Ideología alemana, La

La ideología alemana

Diccionario filosófico marxista · 1946:152-153

Título de uno de los primeros trabajos filosóficos de Marx y Engels,
escrito en 1845. Habiendo roto con el sistema idealista de Hegel a
comienzos de la década del 40 del siglo pasado, Marx y Engels
sometieron el idealismo a una crítica demoledora en su obra La Sagrada
Familia (ver) (1844), y un año después, en forma desenvuelta
formularon los fundamentos de la concepción materialista de la
historia, descubierta por Marx. “Hemos resuelto, recordaba
posteriormente Marx, elaborar en conjunto nuestras opiniones,
contrapuestas a las opiniones ideológicas de la filosofía alemana: en
resumidas cuentas, liquidar nuestra conciencia filosófica anterior.
Este propósito lo hemos realizado bajo la forma de una crítica de la
filosofía post-hegeliana”. La Ideología Alemana no se publicó en vida
de Marx y Engels, siendo impresa íntegramente, por primera vez en la
U.R.S.S. en 1932. Un interés particular representa la primera parte
de este libro –”Feuerbach”–, donde, a la vez que se hace la crítica de
los aspectos débiles de la filosofía de Feuerbach, se exponen los
principios fundamentales de la concepción materialista de la historia,
descubierta por Marx. Feuerbach es un materialista, pero “mientras es
materialista, Feuerbach no se ocupa de la historia, y cuando examina
la historia, no es, ni mucho menos, materialista”. La interpretación
idealista de la historia de la humanidad, he aquí su principal error.
Feuerbach concibe al hombre como a un “Hombre en general”, abstracto,
sin llegar a comprender que la situación histórica, las relaciones
sociales y, en último término, las relaciones de producción, son las
que hacen al hombre “tal como es”. Criticando a Feuerbach, Marx y
Engels formulan las tesis fundamentales del materialismo histórico,
sosteniendo que la base de la sociedad son las relaciones de
producción, cuyo cambio es condicionado por el desarrollo de las
fuerzas productivas. Siguiendo el desarrollo y cambio de los modos de
producción y sus correspondientes relaciones sociales a lo largo de
toda la historia de la humanidad, los autores de La Ideología Alemana
dan la siguiente definición formidable de la historia: “La historia no
es más que la sucesión de generaciones aisladas, de las cuales cada
una explota los materiales capitales y fuerzas productivas heredadas
de todas las generaciones predecesoras, en virtud de lo cual, por un
lado, continúa la actividad heredada en circunstancias completamente
distintas, y por el otro, mediante una actividad completamente
cambiada, modifica las viejas circunstancias”. Las revoluciones son
la fuerza motriz de la historia. Las contradicciones entre las
fuerzas productivos y las relaciones de producción, estallan siempre
en forma de revoluciones. El comunismo no es un sueño, sino una
necesidad objetiva. “El comunismo no es para nosotros un estado que
debe ser establecido, un ideal al cual la realidad ha de acomodarse.
Llamamos comunismo al movimiento efectivo que elimina el actual
estado”. Marx y Engels critican severamente el carácter contemplativo
del materialismo de Feuerbach. Feuerbach se proclamó comunista, pero
entiende el comunismo sólo como una idea, como el conocimiento del
hecho de que los hombres “siempre necesitaban unos de los otros”; así,
el concepto de comunista, “que en el mundo real denota a un partidario
de un determinado partido revolucionario”, Feuerbach lo transformó en
una “mera categoría”. Al materialista intuitivo Feuerbach, Marx y
Engels le oponen el “materialista práctico”, es decir, el “comunista”,
para quien “todo consiste en revolucionar el mundo existente”. El
fundamento filosófico del comunismo sólo puede ser el materialismo
consecuente, extensivo a los fenómenos de la vida social, el
materialismo práctico, que no sólo interpreta el mundo, sino que lo
cambia. Demostrando el carácter inevitable y necesario de la
revolución comunista, Marx y Engels señalan que “la revolución es
necesaria, no sólo porque por ningún otro medio es posible derrocar a
la clase gobernante, sino también porque la clase derrocadora sólo
mediante la revolución puede desembarazara de toda la vieja ignominia
y ponerse en condiciones de crear la nueva sociedad”. La secunda
sección de la primera parte de La Ideología Alemana, –”El concilio de
Leipzig”–, con los capítulos “San Bruno” y “San Max”, contiene una
crítica demoledora de las concepciones idealistas de los jóvenes
hegelianos Bruno Bauer y Max Stirner, que desconocían por completo la
base material de la historia, y que convertían “toda la historia en un
proceso de desarrollo de la conciencia”, considerando que sólo “la
crítica y los críticos hacen la historia” (Bauer), que la historia la
crea el “único”; el “egoísta”, que se eleva “por encima” de todas las
relaciones sociales (Stirner). En la segunda parte de La Ideología
Alemana, en la sección “El verdadero socialismo”, se pone al desnudo a
los ideólogos reaccionarios de la pequeña burguesía alemana, Carlos
Grün y Cía., que unieron las ideas, no comprendidas por ellos, del
socialismo utópico francés con el idealismo alemán; que exigían la
supresión de la lucha de clases del proletariado contra la burguesía;
que se declaraban representantes de los intereses “del hombre como
tal”, y pregonaban sus frases altisonantes sobre el amor universal a
los hombres, como “socialismo verdadero”. Demostrando el carácter
reaccionario del “socialismo verdadero”, Marx y Engels oponen a todo
el “socialismo” pequeñoburgués y burgués, la teoría revolucionaria del
comunismo científico.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:250-251

