RAMAKRISHNA

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959

Diccionario filosófico · 1965:390

Ramakrishna (1836-1886)

(nombre verdadero: Gadadjar Chatterdzhi.) Eminente personalidad india
de mediados del siglo XIX, reformador del hinduismo. Propugnaba para
toda la humanidad una religión única, cuyos principios filosóficos
había tomado de los vedanta y de los shactitantri. Intentaba
conciliar las distintas escuelas vedanta presentándolas bajo el
aspecto de distintos grados de la experiencia espiritual yoga.
Reconocía como principio supremo del ser el absoluto de Shankara
(nirguna brahman) privado de diferencias internas, y al mismo tiempo
se manifestaba contra la concepción del mundo como ilusorio, defendía
la importancia de la actividad social. Tenía de esta última un
concepto sumamente estrecho y la reducía, en esencia, a la filantropía
y a la preocupación por el “perfeccionamiento espiritual” universal.
En tal perfección, veía Ramakrishna la clave para superar las
calamidades del siglo de hierro (kali-yuga) caracterizado por el poder
omnímodo del dinero, por el dominio de los esclavizadores extranjeros,
etc. En sus comentarios sobre el kali-yuga, las vivas denuncias
acerca de las consecuencias del dominio colonial inglés se combinan
con la ingenua convicción de que puede producirse un renacimiento de
la ciencia gracias a la fe. El ideario de Ramakrishna no rebasaba los
límites de la protesta pasiva contra el régimen colonial. No
obstante, su propaganda acerca de la religión única, en las
condiciones que entonces existían en la India, con sus numerosas
sectas y creencias religiosas –supervivencias de la ideología feudal–,
resonaba como un llamamiento singular a la unidad nacional.

Diccionario de filosofía · 1984:361-362

Ramakrishna (1836-1886)

Reformador del hinduísmo, personalidad pública de la India.
Ramakrishna predicaba la religión única de toda la humanidad, cuyas
premisas filosóficas fueron tomadas del sistema del vedanta.
Procuraba conciliar las distintas escuelas de dicho sistema,
presentándolas como grados de la experiencia espiritual yoga.
Reconociendo como principio máximo del ser lo absoluto, privado de las
diferencias internas, se pronunciaba contra la concepción del carácter
ilusorio del mundo y defendía la importancia de la actividad social.
Pero entendía esta última de modo muy estrecho, reduciéndola en lo
fundamental a la filantropía y a la preocupación por el
“perfeccionamiento espiritual” universal. En ello veía Ramakrishna la
clave para superar las calamidades del “siglo de hierro”, que se
caracteriza por la omnipotencia del dinero, el dominio de los
sojuzgadores extranjeros, etc. En sus enunciados, las airadas
denuncias de los efectos del dominio colonial inglés se conjugan con
la convicción ingenua en el renacimiento de la nación con ayuda de la
fe. La prédica de Ramakrishna no rebasó el marco de la protesta
pasiva contra el orden colonial. No obstante, en las condiciones de
la India de aquel entonces, con sus numerosas sectas y doctrinas
religiosas, que constituían supervivencias de la ideología feudal, la
propaganda por Ramakrishna de una religión única sonaba como peculiar
llamamiento a la unidad nacional.

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