LOMONÓSOV, Miguel Vasílievich

LOMONÓSOV, Miguel Vasílievich

Miguel Vasílievich Lomonósov (1711-1765)

Diccionario filosófico marxista · 1946:180

Gran sabio y poeta ruso. La actividad científica de Lomonósov es
extraordinariamente multiforme y variada, siendo especialmente
considerables sus méritos en el terreno de la química y de la física.
Cuarenta años ante de Lavoisier, Lomonósov descubre y formula la ley
de la conservación de la materia: “Todos los cambios que se suceden en
la Naturaleza son de tal índole que cuanto se quita de algún cuerpo,
se agrega a otro cuerpo. Así, si en algún sitio disminuye algo de la
materia, aumenta en otro sitio”. Engels la llama una ley absoluta de
la Naturaleza. En el trabajo “Reflexiones sobre la fuerza elástica
del aire”, Lomonósov desarrolla la teoría de la estructura del aire
sobre la base de la teoría cinética de los gases, que más adelante
tuvo una enorme importancia. Lomonósov echó los cimientos de una rama
completamente nueva de la ciencia, la físico-química, ciencia que liga
estrechamente los métodos físicos de investigación con la solución de
los problemas químicos. Aplicando los adelantos de la física y de la
química, Lomonósov dedicó una considerable atención al desarrollo de
la minería de los metales. Lomonósov se dedicó también a los
problemas geológicos, investigó la riqueza del subsuelo ruso, y
estudió las condiciones de la navegación del Mar del Norte. Lomonosoy
inventó una serie de instrumentos para la navegación, la meteorología,
la geodesia, la física, la química, &c. En sus trabajos
científico-naturales, Lomonósov se manifiesta como materialista en el
que a pesar de sus interpretaciones mecanicistas de la Naturaleza hay
elementos de la idea del desarrollo. Explicó las propiedades de la
materia, por ejemplo, los procesos caloríficos, por su movimiento,
manifestándose resuelto adversario de la teoría del calórico (idea
sobre una materia especial, supuesta fuente del calor). En
“Reflexiones sobre las causas del calor y del frío” escribía: “El
movimiento debe ser estimado como fundamento suficiente del calor. Y
como no puede haber movimiento sin materia, es necesario que un
fundamento suficiente del calor consista en el movimiento de alguna
materia”. Lomonósov emite la genial idea de que los diversos
fenómenos de la Naturaleza son condicionados por las diversas formas
del movimiento de la materia; con estos pensamientos su época llenó
todo un siglo. Lomonósov es el creador de la lengua literaria rusa,
fundador de la gramática rusa. En lugar de los esquemas muertos,
escolásticos de las viejas gramáticas, Lomonósov fija una nueva,
basada en la lengua rusa viva. Como poeta, Lomonósov produjo una
lírica civil en la que exhorta al desarrollo de las ciencias y del
arte en Rusia, a la divulgación de la ilustración entre el pueblo
ruso. Lomonósov trabajó extraordinariamente por el desarrollo de la
ciencia en Rusia, en particular de las ciencias naturales. Fundador
de la Universidad de Moscú (1755), se manifestó por la reforma de la
Academia de ciencias. Lomonósov llevaba una lucha contra el clero,
fustigando cruelmente la ignorancia de los curas. Fue un gran
educador del pueblo ruso.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:301-304

Mijail Vasílievich Lomonósov (1711-1765)

Gran sabio y poeta ruso que introdujo en Rusia la filosofía
materialista y las ciencias de la naturaleza. Era hijo de un
campesino de la aldea Denisovka, cerca de Jolmogori, provincia de
Arjanguelsk. Desde su infancia, Lomonósov manifestó un vivo deseo de
instruirse. En 1730, partió para Moscú, donde después de haber
vencido muchas dificultades debido a su origen campesino, entró en la
Academia eslavo-grecolatina. En 1735 fue enviado a la Academia de
Ciencias de Petersburgo y, al cabo de cierto tiempo, partió a países
extranjeros de donde volvió en 1741. Compuesta sobre todo por
extranjeros, la Academia de ciencias de la época tardó mucho en
reconocer a Lomonósov como sabio. Sólo en 1745 recibió éste el título
de profesor de química.