Una de las primeras obras filosóficas de Marx y Engels, dedicada a la
crítica del idealismo de los jóvenes hegelianos (ver) y del
materialismo estrecho de Feuerbach (ver). Pertrechados con su
concepción del mundo, ya completada en lo esencial, Marx y Engels
ofrecen por primera vez en esa obra una exposición detallada de su
teoría materialista de la historia. Más tarde escribirá Marx:
“Resolvimos trabajar en común a fin de poner en claro el contraste
entre nuestra manera de ver y la ideología de la filosofía alemana…”
(Marx/Engels, Estudios filosóficos, Ed. franc.). El libro no
apareció en vida de sus autores. En una carta a Annenkov, Marx
explica la razón de ello: “Le parecerán a Vd. inverosímiles las
dificultades que una publicación de este tipo encuentra en Alemania,
tanto por parte de la policía como por parte de los libreros, que son
representantes interesados de todas las tendencias que yo ataco. En
cuanto a nuestro propio partido, además de ser pobre, una gran parte
del partido comunista alemán está enfadada conmigo porque me opongo a
sus utopías y a sus declamaciones…” (Marx/Engels, Obras escogidas,
t. II, p. 424, Ed. esp., Moscú, 1952). La Ideología alemana fue
publicada por primera vez en la U.R.S.S. en 1932.

Desarrollando las ideas expuestas en La Sagrada Familia (ver) Marx y
Engels muestran que el idealismo se halla vinculado a las clases
hostiles al proletariado, y que la filosofía de los jóvenes hegelianos
en particular, refleja la cobardía y la impotencia de la burguesía
alemana. En su crítica al materialismo metafísico, pasivo y
contemplativo de Feuerbach, Marx y Engels muestran que este filósofo,
idealista en el dominio de la historia, es incapaz, al igual que los
jóvenes hegelianos, de discernir las fuerzas motrices del desarrollo
social. La Ideología alemana contiene una crítica implacable al
individualismo burgués del anarquista alemán Stirner, así como al
“verdadero socialismo” reaccionario, profesado por Grün, Hess, &c.
Marx y Engels subrayan que tanto Stirner como los “socialistas
verdaderos” odian al proletariado revolucionario y, lejos de
orientarse hacia el porvenir de Alemania, vuelven hacia atrás. La
Ideología alemana denuncia el nacionalismo de los “socialistas
verdaderos” y muestra que el orgullo nacional hinchado de los jóvenes
hegelianos corresponde a la vida miserable de comerciantes y tenderos
de la burguesía alemana de aquella época.

Luchando contra todos los enemigos del proletariado, Marx y Engels
formulan en la Ideología alemana, los rasgos fundamentales del
comunismo científico y demuestran que el proletariado se apoya para su
actividad, en las leyes objetivas del desarrollo social. Marx y
Engels ven en la lucha del proletariado contra la burguesía, en la
revolución comunista victoriosa y en el advenimiento inminente del
régimen comunista, el resultado necesario de la acción de las leyes
económicas que existen independientemente de la voluntad de los
hombres. La Ideología alemana expone una de las cuestiones más
importantes del materialismo histórico, la cuestión de las formaciones
económico-sociales; revela las causas de su sucesión, y explica el
principio fundamental del materialismo histórico, según el cual, la
existencia social determina la conciencia social, &c. Justificando su
tesis capital sobre la inevitabilidad de la revolución comunista del
proletariado, Marx y Engels señalan que esta revolución “es necesaria
no sólo porque es imposible derribar de otra manera la clase
dominante, sino porque sólo por medio de la revolución puede la clase
que derriba, librarse de toda la podredumbre y ser capaz de crear una
sociedad nueva”. (Ideología alemana, Ed. alem.).

