RUSKIN, John

John Ruskin (1819-1900)

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959

Diccionario filosófico · 1965:408

Crítico inglés de arte. Estudió en la Universidad de Oxford, de la
que luego fue profesor (1869-84). Sobre las concepciones idealistas
de Ruskin influyó Carlyle. Desde las posiciones del romanticismo
conservador, Ruskin criticó la sociedad burguesa, su parasitismo y la
decadencia de las costumbres; veía la “raíz principal” de las guerras
injustas en la “voluntad de los capitalistas”. El ideal de Ruskin era
la producción artesana de tipo patriarcal, cuyo restablecimiento
propugnaba. Entendía que el medio para librarse de los males sociales
radicaba en la formación y educación moral de las personas, y asignaba
en este plano un papel inmenso al arte. El sentimiento estético es
innato al hombre. El arte nace de un “instinto de imitación” y de un
deseo instintivo de plasmar o describir algo; mas su base objetiva es
la belleza divina de la naturaleza no hollada por el hombre. El arte
perfecto reproduce la hermosura de la realidad y a través de ella
eleva moralmente al hombre. Ruskin ejerció gran influencia sobre la
vida cultural de Inglaterra. Obras principales: Pintores modernos
(1843-60, 5 t.), Piedras de Venecia (1851-53, 3 t.), Conferencias
sobre arte (1870), El arte de Inglaterra (1884).

Diccionario de filosofía · 1984:372

Crítico del arte, esteta y publicista inglés. Sobre sus concepciones
idealistas ejerció influencia Carlyle. Desde el punto de vista del
romanticismo conservador, Reskin criticó la sociedad burguesa, su
parasitismo y degradación. Advertía la “principal raíz” de las
guerras injustas en la desigualdad social, la codicia y la voluntad
malévola de los capitalistas. El ideal de Reskin es utópico: un
régimen en el que dominan el trabajo libre y la producción patriarcal
artesana, al resurgimiento de la cual llamaba él. Reskin consideraba
que el medio para acabar con las calamidades sociales eran la
instrucción general y la educación moral de los individuos,
concediendo un inmenso papel en este ámbito al arte. Un arte perfecto
refleja los altos valores morales de la nación, reproduce la belleza
de la realidad y, a través de ello, enaltece al hombre en el sentido
moral. Tal era, a modo de ver de Reskin, el arte medieval. Reskin
ejerció una gran influencia sobre la vida cultural de Inglaterra.
Obras fundamentales: Piedras de Venecia (3 tomos, 1851-53),
Conferencias sobre arte (1870), El arte de Inglaterra (1883).

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