Estado y la Revolución, El

El Estado y la Revolución

Diccionario filosófico marxista · 1946:103-105

Título de la obra de V. I. Lenin escrita en agosto-septiembre del
año 1917. “Lenin consideraba como objetivo principal de esta obra la
defensa de la doctrina de Marx y Engels sobre el Estado, contra las
deformaciones y las vulgaridades por parte de los oportunistas”
(Stalin). El libro de Lenin El Estado y la Revolución representa una
nueva etapa en el desarrollo de la doctrina marxista sobre el Estado y
constituye, al mismo tiempo, un programa combativo de acciones
prácticas. En el primer capítulo de este libro, Lenin señala que el
Estado surgió en una determinada fase del desarrollo social como
producto del carácter irreconciliable de las contradicciones de clase.
El Estado es el órgano de violencia de una clase sobre otra. Todos
los Estados que existieron hasta hoy fueron órganos de violencia de
una minoría, los explotadores, sobre la mayoría, los explotados. La
República democrático-burguesa contemporánea es también la forma de
dominación de los explotadores capitalistas sobre la mayoría de la
población sojuzgada. Lenin señala cómo los social-revolucionarios y
los mencheviques falsearon el marxismo al afirmar que el Estado es un
órgano de conciliación de clases y cómo, de una manera más sutil,
Kautsky falsificó el marxismo, negando la necesidad que tiene el
proletariado de destruir la máquina del Estado burgués. En el
segundo, tercero y cuarto capítulos, Lenin señala cómo Marx y Engels
sintetizando la experiencia de la revolución de 1848-1851 y
particularmente, la de la Comuna de París de 1871, llegaron a la
conclusión de que el proletariado, al implantar su dictadura, que le
es necesaria para aplastar la resistencia de los explotadores y para
construir el socialismo, debe destruir, romper, el viejo aparato del
Estado burgués. Lenin señala que lo principal en la doctrina de Marx
y Engels sobre el Estado es la teoría de la dictadura del
proletariado, y que precisamente esta teoría fue borrada del marxismo
por sus enemigos. Lenin subraya reiteradamente, que el Estado burgués
no se extingue, como lo predicaban los oportunistas, sino que es
destruido por la revolución proletaria; el que se extingue
posteriormente es el Estado proletario. En el quinto capítulo, Lenin
analiza las bases económicas de la extinción del Estado proletario.
Al poner al descubierto toda la mendacidad de la democracia burguesa
que tiene por objeto el engaño y la esclavización de las masas, Lenin
deja en claro que la dictadura del proletariado es la primera, en la
historia, que ofrece una auténtica democracia para el pueblo, que
expresa los intereses de la inmensa mayoría. La dictadura del
proletariado tiene por objetivo destruir las clases, construir la
sociedad comunista. Al caracterizar la primera fase del comunismo –el
socialismo–, cuyo principio fundamental es: “de cada cual según su
capacidad, a cada cual según su trabajo”, Lenin señala que en la fase
superior del comunismo cuando, como resultado del desarrollo
gigantesco de las fuerzas productivas, se cree una completa abundancia
de productos, la sociedad obtendrá la posibilidad de vivir de acuerdo
al principio: “de cada cual según su capacidad, a cada cual según sus
necesidades”. En la parte final de la obra, Lenin hace una crítica
demoledora de los puntos de vista anarquistas y de las
tergiversaciones oportunistas del marxismo en el problema del Estado.
Analizando la polémica de Plejanov con los anarquistas, Lenin recalca
que Plejanov eludió el punto más importante y vital en el terreno
político de la lucha contra los anarquistas: la actitud de los
anarquistas ante el Estado. La teoría anarquista sobre la inmediata
destrucción del Estado en general, es contrarrevolucionaria, por
cuanto va dirigida contra la dictadura del proletariado. Al analizar
la historia de la traición de Kautsky al marxismo, Lenin demuestra que
la propensión sistemática al oportunismo se manifestó en Kautsky en lo
que toca precisamente al problema del Estado. Estas vacilaciones
oportunistas de Kautsky acabaron por llevarlo a las posiciones del
oportunismo, a la plena renuncia a la revolución proletaria, a la idea
de la destrucción del aparato del Estado burgués. Lenin llega a la
conclusión de que la Segunda Internacional en la aplastante mayoría de
sus representantes oficiales se ha hundido de lleno en el oportunismo.
“Pero nosotros, escribía Lenin, vamos a romper con los oportunistas; y
todo el proletariado consciente estará con nosotros en la lucha…
por el derrocamiento de la burguesía, por la destrucción del
parlamentarismo burgués, por una República democrática del tipo de la
Comuna o una República de los Soviets de Diputados Obreros y Soldados,
por la dictadura revolucionaria del proletariado”. En el libro El
Estado y la Revolución, Lenin demostró que la forma estatal del Poder
político de la clase obrera, o sea, la forma de la dictadura del
proletariado, es el Poder de los Soviets y no la república de tipo
parlamentario, como hasta entonces lo concebían los marxistas. Esta
obra de Lenin quedó sin terminar. Lenin pensaba hacer en la segunda
parte el resumen de la experiencia de las revoluciones rusas de 1905 y
1917, seguir desarrollando la teoría del Estado, apoyándose en la
práctica de la existencia del Poder de los Soviets. Pero la
Revolución Socialista de Octubre de 1917 no dejó a Lenin la
posibilidad de llevar a cabo su propósito. Lo que no alcanzó a
realizar Lenin, lo hizo en sus obras Stalin, continuador de las
doctrinas y de la causa de Lenin (ver: El Estado Socialista.)