Lomonósov inició la tradición materialista en la ciencia y en la
filosofía rusas de vanguardia. Su actividad científica era casi
universal, y sobre todo en química y en física sus realizaciones son
muy importantes. La contribución principal de Lomonósov a la ciencia
es la de haber descubierto la ley de la conservación de la materia y
del movimiento como ley natural y universal, y de haberla justificado
teórica y experimentalmente. Desde sus primeras investigaciones,
Lomonósov había llegado a la conclusión de la constancia de la materia
y del movimiento. En 1748, dio la fórmula de esta ley: “Todos los
cambios en la naturaleza se cumplen de tal manera, que lo que se
agrega a esto se retira de aquello. La substancia agregada a un
cuerpo es retirada en cantidad igual a otro… Esta ley de la
naturaleza es tan universal, que se aplica también al movimiento”.
Posteriormente, Lomonósov desarrolló esta ley en sus “Consideraciones
sobre los estados sólido y líquido de los cuerpos” y en otras obras.
La ley de la conservación de la materia es llamada a justo título, ley
de Lomonósov, quien la estableció experimentalmente pesando los
cuerpos antes y después de la reacción química. El principio de la
conservación del movimiento formulado por Lomonósov fue confirmado
bajo una forma concreta (ley de la conservación de la energía) casi
cien años más tarde. A Lomonósov, pues, cabe la prioridad del
descubrimiento de la ley universal de la conservación de la materia y
del movimiento, ley que sienta las bases de las ciencias naturales
modernas, particularmente de la física y de la química. Partiendo del
hecho de que la materia y el movimiento son indestructibles y no han
sido creados jamás, Lomonósov afirmaba que se hallan indisolublemente
ligados. Lomonósov fue en química el fundador del atomismo, que ha
mostrado la estructura atómica y molecular de la materia. Consideraba
que los “corpúsculos” (moléculas) se componen de partículas
infinitesimales o “elementos” (átomos). “Los corpúsculos son
homogéneos”, escribía Lomonósov, “si se componen de un número igual de
elementos semejantes agrupados entre sí de la misma manera… Los
corpúsculos son heterogéneos, cuando sus elementos carecen de
semejanza y se hallan ligados entre sí de maneras diferentes o en
números diferentes: de eso depende la inmensa diversidad de los
cuerpos”. Su concepción del calor como movimiento mecánico de los
corpúsculos se basa en la ley de la conservación del movimiento. En
sus “Consideraciones sobre la fuerza elástica del aire”, Lomonósov
desarrolló la teoría de la estructura del aire basándose en
concepciones moleculares y cinéticas cuyo papel fue posteriormente
primordial en el desarrollo de la ciencia. Lomonósov luchó
resueltamente contra las ideas pseudocientíficas que reinaban en las
ciencias naturales durante el siglo XVIII, por ejemplo, contra el
concepto metafísico del flogisto. En sus “Consideraciones sobre las
causas del calor y del frío”, Lomonósov escribía que “hay una razón
suficiente del calor en el movimiento. Y como el movimiento no puede
producirse sin materia, se infiere necesariamente que una razón
suficiente del calor está comprendida en el movimiento de cualquier
materia”. Lomonósov expresó ideas geniales sobre la diversidad de los
fenómenos naturales en los que ve formas diferentes del movimiento de
la materia. Lomonósov echó los cimientos de una ciencia enteramente
nueva, la química-física, que aplica los métodos y las teorías de la
investigación física a los problemas de la química. Prestó una gran
atención al desarrollo de la metalurgia. En geología, fue el primero
en adelantar la idea de la evolución. Hizo explorar las fuentes
minerales de Rusia y estudió las condiciones de navegación por la vía
marítima del Norte. En astronomía, era partidario de la teoría
heliocéntrica, de la pluralidad de los mundos y de la infinitud del
universo. Fue el primero en descubrir la presencia de una atmósfera
alrededor de Venus y, contrariamente a los dogmas de la Iglesia,
admitía que la vida era posible en los demás planetas. Ofreció una
explicación, justa en el fondo, de las causas de los cambios de clima
sobre la tierra, del descubrimiento, en las capas congeladas de las
tierras del Norte, de fósiles de animales y de plantas que no habrían
podido vivir en las condiciones del Ártico. Lomonósov había previsto
que para densidades superiores a las del aire, se descubrirían
diferencias con relación a la ley de Boyle-Mariotte. Introdujo en
química el método cuantitativo como procedimiento de investigación,
inventó numerosos instrumentos empleados en navegación, en
meteorología, en geodesia, en física, en química, &c., y creó el
primer laboratorio de química en Rusia (1748).

