No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946
No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959
Diccionario filosófico · 1965:287
Martín Lutero (1483-1548)
Relevante personalidad de la Reforma, fundador del protestantismo.
Ejerció una gran influencia sobre todas las esferas de la vida
espiritual de Alemania en los siglos XVI-XVII. La traducción que hizo
de la Biblia contribuyó altamente a la formación de la lengua nacional
alemana. Lutero era partidario de una reforma burguesa moderada.
Negaba que la Iglesia y el clero sirvieran de mediadores entre el
hombre y Dios. La “salvación” del hombre, afirmaba, no depende de que
se cumplan “buenas obras”, de que se observen misterios y ritos, sino
de la sinceridad de su fe. La fuente de la verdad religiosa se halla
en el Evangelio, no en la “tradición sagrada” (decisiones de los
concilios de la Iglesia, dictámenes de los papas, etc.). En estas
tesis se refleja el conflicto entre la concepción que en un principio
tenía del mundo la burguesía y la ideología que sostenían el
feudalismo y la Iglesia. Por otra parte, Lutero se manifestaba contra
las teorías que eran expresión de los intereses materiales de la clase
media de Alemania, criticaba la teoría del derecho natural, las ideas
humanistas de la primera época burguesa, los principios relativos a la
libertad de comercio. En la Gran Guerra Campesina (1525), Lutero se
situó al lado de la clase dominante. “Lutero –escribió Marx– sólo
venció a la esclavitud por devoción, colocando en su lugar a la
esclavitud por convicción” (t. I, pág. 422).
Diccionario de filosofía · 1984:264
Martín Lutero (1483-1548)
Notable personalidad de la Reforma, fundador del protestantismo.
Ejerció gran influencia sobre todos los aspectos de la vida espiritual
de Alemania de los siglos 16-17. Su traducción de la Biblia desempeñó
un importante papel en la formación de la lengua nacional alemana.
Lutero era partidario de la Reforma burguesa moderada. Negaba el
papel de la Iglesia y el clero como intermediarios entre el hombre y
Dios. La “salvación” del hombre, afirmaba, no depende de sus “buenas
obras” ni del cumplimiento de ritos, sino de la sinceridad de su fe.
La fuente de la verdad religiosa no es la “leyenda sagrada” (las
decisiones de concilios eclesiásticos, los juicios del papa, etc.),
sino el Evangelio. En estas exigencias se expresó el conflicto de la
concepción del mundo burguesa de aquel entonces con la ideología
feudal y la iglesia. Al mismo tiempo, Lutero repugnaba las doctrinas
que expresaban los intereses materiales de la burguesía alemana,
criticó la teoría del derecho natural, las ideas del humanismo burgués
de aquel período y los principios del libre cambio. En la Guerra
Campesina (1525), Lutero se puso al lado de la clase dominante.