Diccionario de filosofía y sociología marxista · 1959:29

Genial producción de V. I. Lenin, escrita en agosto-septiembre del
año 1917. La obra El Estado y la revolución representa una nueva
etapa en el desarrollo de la doctrina marxista del Estado y es, al
mismo tiempo, un programa de lucha para las acciones prácticas del
proletariado revolucionario.

En el capítulo I del libro, Lenin demuestra que el Estado surgió en un
grado determinado del desarrollo social, como un producto de la
inconciliabilidad de las contradicciones de clase. El Estado es el
órgano de la dominación violenta de una clase sobre otra.

{parece que falta algo}

Diccionario filosófico abreviado · 1959:172-173

Obra de Lenin escrita durante los meses de agosto y setiembre de 1917.
Ante el proletariado se planteaba en ese entonces esta tarea
histórica: aniquilar el Estado burgués y crear un Estado nuevo,
soviético, socialista. Era preciso defender la teoría marxista
revolucionaria del Estado contra los revisionistas y los oportunistas,
y desarrollarla más aún tomando en cuenta la nueva experiencia de las
revoluciones en Rusia y en Europa occidental. Tal era la finalidad
que se proponía el libro de Lenin El Estado y la revolución. Esta
obra representa una nueva etapa en el desarrollo de la doctrina
marxista del Estado, y es al mismo tiempo un programa práctico, un
programa de combate del movimiento revolucionario proletario.

En el capítulo I, Lenin explica que el Estado apareció en un momento
determinado de la evolución social, cuando la sociedad se dividió en
clases. El Estado es el producto de las contradicciones
inconciliables de clase. Es el órgano de la coerción que ejerce una
clase –la clase económicamente dominante– sobre la otra clase.
Todos los Estados fundados en la dominación de la propiedad privada
son órganos de coerción de la minoría explotadora sobre la mayoría de
los explotados. Las repúblicas democráticas burguesas modernas
constituyen una de las formas de la dominación de los explotadores
capitalistas sobre la mayoría oprimida. En los capítulos II, III y
IV, Lenin muestra cómo al generalizar la experiencia de las
revoluciones de 1818-1851 y sobre todo, la de la Comuna de París
(1871), Marx y Engels desarrollaron sus ideas sobre la dictadura del
proletariado (ver). Para quebrar la resistencia de los explotadores y
edificar el socialismo, el proletariado debe, decían, aniquilar,
destruir la vieja máquina del Estado burgués e instaurar su dictadura.
Lenin indica que lo que importa sobre todo en la doctrina de Marx y
Engels, es la doctrina de la dictadura del proletariado, y que es
precisamente esta doctrina la que los enemigos del marxismo vaciaban
de sustancia. Lenin subraya más de una vez que el Estado burgués no
se extingue, como predicaban los oportunistas (Kautsky y otros), sino
que es destruido por la revolución proletaria. Lo que se extingue en
consecuencia, bajo el comunismo, es el Estado proletario.

En el capítulo V, Lenin analiza las razones de la extinción del Estado
proletario. Al denunciar la mentira de la democracia burguesa que
tiene por objeto engañar y esclavizar a las masas, Lenin explica que
la dictadura del proletariado será por primera vez en la historia, una
democracia verdadera para el pueblo, que ella expresa los intereses de
la gran mayoría de los trabajadores. La dictadura del proletariado
tiene por tarea suprimir las clases, construir la sociedad comunista
sin clases. Lenin pone de relieve la diferencia entre la primera
fase, inferior, del comunismo, y su fase superior. Y demuestra que el
Poder de los Soviets es la forma estatal del poder político de la
clase obrera, vale decir, una de las formas de la dictadura del
proletariado.

