FRANKÓ, Iván Iákovlevich

Iván Iákovlevich Frankó (1856-1916)

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

Diccionario filosófico abreviado · 1959:212-213

Gran escritor y pensador ucraniano, científico y hombre público, hijo
de un herrero de aldea de la región de Drogobich. Estudió en la
Universidad de Lvov. Las autoridades austríacas que le perseguían lo
encarcelaron tres veces, acusado de ser socialista, de organizar
sociedades secretas, de simpatizar con los rusos y de entrar en
contacto con el movimiento campesino. Su concepción del mundo se
formó bajo la influencia de Shevchenko (ver) y de los demócratas
revolucionarios rusos: Herzen (ver), Belinski (ver), Chernishevski
(ver), Dobroliábov (ver), Pisarev (ver), de Saltikov-Shchedrín y de
Nekrasov. El marxismo influyó sobre el desarrollo de la ideología
democrática revolucionaria de Frankó y lo orientó hacia el socialismo
científico. Estudiaba y difundía el Manifiesto del Partido Comunista
de Marx y Engels, y El Capital de Marx, y fue el primero en traducir
al ucraniano el capítulo XXIV del libro primero de El Capital así como
algunos capítulos del Anti-Dühring de Engels. La concepción del mundo
de Frankó estaba estrechamente ligada al movimiento de liberación de
los trabajadores; al proletariado que, al hacer su aparición en ese
momento en las regiones de las explotaciones petrolíferas de Ucrania
occidental, comenzaba a interesarse en la vida política; a los
progresos de las ciencias naturales, especialmente a la doctrina de
Sechenov (ver) y al darwinismo.

Frankó expuso sus ideas filosóficas en varias obras: “Algunas palabras
sobre la manera de establecer nuestras ediciones populares y de poner
orden en ellas”, “Ideas sobre la evolución en la historia de la
humanidad”, “La literatura, su destino y sus rasgos fundamentales”.
“Cartas críticas sobre los intelectuales de Galitzia”, así como en sus
obras de arte. La materia, según Frankó forma la base de todo lo que
existe. La naturaleza es inmortal, eterna y está constantemente en
movimiento y en efervescencia. El espíritu no es un segundo principio
constitutivo del mundo, sino únicamente el reflejo de la materia en
movimiento, la función del cerebro y del sistema nervioso. Los
conocimientos humanos son el reflejo de la realidad, de la naturaleza.
Frankó refutaba el agnosticismo y el relativismo. Formulaba ciertas
ideas dialécticas, veía el cambio incesante del mundo, su carácter
contradictorio, y se orientaba hacia lo que va adelante. Frankó era
ateo, combatía el fideísmo, el clericalismo y la educación religiosa
de la juventud. Frankó critica la falsa teoría del carácter eterno
del capitalismo, denuncia la sociedad capitalista como una sociedad
rapaz que devora a generaciones enteras y arruina la salud y la moral
de las masas. Es un mundo de mentiras y de violencias. Frankó cree
firmemente en la victoria de la revolución.

En su lucha por una literatura con un ideal elevado, Frankó opone a la
estética idealista con sus representaciones metafísicas sobre la
inmutabilidad de las normas de arte, la estética materialista de
Belinski, Chernishevki, Dobroliúbov y Shevchenko. Subraya el carácter
histórico del arte al afirmar que la vida es su móvil principal.
Somete a una crítica vehemente la teoría del “arte por el arte” y la
decadencia en la literatura. En sus obras literarias, Frankó trazó
con gran realismo la opresión de los trabajadores de Ucrania
Occidental. Fue el primero en introducir al obrero en la literatura
ucraniana. La obra de Frankó era apreciada en alto grado por Máximo
Gorki. Como notable patriota, campeón de la amistad de los pueblos
ruso y ucraniano, Frankó creía que “¡llegará la hora!” en que Ucrania
brillará “aureolada de púrpura en el seno de los pueblos liberados…”
Defendía la reunión de Ucrania y de Rusia donde, según su convicción
había hecho su aparición “la primavera de la humanidad” –la revolución
de 1905. Frankó era un enemigo resuelto del nacionalismo burgués
ucraniano, así como también del cosmopolitismo. Fue el primero en
Ucrania en arrancar la máscara a Grushevski, ideólogo del nacionalismo
burgués ucraniano, y en denunciar su pseudo teoría según la cual, la
nación ucraniana habría evitado la etapa capitalista de desarrollo;
enjuició el libro de Grushevski sobre la historia de Ucrania, libro
escrito para ganarse los favores de los agresores alemanes que
preparaban la anexión de Ucrania, su separación de Rusia.

El pensamiento de Frankó no está exento de puntos de vista erróneos.
No siempre fue capaz de superar la estrechez nacionalista, hecho
señalado por Lenin, en interés del movimiento democrático de la
liberación nacional. No llegó a unirse a las posiciones del marxismo,
pero toda su vida notable, su gran talento literario puesto al
servicio de los trabajadores, su actividad en favor de la liberación
del pueblo ucraniano y de la afirmación de los lazos de amistad entre
los pueblos ruso y ucraniano, le conquistaron la estimación general.
El pueblo ucraniano, así como los pueblos de la Unión Soviética,
honran la memoria de Iván Frankó.

No figura en el Diccionario filosófico · 1965

No figura en el Diccionario de filosofía · 1984

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