¿Qué hacer?
Diccionario filosófico marxista · 1946:252-254
Título de la obra de V. I. Lenin, escrita entre el otoño y el
invierno de 1901-1902, y publicada por primera vez en el extranjero,
en Stuttgart, en marzo de 1902. Este libro, dirigido contra el
oportunismo en el movimiento socialdemócrata internacional y su
variante rusa, el “economismo”, hizo época en la historia del Partido
Bolchevique y en la historia del comunismo internacional. Desempeñó
un inmenso papel en la lucha por la creación de un partido marxista de
nuevo tipo y echó sus cimientos ideológicos. ¿Qué hacer? consta de
cinco capítulos. En el primero, Lenin dirige su crítica contra el
oportunismo internacional. Haciendo constar que la socialdemocracia
de la Europa Occidental se está convirtiendo, de un partido de la
revolución social, en un partido de reformas sociales, Lenin señala el
vínculo que existe entre el “economismo” en Rusia y el oportunismo en
el movimiento obrero mundial. En este capítulo, Lenin ofrece una
fundamentación genial del valor de la teoría revolucionaria para el
movimiento obrero revolucionario. Subraya muy especialmente el papel
revolucionador de la teoría avanzada, el papel del aporte al
movimiento obrero del elemento consciente por los intelectuales
marxistas. “Sin teoría revolucionaria, no puede haber tampoco
movimiento revolucionario… Sólo un partido dirigido por una teoría de
vanguardia puede cumplir su misión de combatiente de vanguardia”.
Señalando que la socialdemocracia revolucionaria lleva la lucha de
clases en su forma económica, política y teórica, Lenin destaca con
gran fuerza el valor de la teoría revolucionaria para el movimiento
revolucionario ruso, para el partido proletario en Rusia. Los
capítulos II y III del libro ¿Qué hacer? están dedicados al análisis
de la correlación existente entre la espontaneidad y la conciencia
(Ver: Espontaneidad y Conciencia) y al problema de los principios
contrapuestos entre la política sindicalista y la socialdemócrata.
Lenin ofrece la fórmula clásica de la aportación de la conciencia
socialista en el movimiento obrero espontáneo por la socialdemocracia
revolucionaria. “La con ciencia política de clase no se le puede
llevar al obrero más que desde el exterior, esto es, desde fuera de la
lucha económica, desde fuera de la esfera de las relaciones entre
obreros y patrones”. Derrotando al “seguidismo” de los “economistas”,
Lenin señala que la negación del papel dirigente del Partido, el
ensalzamiento de la espontaneidad conduce al desarme de la clase
obrera frente a la autocracia y la burguesía. «Todo lo que sea
prosternarse ante el movimiento obrero espontáneo, todo lo que sea
rebajar la importancia del “elemento consciente”, la importancia de la
socialdemocracia, equivale –independientemente en absoluto de la
voluntad de quien lo hace– a fortalecer la influencia de la ideología
burguesa sobre los obreros.» Batallando contra los “economistas” que
estaban contra una política independiente del partido proletario, y
que como forma principal de la lucha de clases, defendían la lucha
económica de la clase obrera contra el capitalismo; Lenin señala que
la lucha económica de los obreros contra los capitalistas no es más
que la lucha colectiva de los obreros contra los patrones “por
conseguir condiciones ventajosas de venta de su fuerza de trabajo, por
mejorar las condiciones de trabajo y de vida de los obreros”, pero que
esta lucha no puede llevar al derrocamiento del zarismo y del régimen
capitalista, a la emancipación de la esclavitud capitalista. Los
“economistas”, al vulgarizar la tesis del materialismo histórico
acerca de que las condiciones de la vida material son la fuerza motriz
en el desarrollo de la sociedad, dedujeron de ahí que la forma
económica, de lucha de la clase obrera es de valor primordial. En
respuesta a ello, Lenin escribía que «los intereses “más vitales”,
“decisivos”, de las clases pueden ser satisfechos únicamente por
transformaciones políticas radicales en general; en particular, el
interés económico fundamental del proletariado puede ser satisfecho
únicamente por medio de una revolución política que sustituya la
dictadura de la burguesía por la dictadura del proletariado». Los
restantes capítulos de la obra ¿Qué hacer?, están dedicados a las
tareas organizativas del movimiento obrero revolucionario y del
partido del proletariado. La posición oportunista de los
“economistas” en los problemas de organización estaba absolutamente
ligada a su oportunismo en los problemas ideológicos. Las
