Ensayo sobre el entendimiento humano

Ensayo sobre el entendimiento humano

Diccionario filosófico marxista · 1946:92-93

Título de la obra principal del filósofo inglés Locke (ver), aparecida
en 1689. En el capítulo I, Locke somete a crítica la teoría idealista
de Descartes sobre las ideas innatas. En el alma del niño, señala, no
hay ninguna idea innata ni ningún principio práctico innato. Las
ideas y los principios humanos no son innatos, sino adquiridos. El
estado primitivo de la conciencia del hombre, el alma del niño, es
comparada por Locke con una tabla rasa (ver). En el capítulo II,
Locke señala que la fuente del conocimiento humano es la experiencia.
Distingue la experiencia externa y la experiencia interna. La
experiencia externa es la acción sobre el hombre de las cosas
existentes fuera de él. A la experiencia externa Locke la denomina
también sensación. La experiencia interna es la actividad del alma.
A esta experiencia la llama Locke reflexión. Puesto que reconoce dos
fuentes autónomas del conocimiento, la sensación y la reflexión, es
dualista en la teoría del conocimiento. La teoría de Locke sobre las
sensaciones como fuente del conocimiento le convierte en materialista,
en continuador de la línea materialista de Bacon y de Hobbes. En
cambio, su teoría de la reflexión constituye el elemento idealista en
su filosofía. La sensación y la reflexión, según Locke, nos
proporcionan todas nuestras ideas simples, con las cuales la razón
construye las ideas compuestas. En este capítulo, Locke establece dos
clases de cualidades en las cosas: las “cualidades primarias” y las
“cualidades secundarias”. Entre las “cualidades primarias”, clasifica
la extensión, la figura, el movimiento. A las “cualidades
secundarias” pertenecen todas nuestras sensaciones: visuales,
auditivas, gustativas, &c. Estas cualidades subjetivas, desde el
punto de vista de Locke, son introducidas en el objeto por el sujeto.
Con tal teoría, Locke hace una concesión al idealismo. En el capítulo
III de su obra, critica el punto de vista del realismo medioeval que
atribuye a los conceptos generales una existencia real. En este
capítulo, defiende una posición intermedia entre el nominalismo (ver)
y el realismo (ver: Realismo medioeval). El último capítulo, el IV,
trata sobre los grados del conocimiento, sobre el carácter real y
verdadero del conocimiento, del criterio de verdad y de los juicios.
Locke habla en este capítulo de esfera de influencia de la razón y de
la fe, defendiendo el punto de vista del deísmo (ver) en el problema
de la religión. El capítulo cuarto termina con una pequeña sección
dedicada a la clasificación de las ciencias. El libro de Locke
ejerció una gran influencia sobre el desarrollo del pensamiento
filosófico tanto en Inglaterra como en los demás países,
particularmente en la Francia del siglo XVIII.

No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959

No figura en el Diccionario filosófico · 1965

No figura en el Diccionario de filosofía · 1984

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