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Diccionario filosófico marxista · 1946:286
Baruj (Benedicto) Spinoza (1632-1677)
Spinoza fue un gran filósofo holandés, materialista y ateo. Refutaba
a dios como creador de la Naturaleza, considerando, que la propia
Naturaleza es dios. Al llamar a la Naturaleza dios, Spinoza quiso
significar que la Naturaleza es la causa de sí misma, que ella misma
lleva implícita la causa de su propia existencia y de la de todos los
objetos. Sometiendo a una crítica severa el dualismo de Descartes
(ver), Spinoza creó un grandioso sistema monista, en el que la
extensión y el pensamiento son declarados atributos (propiedades
esenciales) de la sustancia única, la Naturaleza. Spinoza concebía el
movimiento como un desplazamiento mecánico del cuerpo en el espacio y
no lo consideraba como un atributo de la sustancia, atribuyéndolo sólo
a los objetos individuales. De ello resultó que según la filosofía de
Spinoza solamente los objetos individuales cambian, pero la Naturaleza
en su conjunto permanece siempre inmutable. En la teoría del
conocimiento, Spinoza era el continuador del racionalismo de
Descartes, considerando, que el conocimiento auténtico se logra por la
propia razón, sin la ayuda de los sentidos. La aplastante mayoría de
los historiadores burgueses de la filosofía consideran incorrectamente
a Spinoza como un panteísta (ver: Panteísmo). En realidad, era un
ateo y criticaba acerbamente la religión, por lo que en 1656 fue
anatematizado y expulsado de la comunidad hebrea. Por sus
concepciones políticas, Spinoza era partidario de la democracia
burguesa. El materialismo de Spinoza ejerció gran influencia sobre
los materialistas franceses y la “ilustración” alemana del siglo
XVIII. Las obras fundamentales de Spinoza son: Tratado sobre la
reforma del entendimiento, escrito alrededor de 1662; Tratado
teológico-político, 1666-1670; Ética (ver), 1662-1675; Epístolas,
1661-1676.
Diccionario de filosofía y sociología marxista · 1959:31
Baruch (Benito) Espinosa (1632-1677)
Notable filósofo materialista holandés. Espinosa negaba a Dios como
creador de la naturaleza, considerando que Dios es la naturaleza
misma. Llamando a la naturaleza Dios, Espinosa expresaba, con eso
mismo, que la naturaleza es causa de sí propia; que ella misma
contiene en sí la causa, tanto de su existencia, como la de todas las
cosas. A diferencia del dualismo (ver) de Descartes, Espinosa creó un
sistema monista, en el que el pensamiento y la extensión se declaran
como atributos (propiedades esenciales) de una substancia única: la
naturaleza. Espinosa entendía el movimiento como un desplazamiento
mecánico del cuerpo en el espacio y no lo consideraba atributo de la
materia, prescribiéndolo sólo a las cosas unitarias. De ahí que en la
filosofía de Espinosa resultara que cambian solamente las cosas por
separado, pero la naturaleza, en su todo, permanece siempre inmutable.
En la teoría del conocimiento, Espinosa fue un continuador del
racionalismo de Descartes y consideraba que el conocimiento verdadero
se obtiene por la propia razón, sin la ayuda de los sentidos.
Diccionario filosófico abreviado · 1959:477-482
Baruch (Benedicto) Spinoza (1632-1677)
Ilustre filósofo holandés, materialista y ateo, ideólogo de las capas
democráticas de la burguesía. Su concepción del mundo se formó en la
época en que las relaciones capitalistas se desarrollaban intensamente
en los Países Bajos. En esos años, el pueblo holandés defendía su
independencia amenazada por España y por otras potencias, y la
burguesía se hallaba en conflicto con el régimen feudal.
