Naturaleza están sometidos a la ley de la causalidad. Los fenómenos de
la Naturaleza se hallan en una conexión mutua indisoluble, en una
unidad. No hay fronteras infranqueables entre la materia viva y la no
viva, ambas pueden transformarse mutuamente la una en la otra. Diderot
expresaba una serie de elementos de la interpretación dialéctica del
mundo, particularmente sobre el problema de la evolución de los seres
vivos. Las diversas especies de los seres vivos, según Diderot, se
hallan en un proceso de mutación constante. Según su teoría, en la
evolución de la Naturaleza, incluyendo también al hombre, existe una
continuidad, en consonancia con la cual hay que construir la
clasificación de los seres. “Hay que empezar, escribía, por la
clasificación de los seres, desde la molécula inerte, si existe como
tal, hasta la molécula viva, el animal microscópico, el
animal-vegetal, el animal, el hombre”. La sensación es la propiedad de
la materia. Desde el punto de vista de Diderot, toda materia posee
sensibilidad. Además, distingue la forma inerte, encubierta, de
sensibilidad, inherente a la Naturaleza inorgánica, y la sensibilidad
activa, propia de la Naturaleza orgánica. El raciocinio mismo es,
desde el punto de vista de Diderot, una forma desarrollada de la
sensibilidad de la materia. Las sensaciones son la fuente del
conocimiento humano, y nacen como resultado de la acción de los
objetos y fenómenos de la Naturaleza sobre los órganos de los
sentidos. No sólo las sensaciones, sino también las complicadas
deducciones y conclusiones mentales, reflejan, según Diderot, la
conexión mutua real de los fenómenos de la Naturaleza. Diderot estima
que el criterio de la verdad es la experiencia, considerando como
veraces las representaciones que reflejan correctamente la realidad
material objetiva. Diderot negaba decididamente la existencia de Dios
y sometió a una severa crítica los dogmas religiosos acerca de la
inmortalidad del alma, el libre albedrío, &c. Refutando la moral
religiosa feudal, dio como fundamento de la conducta moral de los
hombres su aspiración a la felicidad. Diderot predicaba la unión
racional de los intereses personales y sociales. Interpretando de
manera materialista la Naturaleza, sin embargo, continuó siendo
idealista en historia. Como los demás materialistas franceses del
siglo XVIII colocaba el carácter del régimen social en dependencia de
la organización política de la Sociedad, que a juicio de Diderot nace
de la legislación existente y, en última instancia, de las ideas
predominantes en la Sociedad. Diderot fue un gran teórico de estética
y literatura. Sus principales obras son: Carta sobre los ciegos para
uso de los que ven, 1749; Pensamientos sobre la interpretación de la
Naturaleza, 1754; El sobrino de Rameau, 1767; Conversación entre
D’Alembert y Diderot, 1769.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:130-132

Denis Diderot (1713-1784)

