Diccionario filosófico marxista · 1946:99-100
Esencia del cristianismo
Título de la obra más importante del gran filósofo materialista alemán
Ludwig Feuerbach (ver), aparecida en 1841. Los clásicos del
marxismo-leninismo tuvieron en gran aprecio esta formidable obra del
pensador ateo. Esencia del Cristianismo, se publicó cuando en
Alemania imperaban todavía las ideas del idealismo filosófico de
Hegel, y estaba dirigida contra el idealismo y el clericalismo. Esta
obra, como escribía Engels, restauró “de nuevo en el trono, sin más
ambages, al materialismo”: “La Naturaleza existe independientemente de
toda filosofía y es la base sobre la cual crecen y se desarrollan los
hombres, que son también, de suyo, productos naturales; fuera de la
Naturaleza y de los hombres, no existe nada, y los seres superiores
que nuestra imaginación religiosa ha forjado no son más que otros
tantos reflejos imaginarios de nuestro propio ser” (Engels). “Sólo
habiendo vivido la fuerza liberadora de esta obra, continúa diciendo
Engels, podemos formarnos una idea de ella. El entusiasmo fue
general; de momento, éramos todos feuerbachianos. Con qué entusiasmo
saludó Marx la nueva idea y hasta qué punto se dejó influir por ella
–pese a todas sus reservas críticas–, puede verse leyendo La Sagrada
Familia” (Engels). Criticando las concepciones religiosas, Feuerbach
prueba que el sentido de la doctrina de dios (la teología) está
implícito en la antropología (la doctrina del hombre). Escribe
Feuerbach en Esencia del Cristianismo: “Si mi libro tiene también un
carácter negativo, sin dios, ateo, no se debe olvidar que el ateísmo
–por lo menos en el sentido de mi libro– es un misterio de la propia
religión; puesto que la religión no sólo exteriormente, sino también
por su esencia, no sólo en los pensamientos e imaginaciones, sino
también con todo su corazón, cree exclusivamente en la veracidad y
divinidad del ser humano”. Refutando las concepciones religiosas,
Feuerbach, sin embargo, no niega en general la religión; crea una
nueva religión –la “religión del amor”–, proponiendo divinizar las
relaciones humanas, elevarlas al rango de una religión. “El hombre
constituye el objeto del amor, porque es un objetivo en sí mismo, un
ser racional y apto para el amor. Tal es la ley del género, la ley da
la razón”. La última edición de Esencia del Cristianismo en versión
rusa apareció en 1926.
No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959
No figura en el Diccionario filosófico · 1965
No figura en el Diccionario de filosofía · 1984