MAO TSE-TUNG

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

Diccionario filosófico abreviado · 1959:314-317

Mao Tse-tung

Eminente dirigente del Partido Comunista de China, gran teórico del
marxismo, organizador de la victoria del pueblo chino. Nacido el 26
de diciembre de 1893, en el seno de una familia de campesinos de la
aldea de Chaochan, provincia de Hunán, comenzó a trabajar, desde los
seis años de edad, en el campo junto con los adultos. A los ocho años
entra en la escuela. En 1911 estalla la revolución, y Mao Tse-tung se
incorpora al ejército revolucionario. Fracasada la revolución, los
militaristas chinos ocuparon el lugar de la dinastía manchú. Mao
Tse-tung abandonó el ejército en 1913 y entró en la primera escuela
normal de Hunán, en Chang-sha. Pronto se puso a la cabeza de los
estudiantes revolucionarios y organizó en la escuela un grupo de
estudiantes El nuevo pueblo. “En la escuela”, escribía más tarde,
“logré agrupar a mi alrededor a los estudiantes cuyas ideas y
aspiraciones eran cercanas a las mías. Esta célula sirvió de base a
una organización que ejerció posteriormente una gran influencia sobre
los destinos de China”. En 1919, Mao Tse-tung organizó a los jóvenes
de Hunán con el fin de sostener el Movimiento del 4 de mayo, campaña
antiimperialista lanzada por los estudiantes de Pekín, que señaló el
comienzo de un gran movimiento antifeudal y antiimperialista.

La Gran Revolución Socialista de Octubre en Rusia había ejercido una
gran influencia sobre este movimiento. “Bajo la influencia de la
teoría revolucionaria marxista y de la Gran Revolución Socialista de
Octubre en Rusia”, escribe, “creé, durante el invierno de 1920, una
primera organización política de obreros en Chang-sha. Desde
entonces, me considero marxista”. En julio de 1921, tuvo lugar el I
Congreso del Partido Comunista chino, y Mao Tse-tung tomó parte en él
como delegado de Hunán. En el III Congreso del P. C. de China se
tomó una decisión histórica relativa a la alianza del Partido
Comunista y el Kuomintang dirigido por Sun Yat-sen, con el fin de
formar un frente único contra el imperialismo y los militaristas
feudales. El Congreso condenó el oportunismo de derecha de Chen
Tu-sieú y el sectarismo de Chang Kuo-tao; subrayó la necesidad de
conservar la independencia política y orgánica de los comunistas en el
seno del frente único con el Kuomintang revolucionario. Mao Tse-tung
fue uno de los que defendieron resueltamente la línea
marxista-leninista del partido. En ese Congreso fue elegido miembro
del Buró político del P.C.Ch.

Después de las represiones sangrientas desencadenadas por los
imperialistas ingleses y japoneses contra los trabajadores y los
estudiantes de Shangai en mayo de 1925, recorrió todo el país una ola
revolucionaria antiimperialista. El movimiento campesino tomó un
impulso poderoso. Durante el invierno de 1925, Mao Tse-tung se
dirigió a Hunán, su región natal. En pocos meses, bajo su dirección
inmediata, se crearon más de veinte asociaciones campesinas. En marzo
de 1926, Mao Tse-tung escribió su obra Las clases en la sociedad
china, en la cual subraya que los campesinos constituyen los aliados
más numerosos y más fieles del proletariado chino. Preveía que con el
ascenso de la revolución se produciría una escisión en el seno de la
burguesía nacional y que su ala derecha pasaría al lado del
imperialismo. Mao Tse-tung advertía al partido que al participar en
el frente único nacional los comunistas no debían dejar desorganizar
ese frente a la burguesía nacional. En el otoño de 1926, Mao Tse-tung
llegó a Shangai para dirigir la sección campesina del C.C. del
P.C.Ch. En esa época, los oportunistas de derecha con Chen Tu-sieú a
la cabeza, se esforzaban en liquidar el movimiento de masas de los
obreros y campesinos, haciéndole así el juego al ala reaccionaria del
Kuomintang. Los oportunistas se encarnizaban sobre todo con el
campesinado, que se había alzado en una lucha heroica. Mao Tse-tung
se dirigió a Hunán a fin de estudiar el movimiento campesino en el
lugar de los hechos. En el informe que hizo de ese viaje escribía:
“Dentro de poco tiempo asistiremos al levantamiento de centenares de
millones de campesinos en todas las provincias de China central, del
Sur y del Norte; serán impetuosos e irresistibles como el huracán, y
ninguna fuerza podrá contenerlos. Romperán sus cadenas y se lanzarán
a su liberación”.