Ilustre filósofo materialista francés, ideólogo de la burguesía
revolucionaria del siglo XVIII, fundador y redactor de la
“Enciclopedia”. (ver Enciclopedistas). Sus opiniones radicales le
valieron medidas de represión. Diderot reconocía la existencia
objetiva de la materia eterna en movimiento. El reposo absoluto no es
sino una abstracción. El espacio y el tiempo son formas objetivas de
la existencia de la materia compuesta de moléculas. Cada molécula
posee una fuente interna de movimiento, una “fuerza íntima”, que se
manifiesta por el desplazamiento mecánico en el espacio. Todas las
modificaciones que se operan en la naturaleza están determinadas por
la ley de la causalidad. Los fenómenos están indisolublemente ligados
entre sí. No existe límite infranqueable entre la materia orgánica y
la materia inorgánica, las cuales pueden convertirse la una en la
otra. Las obras de Diderot contienen elementos de la concepción
dialéctica del mundo, especialmente, en lo que concierne a la
evolución de los seres vivos, la transformación de las especies en
relación con sus condiciones de existencia, aunque en el conjunto, el
materialismo de Diderot, como el de todos los filósofos franceses del
siglo XVIII, sea mecanicista y metafísico. Ciertas formas vivas
sufren, según Diderot, cambios continuos. El desarrollo de la
naturaleza implica una sucesión natural que desemboca en el hombre:
tal debe ser el principio de la clasificación de los seres vivos. “Es
preciso comenzar por clasificar a los seres vivos, desde la molécula
inerte, si existe como tal, hasta la molécula viva, el animal
microscópico, el animal-planta, el animal, el hombre”. La sensación es
una propiedad de la materia. Diderot atribuye sensibilidad a toda la
materia. Distingue la forma inerte, latente, de la sensibilidad,
propia de la naturaleza inorgánica, y la sensibilidad actuante, la de
la naturaleza orgánica. El pensamiento es una forma evolucionada de la
sensibilidad de la materia. La fuente del conocimiento humano reside
en las sensaciones engendradas por la acción de los objetos y de los
fenómenos de la naturaleza sobre los sentidos. No sólo las
sensaciones, sino también los conceptos y los juicios más complejos
reflejan la conexión objetiva, real, de los fenómenos. La experiencia
es el criterio de la verdad: las ideas justas son las que reflejan
fielmente la realidad material objetiva. Sin embargo, en el conjunto,
Diderot no comprendió el papel de la práctica social en el
conocimiento.

Diderot era ateo. Negaba la existencia de Dios y criticaba el
idealismo y los dogmas religiosos de la inmortalidad del alma, del
libre albedrío, &c. Lenin apreciaba en grado elevado a Diderot por su
crítica materialista del idealismo subjetivo de Berkeley (ver). Al
repudiar la moral religiosa, Diderot afirmaba que la moralidad del
hombre tiene por principio su aspiración a la felicidad. Se
pronunciaba por la unión razonable de los intereses personales y
sociales. A pesar de su concepción materialista de la naturaleza,
Diderot se manifiesta idealista en los dominios de la historia. De
igual modo que los demás materialistas franceses del siglo XVIII, cree
que el carácter del orden social está determinado por la organización
política que derivaría de la legislación existente, o sea pues, por
las ideas que reinan en la sociedad. Como los demás materialistas
franceses, Diderot cuenta con el advenimiento de un monarca ilustrado
que instaure su régimen social fundado en la razón. Pero este reino de
la razón no era más que el reino idealizado de la burguesía, como dijo
Engels. En 1773-1774, durante su estada en Rusia, Diderot aconsejó
insistentemente a Catalina II para que estimulara el desarrollo de la
industria y el comercio apoyándose en el tercer estado. Se sabe que
los consejos de Diderot no fueron del agrado de Catalina II.

Brillante teórico en literatura y en arte, autor de diversas obras
literarias, Diderot es un defensor de la tendencia
realista. Principales obras: Pensamientos sobre la interpretación de
la naturaleza (1754), El sobrino de Rameau (1762), Conversación entre
D’Alembert y Diderot (1769), El sueño de D’Alembert (1769), Principios
filosóficos sobre la materia y el movimiento (1770), Elementos de
fisiología (1774-1780).

Diccionario filosófico · 1965:121-122

Denis Diderot (1713-1784)