Lomonósov zanjaba como materialista la cuestión fundamental de la
filosofía (ver). Con sus investigaciones, asestó un golpe sensible a
la concepción metafísica del universo. En diversos problemas,
Lomonósov desarrolló la idea de la evolución. No obstante, dado el
carácter limitado de los conocimientos de su época, estudió sobre todo
las leyes y las propiedades mecánicas de la naturaleza. Reconocía
como atributos esenciales de la materia, la dimensión, la inercia, la
impenetrabilidad y el movimiento mecánico. Lomonósov oponía la
concepción materialista de los átomos a la monadología idealista de
Leibniz (ver) a la que sometió a una crítica implacable. Al refutar
la existencia de las mónadas espirituales de Leibniz, Lomonósov llamó
a los corpúsculos “mónadas físicas”. Las ideas que desarrolló
contienen elementos de dialéctica. Muestra ya que el mundo que nos
rodea se desarrolla sin cesar y sufre cambios continuos. En su obra
“De las capas de la tierra”, habla de los cambios del desarrollo
evolutivo de los reinos animal y vegetal, expone una teoría audaz del
origen vegetal de la turba, del carbón, del petróleo, del ámbar, una
teoría evolutiva del origen de los suelos. Para Lomonósov, el
movimiento existe eternamente. En su obra “Del peso de los cuerpos y
del carácter eterno del primer movimiento” escribía: “…El primer
movimiento no puede tener comienzo jamás, sino que debe durar
eternamente”.

Lomonósov era partidario de la teoría materialista del conocimiento:
la fuente del conocimiento es el mundo exterior que actúa sobre
nuestros órganos de los sentidos. Adversario resuelto de la teoría
idealista cartesiana de las ideas innatas (ver) y de la experiencia
mental de Locke (ver), preconizaba la fusión de los datos de la
experiencia con las conclusiones teóricas. Criticaba a los que
separaban el conocimiento racional de la percepción sensorial y
oponían metafísicamente la síntesis al análisis. En su teoría del
conocimiento Lomonósov asignaba un lugar importante a la experiencia,
en el sentido estrecho de experiencia científica y de percepción
sensorial de la realidad objetiva. Lomonósov sometió a una viva
crítica la teoría idealista de las “cualidades secundarias”, mostrando
que estas cualidades tienen una existencia tan objetiva como las
cualidades primarias. (ver Cualidades primarias y cualidades
secundarias).

“A partir de Lomonósov se inicia nuestra literatura”, escribía
Belinski. Lomonósov fue el fundador de la gramática rusa. En lugar
de los esquemas escolásticos decadentes, Lomonósov creó una gramática
fundada sobre la lengua rusa hablada, viva. Como poeta, llamaba por
medio de sus versos al desarrollo de las ciencias y de las artes en
Rusia, a la difusión de la instrucción en el pueblo ruso. Durante
muchos años, Lomonósov luchó por la creación de una ciencia nacional,
e hizo mucho por el desarrollo de las ciencias naturales en Rusia, por
la unión de la ciencia de vanguardia y de las tareas prácticas.
Lomonósov fue el primer sabio ruso que llegó a ser académico. Fundó
la Universidad de Moscú (1755), y abogó y luchó por una reorganización
de la Academia de Ciencias. En su lucha contra el clero estigmatizó
sin piedad la ignorancia de los popes. Como historiador y patriota,
era adversario de toda falsificación de la historia rusa, y se opuso
al predominio, en el seno de la Academia de Ciencias, del “partido
alemán” reaccionario. Lomonósov amaba ardientemente a su pueblo y
tenía fe en el gran porvenir de su país.