Esta obra constituye un modelo de crítica combativa de la ideología
hostil al proletariado, un ejemplo del espíritu de partido comunista
en el estudio de los problemas filosóficos.

Diccionario filosófico · 1965:261-262

Una de las primeras obras filosóficas de Marx y Engels, dedicada a la
crítica del idealismo de los jóvenes hegelianos y de las limitaciones
de que adolece el materialismo de Feuerbach. El libro no se editó en
vida de Marx y Engels; se publicó por primera vez en la U.R.S.S., en
el año 1932. Prosiguiendo el desarrollo de las ideas expuestas en La
Sagrada Familia, Marx y Engels muestran que el idealismo está
vinculado a las clases hostiles al proletariado, y que la filosofía de
los jóvenes hegelianos alemanes en particular reflejaba la cobardía y
la impotencia de la burguesía alemana. Criticando el carácter
metafísico y contemplativo (Contemplación) del materialismo de
Feuerbach, Marx y Engels muestran que en la concepción de la historia,
Feuerbach es idealista y, por tanto, como ocurre con los jóvenes
hegelianos, no se halla un condiciones de comprender las fuerzas
motrices del desarrollo social. La ideología alemana contiene una
profunda crítica del individualismo burgués y del anarquismo de
Stirner, así como del reaccionario “verdadero socialismo” de Karl
Grün, Moses Hess y otros. En la lucha contra los enemigos del
proletariado, Marx y Engels desarrollan en La ideología alemana la
teoría del comunismo científico, demuestran que el proletariado basa
su actividad en las leyes objetivas del desarrollo social. En la
lucha del proletariado contra la burguesía, en la revolución comunista
victoriosa, en la inevitabilidad de que se establezca el régimen
comunista, Marx y Engels ven el resultado necesario de la acción de
las leyes económicas, que existen con independencia de la voluntad de
los hombres. En La ideología alemana, por primera vez se exponen en
forma desarrollada las ideas fundamentales de la concepción
materialista de la historia: la cuestión relativa a las formaciones
económico-sociales, a las fuerzas productivas y las relaciones de
producción (aún no emplean este último término), a la relación entre
ser social y conciencia social, &c. En La ideología alemana, Marx y
Engels ofrecen su concepción del mundo estructurada ya en lo
fundamental. El libro es un modelo de crítica filosófica combativa
contra la ideología hostil al proletariado, es un ejemplo de espíritu
comunista de partido en el estudio de los problemas filosóficos.

Diccionario de filosofía · 1984:223

Una de las primeras obras filosóficas de Marx y Engels, dedicada a la
crítica del idealismo de los jóvenes hegelianos y la estrechez del
materialismo de Feuerbach. No se editó en vida de Marx y Engels; vio
luz por primera vez en 1932 en la URSS. Desarrollando las ideas
expuestas en La Sagrada Familia, Marx y Engels hacen ver que el
idealismo es la concepción del mundo de las clases hostiles al
proletariado. Al criticar el carácter metafísico y contemplativo del
materialismo feuerbachiano, Marx y Engels muestran que Feuerbach es
idealista en sus opiniones sobre la historia, por lo cual, lo mismo
que los jóvenes hegelianos, no puede comprender las fuerzas motrices
del desarrollo social. En La ideología alemana se critican a fondo el
individualismo burgués y el anarquismo de Stirner, así como el llamado
“socialismo verdadero” reaccionario de K. Grün, Hess y otros. Marx y
Engels desarrollan en La ideología alemana la teoría del comunismo
científico y demuestran que el proletariado se apoya en su actividad
en las regularidades objetivas del desarrollo social. En la lucha del
proletariado contra la burguesía, en la victoriosa revolución
comunista y en la inevitabilidad del establecimiento del régimen
comunista, Marx y Engels advertían en última instancia el resultado
necesario de la acción de las leyes económicas existentes
independientemente de la voluntad de los hombres. En La ideología
alemana fueron expuestas por primera vez las ideas fundamentales de la
concepción materialista de la historia: sobre las formaciones
socio-económicas, las fuerzas productivas y las relaciones de
producción (este último término no se emplea aún), la relación entre
el ser social y conciencia social, &c. Marx y Engels presentaron una
concepción del mundo formada ya en lo fundamental y brindaron un
modelo de crítica de la ideología hostil al proletariado.

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