divergencias ideológicas, el aislamiento en la organización, los
métodos primitivos, el sistema de círculos, eran obstáculos serios en
la tarea de la organización de la lucha de la clase obrera contra el
zarismo y la burguesía. El acrecentamiento del movimiento obrero
revolucionario requería la creación de un partido combativo único y
centralizado. Lenin desarrolla en su libro un amplio plan de
organización del partido marxista revolucionario de combate, capaz de
resolver las tareas planteadas ante la clase obrera de Rusia. Señala
el enorme papel de la “Iskra”, leninista, el diario político de toda
Rusia de los marxistas revolucionarios, el diario que preparaba la
creación ideológica y orgánica del Partido Bolchevique. El libro ¿Qué
hacer? de Lenin asestó un golpe destructivo a la ideología oportunista
de los “economistas”. «La significación histórica de esta famosa obra
consiste en que en ella Lenin: 1) Pone al desnudo por vez primera en
la historia del pensamiento marxista, hasta en sus últimas raíces, las
fuentes ideológicas del oportunismo, demostrando que consisten, ante
todo, en prosternarse ante la espontaneidad del movimiento obrero y
rebajar el papel de la conciencia socialista en el movimiento
proletario, 2) Reivindicó en todo su valor la importancia de la
teoría, del elemento consciente, del Partido, como fuerza
revolucionaria y dirigente del movimiento espontáneo, 3) Fundamentó de
modo brillante la tesis cardinal del marxismo, según la cual, el
Partido marxista es la fusión del movimiento obrero con el socialismo,
4) Elaboró genialmente los fundamentos ideológicos del Partido
marxista. La tesis teórica desarrollada en la obra ¿Qué hacer? sirvió
luego de base para la ideología del Partido Bolchevique» (Historia del
P. C. (b) de la URSS, Compendio).
Diccionario filosófico abreviado · 1959:427-428
Obra de Lenin escrita en 1901-1902 y publicada por primera vez en el
extranjero, en la ciudad de Stuttgart, en marzo de 1902. Esta obra
estaba dirigida contra el oportunismo en el movimiento socialdemócrata
internacional y su variedad rusa, el “economismo”. El libro de Lenin
constituye toda una época en la historia del Partido Comunista de la
Unión Soviética y en la historia del comunismo internacional.
Desempeñó un papel muy grande en la lucha por la creación de un
partido marxista de tipo nuevo, y echó los fundamentos ideológicos de
ese partido. En el primero de los cinco capítulos, Lenin dirige su
crítica contra el oportunismo internacional. Después de haber
mostrado que la socialdemocracia de Europa Occidental, anteriormente
un partido de la revolución social, se estaba transformando en un
partido de reformas sociales, Lenin subraya la relación existente
entre el “economismo” en Rusia y el oportunismo en el movimiento
obrero mundial, y justifica la importancia de una teoría
revolucionaria para el movimiento obrero revolucionario. “Sin teoría
revolucionaria, no puede haber tampoco movimiento revolucionario… sólo
un partido dirigido por una teoría de vanguardia puede cumplir la
misión de combatiente de vanguardia” (Lenin, ¿Qué hacer?, en Obras
escogidas, t. I, pp. 200 y 201, Ed. esp., Moscú, 1948). Habiendo
mostrado que la socialdemocracia revolucionaria prosigue la lucha de
clases en los planos económico, político y teórico, Lenin subraya la
importancia de una teoría revolucionaria para el movimiento
revolucionario ruso, para el partido proletario de Rusia. El capítulo
II está consagrado al análisis de la relación entre la espontaneidad y
el factor consciente. El capítulo III pone en claro la oposición de
principio entre la política tradeunionista y la socialdemócrata. La
socialdemocracia revolucionaria debe aportar la conciencia socialista
al seno del movimiento obrero espontáneo. “La conciencia política de
clase no se le puede aportar al obrero más que desde el exterior, esto
es, desde fuera de la lucha económica, desde fuera de la esfera de las
relaciones entre obreros y patronos” (Ibid., p. 254). Después de
haber derrotado el seguidismo de los “economistas”, Lenin mostró que
negar el papel dirigente del partido comunista, exaltar la
espontaneidad, significa desarmar a la clase obrera frente a la
autocracia y a la burguesía. «â€¦todo lo que sea prosternarse ante la
espontaneidad del movimiento obrero, todo lo que sea rebajar el papel
del “elemento consciente”, el papel de la socialdemocracia, equivale
–en absoluto independientemente de la voluntad de quien lo hace– a
fortalecer le influencia de la ideología burguesa sobre los obreros»
(Ibid., p. 214).