Diccionario filosófico · 1965:283-284

Mijaíl Vasílievich Lomonósov (1711-1765)

Personalidad rusa de saber enciclopédico, fundador de la filosofía
materialista en su país. Hijo de campesinos. Ingresó en la Academia
eslavo-greco-latina de Moscú (1731), fue enviado a la Academia de
Ciencias de Petersburgo (1736) (por ser el mejor alumno), y luego al
extranjero, a la Universidad de Marburgo: en 1741, regresó a Rusia.
La obra de Lomonósov es de una diversidad extraordinaria; son
especialmente grandes sus méritos en el terreno de la física y de la
química. Fue asimismo importante su contribución a la filología, a la
historia y a la poesía. De Lomonósov arranca la tradición
materialista de la filosofía rusa. Como materialista, luchó Lomonósov
contra las concepciones especulativas dominantes en la ciencia de
aquel tiempo. A las teorías idealistas, contraponía la idea del
origen natural de los cuerpos de la naturaleza. En el trabajo “De las
capas terrestres” (1763) expuso la idea de que los reinos animal y
vegetal están sujetos a evolución y señaló la necesidad de estudiar
las causas del cambio de la naturaleza. “Hay listos a quienes les
resulta fácil ser filósofos –escribe– aprendiéndose de memoria cinco
palabras: ‘Dios lo ha creado así’, y dándolas como respuesta en lugar
de todas las causas”. Para explicar los fenómenos de la naturaleza,
tomaba como idea básica la de cambio de la materia, –a la que
consideraba compuesta de partículas diminutas, “elementos” (átomos),
unidos en “corpúsculos” (moléculas) y no concebía la materia separada
del movimiento. Expresó esta idea en la ley de la conservación de la
substancia y el movimiento, que formuló en carta del 5 de junio de
1748 dirigida a Euler (Ley de la conservación de la energía).
Lomonósov se manifestó enérgicamente contra las concepciones
anticientíficas dominantes en la ciencia natural del siglo XVIII. En
su trabajo “Consideraciones sobre la causa del calor y del frío”
(1749) rechaza el concepto de calórico como especie singular de
materia calorífica y señala que es necesario buscar la causa de los
procesos del calor en el movimiento de las partículas de la materia.
Ello conduce a Lomonósov a la suposición de que la diversidad de los
fenómenos de la naturaleza está condicionada por las distintas formas
del movimiento de la materia. Según Lomonósov, las propiedades
principales de la materia son: extensión, fuerza de la inercia, forma,
impenetrabilidad y movimiento mecánico. Lomonósov consideraba al
“primer impulso” como una de las causas del desarrollo de la
naturaleza, siguiendo también en este caso el punto de vista del
materialismo mecanicista. En gnoseología, Lomonósov defendía
posiciones materialistas. Entendía que la fuente del conocimiento
radicaba en la acción del mundo exterior sobre los órganos de los
sentidos, combatía la teoría de las “ideas innatas” y la doctrina de
las “cualidades secundarias”. Confiriendo, en la cognición, un gran
lugar a la experiencia, suponía, al mismo tiempo, que únicamente la
unión de los métodos empíricos con las generalizaciones teóricas puede
conducir a la verdad. Lomonósov es el fundador de una ciencia, nueva
en su tiempo: la química física; fue el primero en establecer que el
planeta Venus está rodeado de atmósfera, introdujo en la química el
método del análisis cuantitativo en calidad de procedimiento
sistemático de investigación, &c. Son muy relevantes los méritos de
Lomonósov en el avance del estudio geológico y geográfico de Rusia, en
el desarrollo de la minería y de la cerámica. Lomonósov es el
fundador de la Universidad de Moscú (1755), y preparó una pléyade de
científicos rusos que contribuyeron al progreso de la ciencia natural
y de la filosofía materialista en Rusia. Por su manera de ver los
fenómenos sociales, Lomonósov pertenecía a la Ilustración, consideraba
que la vida de la sociedad sólo puede mejorarse mediante la
instrucción y el perfeccionamiento de las costumbres. A juicio de
Lomonósov, una de las causas de la ignorancia de las masas es el
oscurantismo de los sacerdotes. En la lucha contra el clero, mantenía
un criterio racionalista, con tendencias al deísmo. Los trabajos
poéticos e históricos de Lomonósov están impregnados de patriotismo.
En su obra Historia Antigua de Rusia (editado en 1766), refutó la
falsificación que los historiadores extranjeros hacían de la
originalidad del carácter del pueblo ruso.