Después del golpe de Estado contrarrevolucionario del Kuomintang (7 de
agosto de 1927), se realizó una Conferencia extraordinaria del Partido
en la cual Mao Tse-tung tomó una parte activa. El jefe de los
oportunistas Chen Tu-sieú fue relevado de su puesto de secretario
general del C.C. En ejecución de la nueva orientación política
elaborada en la conferencia, el Partido envió a Mao Tse-tung a Hunán a
fin de organizar la insurrección campesina.

Conjuntamente con Chu Dé, Mao Tse-tung creó el Ejército Rojo chino,
que se formó y forjó inspirándose en los principios de la guerra de
guerrillas: “El enemigo ataca, nosotros nos replegamos; el enemigo se
detiene, nosotros lo acosamos; el enemigo está fatigado, nosotros lo
batimos; el enemigo se bate en retirada, nosotros lo perseguimos”.
Mao Tse-tung exhortaba a los comunistas chinos a estudiar
cuidadosamente la experiencia de la guerra civil en Rusia. Toda la
parte sur de la provincia de Kiangsí se convirtió en teatro de
operaciones del Ejército Rojo. En otras provincias del Centro y del
Sur se crearon también destacamentos del Ejército Rojo y bases
revolucionarias. En abril de 1930, un grupo de oportunistas de
“izquierda” con Li Li-sang a la cabeza se apoderó de la dirección del
C. C. del Partido Comunista. Este grupo impulsaba al partido a las
aventuras, a la organización de insurrecciones armadas en todas las
grandes ciudades del país. Bajo la dirección de Mao Tse-tung, el
Partido Comunista combatió esta línea errónea. En setiembre de 1930,
en la tercera Asamblea Plenaria del C. C., Li Li-sang reconoció sus
errores y abandonó la dirección del C. C.

El 7 de noviembre de 1931, se formó en Yui-tsing (provincia de
Kiangsí) un gobierno obrero campesino dirigido por Mao Tse-tung. En
lucha contra los oportunistas, Mao Tse-tung orientaba los esfuerzos
del Partido para reforzar las bases revolucionarias y consolidar los
éxitos del Ejército Rojo. Bajo su dirección, fueron rechazadas cuatro
ofensivas dirigidas por Chang Kai-shek en el período comprendido entre
diciembre de 1930 y febrero de 1933.

Sin embargo, otro grupo de oportunistas de “izquierda”, dirigido por
Wang Min (Chen Shao-yu), impidió la explotación de estos éxitos. La
política desastrosa de ese grupo hizo que la quinta ofensiva de Chang
Kai-shek no pudiera ser detenida. En octubre de 1934, las unidades
del Ejército Rojo comenzaron su célebre gran marcha. En la reunión
del Comité Central de enero de 1935, Mao Tse-tung y sus camaradas de
lucha derrotaron a los oportunistas de “izquierda”, quienes fueron
relevados de sus puestos. Mao Tse-tung se puso al frente de la nueva
dirección del Partido. Bajo su dirección el grupo de oportunistas de
derecha de Chang Kuo-tao fue igualmente vencido en esa época.

La gran marcha terminó con éxito, y Mao Tse-tung se consagró al
estudio de los problemas tácticos que imponía la lucha contra el
imperialismo japonés. Sometió a una crítica firme las concepciones
erróneas de los oportunistas de “izquierda” según las cuales, la
burguesía nacional china sería incapaz de unirse a los obreros y a los
campesinos en la lucha contra el imperialismo japonés. Mao Tse-tung
mostró claramente que era perfectamente posible y necesario crear un
frente único antijaponés. Gracias a la dirección clarividente de Mao
Tse-tung, las fuerzas patrióticas se fueron agrupando cada vez más en
torno al Partido Comunista y el país entero se preparó a dar su
respuesta a los invasores. En esas condiciones, era necesario extraer
las enseñanzas de la larga experiencia militar del Partido, enfilar la
lucha contra el oportunismo de “izquierda” y de derecha en el plano
militar, elaborar la línea táctica y estratégica en la guerra
revolucionaria que se avecinaba. Esta tarea fue cumplida por Mao
Tse-tung en su obra Los problemas estratégicos de la guerra
revolucionaria en China (1936). En el período en que se creó el
frente único antijaponés, cuando los comunistas salían de la
clandestinidad a la retaguardia del Kuomintang, la firmeza ideológica
y orgánica en las filas del Partido se imponía insistentemente. Con
este fin, era preciso denunciar definitivamente el oportunismo de
derecha y de “izquierda” como agentes de una influencia hostil en el
seno del Partido, poner en descubierto la inconsistencia ideológica de
los grupos antipartido. Mao Tse-tung dio cumplimiento a estas tareas
en sus obras filosóficas A propósito de la práctica (1937) y En torno
a la contradicción (1937). Esas obras constituyen ejemplos notables
de aplicación de la filosofía marxista-leninista a la historia
concreta de China y del pueblo chino en lucha por su libertad.
Aplicando la dialéctica materialista a los problemas tácticos de la
revolución, Mao Tse-tung refuta allí las tesis del Kuomintang sobre la
posibilidad de un “tercer camino” para el desarrollo de China, y
muestra que la revolución china sólo puede triunfar con el sostén de
la Unión Soviética y del campo antiimperialista entero. “China se
desarrollará sobre un camino no capitalista. Quien se oponga a esa
corriente histórica”, escribía Mao Tse-tung, “se romperá los dientes”.

