DOKUCHÁIEV, Vasili Vasílievich

Vasili Vasílievich Dokucháiev (1846-1903)

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

Diccionario filosófico abreviado · 1959:142-144

Gran sabio ruso, fundador de la ciencia de los suelos, uno de los
creadores de la agronomía científica, hombre ilustre y demócrata.
Continuador de las mejores tradiciones materialistas y democráticas de
la ciencia rusa inauguradas por Lomonósov (ver) y Radishchev (ver),
Dokuchaiev, como naturalista de valor, abordó los problemas de la
ciencia de los suelos partiendo de posiciones materialistas.
Consideraba la naturaleza como un todo, y sus fenómenos y procesos
vinculados orgánicamente entre sí y derivados los unos de los otros.

Dokuchaiev consideraba la ciencia de los suelos como una ciencia
sintética según la cual los suelos eran la resultante de una
interacción extremadamente compleja de factores “que exigen de sus
investigadores incursiones continuas en los dominios de las
especialidades más diversas…”. Espíritu enciclopédico, Dokuchaiev
fue un revolucionario en las ciencias de la naturaleza. Estableció
los principios generales de las leyes de la génesis, de la evolución y
de la repartición geográfica de los suelos, y trazó el camino de su
estudio y de su utilización racional para las necesidades de la
agricultura. Desde el comienzo de su actividad científica, Dokuchaiev
pasó de los trabajos puramente geológicos a vastas investigaciones
físico-geográficas sobre los suelos, acumulando así una documentación
experimental considerable por su extensión y la importancia de sus
datos. Creó una teoría clásica del origen de los cursos de agua y de
sus valles, y definió la naturaleza del desarrollo de los procesos de
erosión. Dokuchaiev fue el primero en emprender grandes expediciones
de estudio en las tierras negras de la llanura de Europa Oriental, del
Cáucaso y de Crimea, es decir, de los “suelos que constituyen la
riqueza fundamental e incomparable de Rusia…”. El resultado de esos
trabajos fue un mapa trazado por primera vez, de los suelos de la
Rusia Europea, y la obra “Las tierras negras de Rusia” (1883),
verdadera base de la ciencia genética de los suelos que se ubica con
todo derecho al lado de “El origen de las especies” de Darwin.

La teoría de Dokuchaiev sobre la génesis y la evolución de los suelos,
es una de las obras más notables de la ciencia materialista de la
naturaleza. Creó una doctrina armoniosa sobre “la gran diversidad y
la complejidad de las correlaciones y de las interacciones existentes
entre la naturaleza viva y la naturaleza inerte, así como las leyes
que rigen sus modificaciones seculares…”. Dokuchaiev demostró que
el suelo representa en cierto modo el cuarto reino de la naturaleza, y
que su formación resulta de la interacción de las rocas originales y
de numerosos factores: clima, organismos vegetales y animales, aguas
superficiales y subterráneas, relieve y edad de la región, y actividad
humana. Consideraba el proceso del suelo dialécticamente, “como
funciones eternamente variables” de todos esos factores en el espacio
y en el tiempo.

La creación de una ciencia especial del suelo fue de gran importancia
para la teoría y la práctica, pues facilitó el estudio objetivo del
suelo de diferentes zonas, permitió dirigir conscientemente la
formación del suelo y el mejoramiento incesante de sus propiedades
agronómicas. Dokuchaiev probó brillantemente la teoría de las zonas
de terrenos y de las formaciones típicas del suelo, y planteó la base
científica de una clasificación genética de los suelos. Estableció
“el vínculo que vive y actúa entre los diferentes suelos, y las
asociaciones vegetales y animales enteras…” (podzoles: taigá;
tierras grises forestales: estepa boscosa; tierras negras: llanura;
suelos pardos y color castaño: estepa semi-desierta; tierras grises:
estepa desierta). Dokuchaiev fue el primero en establecer la relación
dialéctica entre el suelo y el paisaje, y en considerar el suelo no
sólo como parte esencial del paisaje, sino también como su espejo, el
espejo del conjunto complejo de las condiciones naturales ambientes.