Diccionario de filosofía · 1984:261

Mijaíl Vasílievich Lomonósov (1711-1765)

Científico enciclopedista ruso, fundador de la filosofía materialista
en Rusia. Hijo de campesino. En 1731 ingresó en la Academia
Eslavo-Griego-Latina en Moscú, en 1736 fue enviado a la Academia de
Ciencias de San Petersburgo y, más tarde, al extranjero a la
Universidad de Marburgo. En 1741 regresó a Rusia. La obra creadora
de Lomonósov es excepcionalmente diversa, son particularmente grandes
sus méritos en el desarrollo de la física y la química. Hizo también
aportes a la filología, la historia y la poesía rusas. Siendo
materialista, Lomonósov luchó contra las concepciones especulativas
dominantes en la ciencia de aquel entonces. En la obra De las capas
terrestres (1763) formuló la hipótesis acerca de la evolución del
reino vegetal y animal, señalando la necesidad de estudiar las causas
del cambio de la naturaleza. Basando la explicación de los fenómenos
de la naturaleza en el cambio de la materia compuesta por partículas
minúsculas –“elementos” (átomos)–, unidas en “corpúsculos”
(moléculas), Lomonósov no concebía la materia separada del movimiento.
Expresó esta idea en la ley de la conservación de la materia y del
movimiento, que formuló en la carta del 5 de julio de 1748 a Euler
(Ley de la conservación de la energía). En el trabajo
“Consideraciones sobre la causa del calor y del frío” (1749) rechaza
el concepto de “calórico” como variedad especial de la materia
calorífica y muestra que la causa de los procesos térmicos hay que
buscarla en el movimiento de las partículas de la materia. Esto
conduce a Lomonósov a la suposición de que la diversidad de los
fenómenos de la naturaleza está condicionada por las diversas formas
de movimiento de la materia. Según Lomonósov, las propiedades
principales de la materia son la extensión, la fuerza de la inercia,
la forma, la impenetrabilidad y el movimiento mecánico. Lomonósov
reconocía el “primer impulso” como causa del desarrollo de la
naturaleza, siguiendo también en este caso la interpretación del
materialismo mecanicista. En gnoseología, Lomonósov sostuvo
posiciones materialistas. Considerando que la fuente del conocimiento
es la influencia del mundo exterior sobre los órganos de los sentidos,
Lomonósov impugnó la teoría de las ideas innatas. Concediendo en el
conocimiento un gran lugar al experimento, Lomonósov a la vez suponía
que sólo la conjugación de los métodos empíricos con las
sintetizaciones teóricas puede conducir a la verdad. Lomonósov fue el
primero en establecer que el planeta Venus está rodeado de atmósfera.
Son grandes los méritos de Lomonósov en el desarrollo del estudio
geográfico y geológico de Rusia y en la organización de la minería y
la industria de porcelana. En 1755 fundó la Universidad de Moscú en
la que preparó toda una pléyade de científicos rusos que contribuyeron
al desarrollo de las ciencias naturales y de la filosofía materialista
en Rusia. En la concepción de los fenómenos sociales, Lomonósov
compartía el punto de vista ilustrador, considerando que se podía
mejorar la vida de la sociedad únicamente por medio de la ilustración
y del perfeccionamiento de las costumbres. Sostenía que una de las
causas del obscurantismo de las masas populares la constituía la
ignorancia de los curas. En la lucha contra el clero mantuvo
posiciones racionalistas, inclinándose al deísmo. Las obras poéticas
e históricas de Lomonósov están presididas de patriotismo. En su
trabajo Historia Antigua de Rusia (ed. 1766) Lomonósov refuta la
falsificación por los historiadores extranjeros del carácter original
del pueblo ruso.

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