La situación se complicaba. La camarilla de Chang Kai-shek
desencadenaba, una tras otras, sus ofensivas anticomunistas. Las
tropas del Kuomintang cercaban la Región Especial. Los ocupantes
japoneses aplicaban a las regiones liberadas la táctica de tierra
arrasada. Todos los esfuerzos de los enemigos exteriores e interiores
fueron desbaratados con éxito. Durante 1943, las regiones liberadas
se consolidaron y se extendieron. Las fuerzas de los comunistas se
multiplicaron.

En el transcurso de este período adquirió una importancia particular
lo que se llamó el “Movimiento por la rectificación del estilo en las
filas del Partido”, bajo la dirección de Mao Tse-tung. En sus
artículos titulados “Reorganicemos nuestros estudios” (mayo de 1941),
“Contra las formas mecanicistas en el trabajo del Partido” (febrero
del año 1942), Mao Tse-tung enseñaba a los comunistas chinos cómo
aplicar de una manera creadora la teoría marxista-leninista a la
práctica de la lucha revolucionaria en China y los exhortaba a
renunciar al estilo viciado consistente en aprender mecánicamente
ciertas fórmulas marxistas por una parte, y a descuidar la teoría por
la otra. A partir del “Movimiento por la rectificación del estilo”,
el nivel ideológico de los miembros del Partido se elevó
sensiblemente, lo que permitió dirigir políticamente y conducir a la
victoria la lucha por la revolución democrática popular.

Las victorias decisivas obtenidas por el pueblo soviético en la gran
guerra nacional contra los invasores fascistas, ejercieron una fuerte
influencia en la lucha de la liberación en China. Las fuerzas
patrióticas apretaron más estrechamente aún las filas en torno del
Partido Comunista y exigieron la reorganización del gobierno del
Kuomintang según los principios democráticos. Mao Tse-tung expresó
las aspiraciones del pueblo en su informe A propósito del gobierno de
coalición que presentó en el VII Congreso del Partido Comunista Chino
(1945). En ese informe puso en claro las dos líneas seguidas en la
guerra antijaponesa: la línea del P.C.Ch. orientada hacia el
desencadenamiento de la guerra popular, y la línea del Kuomintang
consistente en hacer la guerra sin el pueblo y contra el pueblo. Mao
Tse-tung mostró teóricamente que la primera línea conducía, por una
necesidad histórica, a la victoria, y la segunda, a la derrota. En su
informe presentó un programa completo de edificación de la China
nueva. Después de la derrota de la Alemania fascista y del Japón
imperialista, la camarilla de Chang Kai-shek desencadenó la guerra
civil con ayuda de los imperialistas norteamericanos (verano de 1946).
Pero el Ejército de Liberación Popular bajo la dirección de Mao
Tse-tung derrotó al ejército del Kuomintang, cuyos efectivos ascendían
a varios millones de hombres. El pueblo chino fue liberado para
siempre del yugo del imperialismo. El primero de octubre de 1949 fue
proclamada la República Popular China y se formó un gobierno popular
con Mao Tse-tung a la cabeza. Poco antes de esta victoria histórica
había escrito su obra De la dictadura democrática del pueblo. Allí
definió el nuevo poder instaurado después de la derrota de la reacción
imperialista y feudal, como una dictadura democrática del pueblo,
fundada en la alianza de los obreros y campesinos y dirigida por la
clase obrera. Esta obra de Mao Tse-tung sirvió de base al Programa
general del Consejo Consultivo de la República Popular China.

La República Popular China, dirigida por el Partido comunista registró
en corto plazo inmensos éxitos. La China nueva, bajo la dirección del
Partido Comunista con Mao Tse-tung a la cabeza, se ha transformado en
poderoso bastión de la paz y la democracia, y ha emprendido con paso
seguro el camino de la edificación de los fundamentos del socialismo.

No figura en el Diccionario filosófico · 1965

No figura en el Diccionario de filosofía · 1984

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