En torno al problema de la dialéctica

En torno al problema de la dialéctica

Diccionario filosófico marxista · 1946:96

Título de un trabajo de V. I. Lenin, publicado en sus Cuadernos
Filosóficos (ver) y en el tomo XIII de sus Obras Completas (edición
rusa). Vio la luz por vez primera en 1925, en la revista Bolchevik nº
5-6. En este pequeño fragmento, Lenin hace en forma sucinta un
profundo análisis de los problemas fundamentales de la dialéctica
materialista, estudiando la contraposición entre dialéctica y
metafísica, y poniendo de relieve la diferencia existente entre estas
dos concepciones fundamentales sobre el desarrollo. La concepción
metafísica, señala Lenin, examina el desarrollo como un aumento o
disminución cuantitativos, como una mera repetición. Con la
interpretación metafísica del movimiento, queda en la sombra su fuero
motriz, la fuente del movimiento, o bien dicha fuente es trasladada al
exterior (invocando a un dios, a un absoluto, &c.). Esta concepción
es muerta, pálida, seca. La interpretación dialéctica del movimiento
es la única viva: sólo ella “da la clave del automovimiento” de todo
lo existente; sólo ella da la clave de los “saltos”, de la “solución
de continuidad”, de la “transformación en los contrarios”, de la
“destrucción de lo viejo y el nacimiento de lo nuevo”. La esencia de
la concepción dialéctica, dice Lenin, consiste en la interpretación
del movimiento como “automovimiento”, como la lucha entre tendencias
contrapuestas, necesariamente anidadas en cada fenómeno. Lenin
ilustra esta tesis con ejemplos: en matemáticas, los signos de + y —;
el cálculo diferencial y el integral; en mecánica acción y reacción;
en física, electricidades positiva y negativa; en química, unión y
disociación de los átomos; en la ciencia social, la lucha de clases.
Lenin señala que Plejanov no había comprendido el carácter general de
la ley de la unidad y lucha de los contrarios, reduciéndola a una suma
de ejemplos. Lenin da en este bosquejo un análisis genial de las
raíces gnoseológicas y de clase del idealismo. Hace notar que en el
transcurso de toda su historia el idealismo fue el camino directo
hacia el clericalismo, hacia la religión. “Y el clericalismo (=
idealismo filosófico), claro está, tiene raíces gnoseológicas; el
clericalismo tiene su suelo, es indiscutiblemente una flor infecunda,
que crece y trepa por el árbol viviente del conocimiento humano vivo,
fecundo, auténtico, poderoso, omnipotente, objetivo y absoluto”. El
trabajo de Lenin constituye una de las fuentes indispensables para el
estudio de los problemas fundamentales del materialismo dialéctico.

No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959

No figura en el Diccionario filosófico · 1965

No figura en el Diccionario de filosofía · 1984

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