Filósofo francés, representante de la ilustración, director de la
Enciclopedia, escritor, crítico de arte. Fue, con Voltaire, quien
ejerció mayor influencia sobre el pensamiento social de su epoca. En
filosofía, pasó rápidamente del deísmo y del idealismo ético al
materialismo (en la teoría de la naturaleza, en psicología, en teoría
del conocimiento) y al ateísmo. En la concepción materialista y
mecanicista de la naturaleza, afín a la de La Mettrie y a la de
Holbach, introdujo algunos elementos de dialéctica: ideas de la
conexión entre la materia y el movimiento, entre los procesos que se
dan en la naturaleza, ideas sobre la constante variabilidad de las
formas naturales. El problema acerca de cómo el movimiento mecánico de
las partículas materiales puede engendrar el contenido específico de
las sensaciones, lo resuelve Diderot a favor de la idea que atribuye
sensibilidad a toda la materia. Después de desarrollar este punto de
vista, Diderot esbozó una teoría materialista de las funciones
psíquicas, anticipándose a la subsiguiente teoría de los
reflejos. Según esa teoría, las personas, como los animales, son
instrumentos dotados de la facultad de pensar y de memoria. En teoría
del conocimiento, Diderot rechazó las representaciones de los
idealistas acerca de la espontaneidad del pensar: todos los
razonamientos tienen sus raíces en la naturaleza, nosotros no hacemos
más que registrar ciertos fenómenos que conocemos por experiencia,
entre los cuáles existe o bien un nexo de necesidad o un nexo de
condicionalidad. De ahí no se sigue, según Diderot, que nuestras
sensaciones sean copia exacta, como en un espejo, de los objetos:
entre la mayor parte de las sensaciones y sus causas exteriores no
existe un parecido mayor que entre las representaciones y sus nombres
en el lenguaje. Diderot compartía las ideas de Locke sobre las
cualidades primarias y secundarias y subrayaba el carácter objetivo
también de estas últimas. Desarrolló la idea de Bacon según la cual el
saber, experimental por su fuente, no tiene por fin conocer la verdad
por el solo hecho de conocerla, sino para hacer posible el
perfeccionamiento del hombre y aumentar su poderío. Además, Diderot
toma en consideración el papel de la técnica y de la industria en el
desarrollo del pensar y del conocer. El experimento y la observación
son los métodos y guías del conocimiento. Basándose en ellos, el
hombre puede alcanzar un saber, si no del todo fidedigno, en alto
grado probable. Diderot hizo de la creación de la Enciclopedia
(Enciclopedistas) la empresa central de su vida. Por su contenido, la
Enciclopedia era avanzada, y combativa por su tono: en ella, la
propaganda de las nuevas ideas iba de la mano con la crítica de las
concepciones rutinarias, de los prejuicios y de las creencias
religiosas. A despecho de las enormes dificultades que tuvo que
vencer, Diderot logró llevar hasta el fin la edición de esta
obra. Diderot escribió numerosos trabajos sobre cuestiones de arte y
de crítica artística; hizo progresar la nueva estética del realismo
defendiendo la idea de la unidad del bien y la belleza. Procuró
plasmar en sus novelas y dramas los principios teóricos que elaboró en
su estética. Los clásicos del marxismo estimaron en mucho la obra y la
doctrina de Diderot, quien, según Engels, con El sobrino de Rameau
(1762-79) había creado una obra maestra de dialéctica (t. XX, pág. 20
– Anti-Dühring, E.P.U., 1961 págs. 29-30). Lenin indicaba que Dilerot
había llegado hasta el umbral del materíalismo moderno (t. XIV, p. 24

  • Materialismo y empiriocriticismo, E.P.U., 1959, pág. 25) y que «puso
    con toda diafanidad frente a frente las direcciones filosóficas
    fundamentales» (ibíd., pág. 27 – Ibíd., pág. 29). No obstante, pese a
    todos, estos resultados, en la concepción de los fenómenos sociales
    Diderot no dejó de ser idealista. Luchando contra el despotismo
    feudal, defendía el régimen político de la monarquía ilustrada. Obras
    principales: Pensamientos sobre la interpretación de la naturaleza
    (1754), Conversación entre D’Alembert y Diderot (1769), Principios
    filosóficos sobre la materia y el movimiento (1770), Elementos de
    fisiología (1774-80).