Interpretando las aspiraciones de la burguesía ascendente, Spinoza
preconizaba la libertad de la ciencia y el desarrollo de la
instrucción, a la que consideraba como un remedio contra todos los
males sociales. Su sistema debía servir de fundamento teórico a las
libertades burguesas. Spinoza negaba la existencia de un Dios
creador, y afirmaba que la misma naturaleza es Dios, subrayando con
eso, que la naturaleza es su propia causa, la causa y la esencia de
todo lo que existe. Engels apreciaba mucho el célebre principio de
Spinoza “causa sui”. “Es un gran honor para la filosofía de esa
época”… escribe Engels, “el que haya insistido, desde Spinoza hasta
los grandes materialistas franceses, en explicar el mundo por sí
mismo, dejando a la ciencia de la naturaleza del porvenir el cuidado
de ofrecer las justificaciones de detalle” (Engels, Dialéctica de la
naturaleza. Ed. rusa).
Criticando resueltamente el dualismo de Descartes (ver), Spinoza creó
un sistema monístico en el que el pensamiento y la extensión son los
atributos de una substancia única, la naturaleza. Pero al profesar
que el pensamiento es el atributo de toda materia, Spinoza exponía una
idea errónea, la de la animación universal de la materia. Entendía
por movimiento el desplazamiento mecánico de los cuerpos en el
espacio, pero no lo admitía más que para los objetos singulares y no
como atributo de la substancia. Sólo las cosas aisladas se modifican,
mientras que la naturaleza en su conjunto es inmutable, existe al
margen del tiempo. Spinoza resolvió igualmente de una manera
metafísica los problemas de la causalidad, de la necesidad y de la
contingencia. Según él, el determinismo riguroso es incompatible con
la contingencia; todo lo que se cumple en la naturaleza es necesario.
Es ésta una concepción metafísica. En realidad, la necesidad no
excluye la contingencia, que es una manifestación de ella. Sin
embargo, la filosofía de Spinoza contiene elementos dialécticos: el
principio “causa sui” traduce la interdependencia de las cosas, su
acción recíproca, su encadenamiento. Spinoza aborda como dialéctico
la cuestión de la libertad y la necesidad. Estima que la libertad es
una necesidad de la que se ha adquirido conciencia. En su psicología,
concede un lugar importante a la teoría de las “pasiones” (placer,
dolor, etc.). Al hacerse conscientes, las pasiones se convierten en
voluntad. Spinoza califica de servidumbre la impotencia del hombre
para limitar, domar sus pasiones. La libertad consiste en saber
dominarlas. La razón debe prevalecer sobre todas las pasiones.
Continuando al racionalismo cartesiano, Spinoza sostiene que la razón
sola, sin mediación de los sentidos, es capaz de conocer la verdad.
En sus investigaciones filosóficas, aplicaba el método geométrico. La
mayor parte de los filósofos burgueses lo consideraban,
equivocadamente, panteísta. En realidad, era ateo, y su crítica
áspera de la religión le valió el ser excomulgado por la sinagoga en 1556.
Su concepción de la sociedad es idealista y metafísica. La
organización de una sociedad “racional” depende, según él, de la
“purgación* del intelecto y del conocimiento de la “verdadera”
naturaleza del hombre. El materialismo de Spinoza ejerció una
considerable influencia sobre los materialistas franceses y los
filósofos alemanes del siglo XVIII. Obras principales: “Reforma del
entendimiento”, “Tratado teológico-político” (1670), “Ética”
(1662-1675). La Ética no fue publicada sino después de su muerte, por
sus amigos. Constituye la parte capital de sus “Obras póstumas”
prohibidas en 1678 bajo inculpación de contener “doctrinas impías y
sacrílegas”.
Diccionario filosófico · 1965:439-440
Baruch (Benedictus) Spinoza (1632-1677)
Filósofo materialista neerlandés. Por su independencia de espíritu en
materia religiosa fue expulsado de la comunidad confesional hebrea de
Amsterdam. Obras principales: Tratado teológico-político y Ética.