Como sabio y patriota, Dokuchaiev desplegaba una gran actividad ligada
estrechamente a la práctica agrícola. Sólo sobre una base
científicamente acertada, estimaba que podrían “ser fundadas las
medidas realmente prácticas para el mejoramiento de la agricultura…”
Con ese objeto estudió los lechos y los valles bajos de los cursos de
agua, investigó las causas del agotamiento fluvial, estableció las
causas de la sequía y de la erosión de los suelos contra las cuales
esbozó medios de lucha; abordó los problemas del abono y la
recuperación de los terrenos pantanosos. Al mismo tiempo, Dokuchaiev
echó los cimientos de una selección diferenciada, por zonas, de los
métodos agronómicos (rotación, pasturas, trabajos de tierra,
mejoramiento, irrigación). Exigía un estudio de las condiciones de
cultivo de la tierra “en todos sus aspectos y obligatoriamente en su
acción recíproca”. Para él, la ciencia en las manos del pueblo
constituía un poderoso factor de transformación, y las fuerzas de la
naturaleza desfavorables a la agricultura, sólo eran temibles en la
medida en que se las ignorara: “Basta estudiarlas y aprender a
dirigirlas para que actúen en beneficio nuestro”. En su obra Nuestras
estepas, antes y ahora (1892), trazó el conjunto de medidas a tomar
para transformar las estepas áridas en estepas boscosas florecientes:
protección de los campos por medio de fajas forestales, arbolado de
las orillas de los ríos, de los saltos de agua y de las pendientes
denudadas, de las arenas y de los eriales; creación de suelos
estructurados y mejoramiento de sus cualidades físicas por medio de
siembras de pastos; trabajo de la tierra de acuerdo con las reglas de
la agronomía, conservación de la humedad, mantenimiento de la nieve,
retención de las aguas del deshielo y de la lluvia, regulación del
nivel de los ríos, construcción de estanques y apertura de pozos de
agua, irrigación por medio de “polders” y utilización de las aguas de
desagüe, empleo de forrajes, selección de cultivos y de variedades
adaptadas a las condiciones locales, &c. Desde este punto de vista,
Dokuchaiev, “se adelantaba a su tiempo en toda una época” (Williams).

Las ideas de Dokuchaiev entraron a formar parte del tesoro de la
ciencia agronómica, y favorecieron el desarrollo de las ciencias
naturales vinculadas: biogeoquímica, geología dinámica, hidrogeología,
&c., y dieron nacimiento a escuelas progresistas rusas en numerosas
ramas de la ciencia. Según el acertado testimonio de Williams (ver),
Dokuchaiev “forma parte de los sabios más notorios de fines del siglo
XIX, su reputación es mundial”, su nombre “es digno de ocupar el
primer lugar entre los clásicos de las ciencias naturales”.

Dokuchaiev fue un pedagogo de talento, hombre público y patriota y uno
de los que más contribuyó a la expansión de la ciencia rusa. Organizó
el Comité de los suelos, fundó el periódico científico “Pochvovedenie”
(Ciencia de los suelos), creó la primera cátedra de esta ciencia e
hizo mucho por el desarrollo de la enseñanza agronómica superior y la
formación de los cuadros científicos en Rusia, por la irradiación de
la ciencia rusa progresiva en el extranjero. Consideraba su deber
trabajar para la ciencia y escribir para el pueblo. En las
exposiciones mundiales de París y de Chicago, Dokuchaiev recibió los
primeros premios, y sus ideas, desarrolladas por sus discípulos, son
reconocidas por los hombres de ciencia del mundo entero.

Junto a una interpretación materialista acertada de los principios
fundamentales de la geología, de la ciencia del suelo y de la
agricultura, Dokuchaiev cometió ciertos errores en el dominio la
sociología y de la filosofía. Exageraba el papel de las condiciones
geográficas en la evolución de la sociedad humana. Afirmaba que la
naturaleza se desarrolla sin saltos. Uno de sus grandes errores fue
el de admitir “leyes absolutas” de la permanencia de las relaciones
entre el clima, las zonas naturales y el suelo por una parte, y la
fauna y la flora de la región, por otra. Dokuchaiev menospreció el
papel predominante del factor biológico en la génesis y la evolución
de los suelos.

La doctrina progresista de Dokuchaiev sobre la transformación de la
naturaleza de las estepas y el mejoramiento de la fertilidad de los
suelos, no podía ser puesta en práctica bajo el zarismo. No es sino
en la sociedad socialista donde la ciencia de los suelos de
Dokuchaiev, enriquecida y desarrollada por Williams y otros sabios
soviéticos, se ha convertido en una rama importante de las ciencias de
la naturaleza al servicio de la agricultura socialista.

No figura en el Diccionario filosófico · 1965

No figura en el Diccionario de filosofía · 1984

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