Diccionario de filosofía · 1984:118-119

Denis Diderot (1713-1784)

Filósofo francés, ilustrado, dirigente de la Enciclopedia, escritor y
crítico de arte. Conjuntamente con Voltaire, ejerció la mayor
influencia sobre el pensamiento social de aquel entonces. En filosofía
recorrió con rapidez el camino del deísmo y el idealismo ético al
materialismo (en la doctrina de la naturaleza, psicología y teoría del
conocimiento) y al ateísmo. En la comprensión materialista mecanicista
de la naturaleza, que lo unía con La Mettrie y Holbach, Diderot
introdujo algunos elementos de dialéctica: ideas de la conexión entre
la materia y el movimiento, la concatenación de los procesos que
transcurren en la naturaleza y la mutabilidad eterna de las formas
naturales. Diderot resuelve a favor de la idea sobre la sensibilidad
universal de la materia el problema del modo mediante el cual el
movimiento mecánico de las partículas materiales puede originar el
contenido específico de las sensaciones. Al desarrollar este punto de
vista, Diderot esbozó la teoría materialista de las funciones
psíquicas, que anticipó la doctrina posterior de los reflejos. Según
su teoría, los hombres, lo mismo que los animales, son instrumentos
dotados de la capacidad de percibir y de memoria. En la teoría del
conocimiento, Diderot rechazó las nociones idealistas sobre la
espontaneidad del pensamiento: todas las deducciones tienen su raíz en
la naturaleza; nosotros no hacemos más que registrar los fenómenos que
conocemos por la experiencia, entre los cuales existe una conexión o
bien necesaria o bien condicional. Esto no significa, según Diderot,
que nuestras sensaciones sean copias cristalinamente exactas de los
objetos; la coincidencia entre la mayoría de las sensaciones y sus
causas externas no es mayor que entre las representaciones y sus
denominaciones en las lenguas. Desarrolló el punto de vista de
F. Bacon, según el cual el conocimiento que tiene por fuente la
experiencia no persigue el objetivo de concebir independientemente la
verdad, sino adquirir la capacidad de perfeccionar y aumentar el
poderío del hombre. Cabe decir que Diderot tenía en cuenta el papel de
la técnica y la industria en el desarrollo del pensamiento y el
conocimiento. Los métodos y las guías del conocimiento son el
experimento y la observación. Apoyándose en ellos, el pensamiento
puede lograr un conocimiento, si no verídico del todo, por lo menos
altamente probable. La obra central de la vida de Diderot pasó a ser
la creación de la Enciclopedia (Enciclopedistas). Progresista por su
contenido, la Enciclopedia era combativa por su tono: la propaganda de
las nuevas ideas se completaba en ella con la crítica de los criterios
rutinarios, los prejuicios y las creencias. A pesar de las inmensas
dificultades, Diderot llevó la edición de la Enciclopedia hasta el
fin. Escribió muchas obras acerca de los problemas del arte y la
crítica artística y desarrolló una estética nueva del realismo,
defendiendo la idea de la unidad entre la bondad y la
belleza. Procuraba realizar en sus novelas y dramas los principios
teóricos de su propia estética. Los clásicos del marxismo apreciaron
altamente la actividad y la doctrina de Diderot. Engels hacía constar
los “elevados modelos de dialéctica” de Diderot (t. 20, p. 20). Lenin
señalaba que Diderot se acercó de lleno al punto de vista del
materialismo contemporáneo (t. 18, p. 28) y que “puso con toda
diafanidad frente a frente las direcciones filosóficas fundamentales”
(ibíd., p. 32). Pero no obstante, Diderot era idealista en la
comprensión de los fenómenos sociales. Luchando contra el despotismo
feudal, defendía el régimen político de la monarquía ilustrada. Obras
fundamentales: Pensamientos sobre la interpretación de la naturaleza
(1754), Conversaciones entre D’Alembert y Diderot (1769), Principios
filosóficos de la materia y el movimiento (1770), Elementos de
fisiología (1774-80).

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