La obra de Lenin contiene una crítica aplastante del anarquismo y del
oportunismo que deformaban la doctrina marxista del Estado. Al
analizar la polémica de Plejanov (ver) con los anarquistas, Lenin
subraya que Plejanov pasaba por alto cuanto había de esencial desde el
punto de vista político en la lucha contra los anarquistas: la actitud
de los anarquistas con respecto al Estado. Y explica que el
oportunismo de Kautsky en la cuestión del Estado, ha desembocado en
una actitud que reniega por completo de la revolución proletaria, de
la idea de la destrucción de la máquina de Estado burguesa.

El Estado y la revolución no ha perdido nada de su validez histórica y
política, pues pertrecha a la clase obrera y a los partidos comunistas
de todos los países en su lucha contra el capitalismo y sus agentes,
quienes engañan a sabiendas a las masas trabajadoras predicando la
teoría del Estado por encima de las clases, y la teoría de la
democracia burguesa. El libro de Lenin quedó sin terminar. Lenin se
proponía generalizar en la segunda parte, la experiencia de las
revoluciones rusas de 1905 y 1917, y desarrollar más a fondo su teoría
del Estado apoyándose en la experiencia del poder de los Soviets.
Pero después de la Gran Revolución Socialista de Octubre, las tareas
prácticas inmediatas no le permitieron dar término a su obra.

Diccionario filosófico · 1965:134-135

“El Estado y la Revolución. La doctrina marxista del Estado y las
tareas del proletariado en la revolución”. Obra de Vladímir Ilich
Lenin, escrita en agosto-setiembre de 1917 y editada en mayo de 1918.
Al prepararse en Rusia la revolución socialista, las cuestiones
concernientes a la relación entre el proletariado y el Estado
adquirieron un vivo interés tanto en el sentido teórico como en el
político y práctico. En “El Estado y la Revolución”, Lenin elucidó
los problemas fundamentales de la teoría marxista acerca del Estado,
estudió el desarrollo que Marx y Engels dieron a dicha teoría al
generalizar la experiencia de las revoluciones de 1848-51 y en
particular de la Comuna de París de 1871. Lenin fundamentó la
conclusión del marxismo según la cual la principal tarea de la clase
obrera en la revolución, en cuanto al Estado, consiste en romper la
máquina estatal burguesa y establecer la dictadura del proletariado.
Al caracterizar las dos fases de la sociedad comunista, Lenin analiza
las bases económicas de la desaparición del Estado y señala los
caminos fundamentales que ha de seguir el Estado socialista en su
desarrollo: ampliación de la democracia, incorporación de las amplias
masas a la dirección del Estado, &c. El libro de Lenin contiene una
crítica demoledora del anarquismo y del oportunismo, que tergiversan
la doctrina marxista acerca del Estado y la expurgan de su contenido
revolucionario (sobre todo negando la dictadura del proletariado). La
obra de Lenin quedó inacabada, no se escribió el capítulo en que había
de generalizarse la experiencia de las revoluciones de 1905 y de 1917.
Las ideas fundamentales de Lenin sobre el Estado socialista han
encontrado un desarrollo ulterior en el programa del P.C.U.S.
adoptado en el XXII Congreso del Partido.

Diccionario de filosofía · 1984:148

El Estado y la revolución. La doctrina marxista del Estado y las
tareas del proletariado en la revolución: obra de Lenin, escrita en
agosto y septiembre de 1917 y editada en mayo de 1918. Durante la
preparación de la revolución socialista en Rusia, el problema de la
actitud del proletariado hacia el Estado adquirió una aguda
significación teórica y político-práctica. En su libro, Lenin elucidó
los problemas fundamentales de la teoría marxista del Estado y su
desarrollo por Marx y Engels sobre la base de la generalización de la
experiencia de las revoluciones de 1848-51 y, ante todo, de la Comuna
de París de 1871. Lenin fundamentó la conclusión del marxismo de que
la principal tarea de la clase obrera en la revolución respecto al
Estado consiste en destruir el aparato estatal burgués e instaurar la
dictadura del proletariado. Al caracterizar las dos fases de la
sociedad comunista, Lenin traza las vías fundamentales del desarrollo
de la estatalidad socialista: ampliación de la democracia,
incorporación de las amplias masas a la administración del Estado, y
analiza las bases económicas de la extinción del Estado en la
formación comunista. En su libro, Lenin somete a demoledora crítica
al anarquismo y al oportunismo que tergiversaban la doctrina marxista
del Estado y castraban su contenido revolucionario, rechazando ante
todo la dictadura del proletariado. Las principales ideas de Lenin
sobre el Estado socialista recibieron desarrollo en el Programa del
PCUS y en la Constitución de la URSS.

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