Sistema de la Naturaleza
Diccionario filosófico marxista · 1946:277-278
Título de la obra más importante del más notable materialista francés
del siglo XVIII, Holbach (ver). Sistema de la Naturaleza, da una
exposición sistematizada de las ideas del materialismo y del ateísmo
del siglo XVIII. Publicada por primera vez anónimamente en 1770,
consta de dos partes. En la primera se da la solución materialista
del problema fundamental de la filosofía: el problema sobre la
relación entre el ser y el pensar. La Naturaleza es considerada como
un conjunto de partículas materiales que existen eternamente y que se
hallan en movimiento. El movimiento es comprendido mecánicamente,
como desplazamiento en el espacio. Este punto de vista sobre el
movimiento era característico de las ciencias naturales y de la
filosofía del siglo XVIII. El movimiento de la materia se realiza con
arreglo a leyes naturales necesarias, objetivamente existentes. La
relación de causa y efecto es comprendida por Holbach de una manera
metafísica: la necesidad es contrapuesta a la casualidad. Holbach
niega la existencia de la casualidad. Considera casuales los
fenómenos cuyas causas y leyes desconocemos. El hombre es una parte
de la Naturaleza y está sujeto a las leyes naturales del mundo
material. La tentativa de los filósofos idealistas de dividir al
hombre en físico y espiritual es declarada por Holbach como
inconsistente. “El hombre es un todo organizado, compuesto de
diversas materias”. Refutando las concepciones de los idealistas, su
fe en la existencia del alma inmortal, Holbach prueba que las
facultades mentales del hombre dependen de la organización del cuerpo
humano. La facultad de sentir nos da la posibilidad de conocer el
mundo y las leyes que lo rigen. No existen ideas innatas. El hombre
extrae sus ideas del mundo exterior y no de su alma. Siendo un
materialista metafísico, Holbach contrapone la necesidad a la
libertad, defiende la teoría del fatalismo. Criticando a los
idealistas, llega a la conclusión de que el reconocimiento del libre
albedrío del hombre está vinculado con el reconocimiento del
idealismo. Holbach afirma que “el interés es el único móvil de los
actos humanos”, y desenvolviendo la teoría del egoísmo racional,
demuestra que el vivir en sociedad virtuosamente y en concordia es el
interés supremo de los hombres que se preocupan de su autoconservación
y de su bienestar. El desconocimiento de las causas y leyes naturales
impide a los hombres, a juicio de Holbach, una vida virtuosa y feliz;
la fuente de todas las desgracias experimentadas por los hombres está
en las representaciones religiosas. En los problemas de la
interpretación de la historia, Holbach se sitúa en posición idealista,
considerando que el fundamento de la vida de la sociedad es la idea:
“las opiniones gobiernan el mundo”. En la segunda parte del Sistema
de la Naturaleza se da una crítica aniquiladora de las concepciones
religiosas y se desarrollan las ideas del ateísmo. Defendiendo y
protegiendo el ateísmo, Holbach escribe que el ateo “es un hombre que
destruye las ilusiones perniciosas para la humanidad, para hacer
retornar a los hombres a la Naturaleza, hacia el experimento, hacia la
razón. El hombre es un pensador que, estudiando la materia, su
energía, sus propiedades y maneras de acción, para explicar los
fenómenos y acciones naturales, no tiene necesidad, de ninguna fuerza
ideal, de seres fantásticos imaginados por los intelectos; todas estas
causas imaginarias no sólo no explican la Naturaleza, sino que la
hacen incomprensible, enigmática, estéril para la felicidad humana”.
En Sistema de la Naturaleza se prueba el papel reaccionario de la
religión. Debemos, escribe Holbach, sobre la religión, “demostrar
ante los ojos de toda la humanidad sus crímenes y locuras, para
arrancarle la máscara seductora con que se cubre, para mostrar al
mundo sus manos sacrílegas, armadas de puñales homicidas, enrojecidas
por la sangre de los pueblos a los que embriaga con su frenesí o a los
que implacablemente sacrifica en holocausto de sus pasiones
inhumanas”. No obstante su papel históricamente progresista, la
crítica holbachiana no pone al descubierto las raíces clasistas de la
religión, y tiene un carácter burgués limitado, por cuanto ve en la
ilustración el único medio para eliminar la religión. Sistema de la
Naturaleza de Holbach pertenece a las obras clásicas del materialismo
premarxista. La última edición en ruso se ha publicado en 1940.
No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959
No figura en el Diccionario filosófico · 1965
No figura en el Diccionario de filosofía · 1984