Spinoza es el creador del método geométrico en filosofía. La doctrina
de Spinoza se formó en la situación histórica que hizo de los Países
Bajos, después de haberse liberado del yugo de la monarquía feudal
española, un país capitalista avanzado. Al igual que las mentes mas
progresivas de su tiempo, Francis Bacon y Descartes, Spinoza creía que
el fin del saber consistía en conquistar el dominio sobre la
naturaleza y contribuir al perfeccionamiento del hombre. Completó la
filosofía de sus predecesores con la teoría de la libertad: trató de
la libertad humana como posible en el marco de la necesidad. Para
resolver este problema, se basó en su teoría de la naturaleza. En
contraposición al dualismo de Descartes, consideraba que solo existía
la naturaleza, la cual es causa de sí misma y no necesita de ninguna
otra cosa para su existencia. Como “naturaleza creadora”, la
naturaleza es substancia o, según la denominó Spinoza, Dios. De la
substancia, ser absoluto, Spinoza distingue el mundo de las cosas
finitas singulares (modos) tanto corporales como pensantes. La
substancia es una, los modos forman una multiplicidad innumerable. Un
entendimiento infinito podría comprender la substancia infinita en
todas sus especies o aspectos. Pero nuestra mente humana, finita,
llega a aprehender la esencia de la substancia como infinita
únicamente en dos aspectos: como “extensión” y como “pensamiento”, que
son atributos de la substancia. La teoría de Spinoza acerca de los
atributos de la substancia es materialista en su conjunto, pero
metafísica, dado que Spinoza no considera el movimiento como atributo
de la substancia. Partiendo de estos principios, Spinoza elaboró su
teoría del hombre. Según Spinoza, el hombre es un ser con un modo de
extensión –el cuerpo– al que corresponde el modo del pensamiento –el
alma–. Tanto por este modo como por el otro, el hombre es una parte
de la naturaleza. En la teoría acerca del modo del alma, Spinoza
redujo toda la complejidad de la vida psíquica a la razón y a las
pasiones o afectos –alegría, pena y apetitos–. Identificaba la
voluntad con la razón. Lo que impulsa la conducta del hombre, según
Spinoza, es la tendencia a la conservación de sí mismo y al provecho
personal. Rechazó la teoría idealista del libre albedrío, reconoció
la voluntad dependiente siempre de los motivos, pero al mismo tiempo
consideraba posible la libertad como conducta, fundada en el
conocimiento de la necesidad. Ahora bien, según la teoría de Spinoza,
la masa no puede ser libre, únicamente puede serlo el sabio.
Semejante concepción de la libertad es abstracta y antihistórica. En
la teoría del conocimiento, Spinoza prosigue la línea del
racionalismo. Elevó el conocimiento intelectual, fundado en el
entendimiento, sobre la especie inferior del conocimiento, el
sensorial, y reconoció el papel de la experiencia. Creta que la
especie superior de conocimiento intelectual era la de la visión
inmediata de la verdad o intuición mental. Declaró –siguiendo a
Descartes– que el criterio de la verdad estribaba en la claridad y en
la precisión. Spinoza influyó en gran manera en el desarrollo del
ateísmo y del librepensamiento, religioso y científico. El fin de la
religión no está en el conocimiento de la naturaleza de las cosas,
sino tan sólo en el adoctrinamiento de las personas a tenor de una
forma de vida moral. Por este motivo, ni la religión ni el Estado
deben atentar contra la libertad del pensamiento. En la teoría sobre
la sociedad, Spinoza es un continuador de Hobbes. A diferencia de
este último, no consideraba la monarquía como forma suprema de poder,
sino el gobierno democrático, y limitaba con exigencias de libertad la
omnipotencia estatal. Spinoza ejerció una fuerte influencia sobre el
materialismo metafísico de los siglos XVII-XVIII, y su independencia
de criterio en lo tocante a la religión, sobre el desarrollo ulterior
del ateísmo. Engels apreciaba mucho las concepciones filosóficas de
Spinoza: “Hay que señalar los grandes méritos de la filosofía de la
época, que… comenzando por Spinosa y acabando por los grandes
materialistas franceses, esforzóse tenazmente para explicar el mundo
partiendo del mundo mismo, dejando la justificación detallada de esta
idea a las ciencias naturales del futuro” (t. XX, pág. 350. Marx y
Engels, “Obras escogidas”, Ed. en Lenguas Extranjeras, Moscú, 1952,
t. II, pág. 58).