Los “economistas” eran contrarios a una política independiente del
partido proletario y preconizaban la lucha económica como forma
principal de la lucha de clases. Denunciando a los “economistas”,
Lenin indicaba que la lucha económica de los obreros contra los
capitalistas no es más que una lucha colectiva de los obreros contra
los patronos en favor de condiciones de venta más ventajosas de su
fuerza de trabajo, por el mejoramiento de sus condiciones de trabajo y
de vida; pero que esta lucha no podía conducir al derrocamiento del
zarismo y del régimen capitalista, a la liberación de la esclavitud
capitalista. Falsificando la tesis del materialismo histórico según
la cual, las condiciones de vida material constituyen la fuerza motriz
del desarrollo social, los “economistas” deducían de allí la prioridad
de la forma económica en la lucha de la clase obrera. Lenin refutó
esta argumentación y demostró que el proletariado no puede liberarse
sin conquistar el poder político.
Los capítulos IV y V están dedicados a los problemas de organización
del movimiento obrero revolucionario y del partido proletario. El
oportunismo de los “economistas” en las cuestiones de organización se
hallaba enteramente en función de su oportunismo ideológico. Las
posiciones ideológicas contradictorias, la dispersión en materia de
organización, el trabajo de tipo artesano por medio de círculos
separados, constituían un obstáculo serio para la organización de la
clase obrera en la lucha contra el zarismo y la burguesía. El auge
del movimiento obrero revolucionario exigía la creación de un partido
de combate único y centralizado. Lenin desarrolló un vasto plan de
organización de un partido obrero marxista revolucionario pronto para
el combate, capaz de cumplir las tareas que incumben a la clase
obrera. Lenin puso de relieve el papel inmenso que debe desempeñar un
periódico político editado por los marxistas revolucionarios y
destinado a toda Rusia. La “Iskra” de Lenin preparó ideológica y
orgánicamente la creación de un partido marxista.
La obra de Lenin ¿Qué hacer? refutó victoriosamente la ideología
oportunista de los “economistas”. La significación histórica de esta
famosa obra consiste en que en ella Lenin:
1) pone al desnudo por primera vez en la historia del pensamiento
marxista, hasta en sus últimas raíces, las fuentes ideológicas del
oportunismo y demuestra que consisten, ante todo, en prosternarse ante
la espontaneidad del movimiento obrero y rebajar el papel de la
conciencia socialista en el movimiento proletario;
2) reivindicó en todo su valor la importancia de la teoría, del
elemento consciente, del partido, como fuerza revolucionaria y
dirigente del movimiento obrero espontáneo;
3) fundamentó de un modo brillante la tesis cardinal del marxismo,
según la cual el partido marxista es la fusión del movimiento obrero
con el socialismo;
4) elaboró genialmente los fundamentos ideológicos del partido
marxista.
No figura en el Diccionario filosófico · 1965
No figura en el Diccionario de filosofía · 1984