Cartilla del buen corresponsal de prensa (en Moscú) según The New York Times

 Preparados para la guerra (mediática, de momento). Prietas las filas del Bien.

En una oferta de empleo para un puesto de corresponsal en Moscú, el New York Times (16 de diciembre de 2020) hace públicas las condiciones del puesto a desempeñar y cualidades esperadas de la candidatura seleccionada.

“La Rusia de Putin envía equipos de choque a golpear a sus enemigos con agentes neurotóxicos; el caso más reciente es el del opositor Alexei Navalny. Sus ciberagentes siembran el caos y la confusión en los países occidentales para empañar la reputación de sus sistemas democráticos (…). [Este país] ha desplegado mercenarios por todo el mundo para extender secretamente su influencia. Sus hospitales se llenan de pacientes afectados por la Covid-19 mientras el presidente se esconde en su chalet. (…) Buscamos una persona que abarcará once husos horarios para seguir a una población cuya frustración crece a causa de una economía lastrada por la corrupción, el nepotismo y la excesiva dependencia de los recursos naturales (…) Por supuesto, estamos en el amanecer de una nueva presidencia [en los EE.UU.] menos favorable a Putin, lo que no dejará de enfriar las relaciones entre Washington y Moscú.”

Pensando en la estela de seguidores e  influenced (influenciados, para los no anglófonos) mediáticos, independientes y verdaderos, de este “progresismo” periodístico made in USA, una moraleja (consejo), seguramente innecesaria, para posibles candidatos a un puesto (de ahí o de aquí): absténganse nostálgicos de la “coexistencia pacífica”, ingenuos defensores de la solución pacífica de conflictos internacionales y progresistas no homologables, en general. Dicho con otras palabras: la objetividad es lo primero. ¿Entendido?

Fuente: Le Monde diplomatique, enero 2021, Revista de Prensa [traducción de HdD].