Diccionario de filosofía · 1984:409-410
Baruch (Benedictus) Spinoza (1632-1677)
Filósofo materialista de los Países Bajos. Por su librepensamiento
religioso fue excomulgado de la comunidad eclesiástica judía de
Amsterdam. Spinoza es autor del método geométrico en filosofía. La
doctrina de Spinoza se formó en la situación histórica posterior a la
liberación de los Países Bajos del yugo de la monarquía feudal
española, cuando éstos se convirtieron en un país capitalista
avanzado. Lo mismo que las ilustres mentes del siglo 17 –F. Bacon y
Descartes–, Spinoza consideraba que la finalidad del conocimiento
consiste en conquistar el dominio sobre la naturaleza y perfeccionar
al hombre. Spinoza completó la doctrina de sus predecesores con la
teoría de la libertad: mostró que la libertad humana es posible en el
marco de la necesidad. Resolviendo este problema, Spinoza se apoyaba
en su propia doctrina de la naturaleza. Contrariamente al dualismo de
Descartes, Spinoza opinaba que existe sólo la naturaleza que es causa
de sí misma (causa sui) y no necesita para su ser nada más. Como
“naturaleza creadora” es “substancia” o, como llamaba Spinoza, Dios.
De la substancia, Spinoza diferencia el mundo de las cosas finitas
(modus), tanto corporales como pensantes. La substancia es única,
mientras que el número de modus es infinito. El intelecto infinito
podría concebir la substancia ilimitada en todas sus formas o
aspectos. Pero nuestro raciocinio finito concibe la esencia de la
substancia sólo en dos aspectos: como “extensión” y como
“pensamiento”. Son atributos de la substancia. En general la
doctrina de Spinoza sobre los atributos de la substancia es
materialista, pero metafísica, ya que el autor excluye el movimiento
del número de dichos atributos. Con arreglo a estas tesis Spinoza
formuló su doctrina del hombre. Según Spinoza, el hombre es un ser en
el que al modus de extensión (cuerpo) le corresponde el de pensamiento
(alma). En conformidad con uno y otro modus, el hombre es parte de la
naturaleza. En su doctrina del modus del alma, Spinoza redujo toda la
complejidad de la vida psíquica a la razón y a las pasiones
(afecciones): alegría, tristeza y ansia. Identificó la voluntad con
la razón. Según Spinoza, la conducta del hombre es movida por el afán
de la autoconservación y la ventaja propia. Spinoza rechazó la
doctrina idealista del libre albedrío, reconocía que la voluntad
depende siempre de los motivos, pero, al mismo tiempo, estimaba
posible la libertad como conducta fundada en el conocimiento de la
necesidad. Ahora bien, su doctrina dice que no puede ser libre la
masa, sino tan sólo el sabio. Esta comprensión de la libertad es
abstracta y antihistórica. En su doctrina del conocimiento, Spinoza
continúa la línea del racionalismo. Puso el conocimiento intelectual,
basado en el intelecto, por encima de la variedad inferior del
conocimiento (la sensorial) y rebajó el papel del experimento.
Spinoza desempeñó un gran papel en el desarrollo del ateísmo y el
librepensamiento. La religión no persigue el fin de conocer la
naturaleza de las cosas, sino sólo de aleccionar a los hombres cuál
debe ser el modo de vida moral. Por eso, ni la religión ni el Estado
deben atentar contra la libertad del pensamiento. En la doctrina de
la sociedad, Spinoza es seguidor de Hobbes. A diferencia de este
último sostenía que la forma superior de poder no era la monarquía,
sino la gobernación democrática, y limitaba la prepotencia del Estado
con las exigencias de la libertad. Spinoza ejerció una fuerte
influencia sobre el materialismo metafísico de los siglos 17-18, y su
librepensamiento, sobre el desarrollo posterior del ateísmo. Obras
principales: Tratado teológico-político” (1670) y Ética (1677).