Discurso de Sahra Wagenknecht diputada en el Bundestag, el 25 de febrero de 2023, ante más de 50.000 personas en la Puerta de Brandemburgo, Berlín

«No queremos que se dispare con blindados alemanes a los  bisnietos de esos hombres y mujeres rusos, sus bisabuelos, asesinados en masa por la Wehrmacht. No  queremos que se dispare de nuevo a sus bisnietos con armas alemanas. También por eso estamos aquí,  porque esto es olvidar la historia. ¿Es que ya no recuerdan lo que fue la historia de Alemania?» 

Podemos constatar que somos muchos aquí hoy. ¡A partir de ahora vamos a alzar nuestra voz más alto de lo  que lo hicimos nunca para que ya no puedan ignorarla!  

Queridos amigos, no solo somos muchos, además empezamos también hoy a organizarnos. Alemania tiene  verdadera necesidad de un movimiento potente por la paz. Todos visteis lo que sucedió; Alice Schwarzer y  yo firmamos, con otras 69 personas, nuestro «Llamamiento por la Paz». Una parte de la opinión pública, del mundo político y mediático alemán, fue presa  de una verdadera histeria: éramos unos cínicos, sin consciencia, al servicio de Putin, ¡quizás incluso pagados  por Putin! Y pese a ello, la gente no se ha dejado disuadir y ha seguido firmando nuestro llamamiento. Cada  día lo firman más personas y de nuevo quiero decir que esto es formidable. ¡Muchas gracias a todos vosotros! La campaña en contra nuestra ha culminado con el intento de relacionarnos con la extrema derecha. 

Aquí podemos ver hasta qué punto el debate público en Alemania ha caído enfermo. ¿Desde cuándo el  llamamiento a la paz, a la diplomacia, a las negociaciones se ha convertido en algo de derechas? ¿Sería, pues,  la embriaguez guerrera de izquierdas? ¡Algunos han perdido por completo y de manera manifiesta su rumbo  político! Son personas que no tienen ningún pudor en asociarse a verdaderos nazis. Por ejemplo, el antiguo  embajador de la Unión Europea, Rüpell, o el antiguo ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Melnik.  ¡Habláis de héroes! Melnyk y otros, ¡que no han dudado en convertir en héroes nacionales a  colaboracionistas notorios como Stepan Bandera! Un antisemita, os recuerdo, responsable en parte del  asesinato de miles de judíos polacos y rusos. Ese es el hombre al que Melnik y sus colegas rinden honores.  Honran a esa clase de personas y, acto seguido, esos tamborileros vienen a darnos lecciones a nosotros  hablándonos de complacencia con la extrema derecha. ¡Cuánta hipocresía! 

Pero los aullidos histéricos de un sector político y mediático demuestran también que nos tienen verdadero  miedo. Tienen miedo de no poder seguir adelante con su política, de no poder seguir como antes. 

La solidaridad consiste en comprometerse por la paz, no por la guerra 

Lo que está en juego es importante. Por una parte, se trata de poner fin al terrible sufrimiento y a la muerte  en Ucrania, de ofrecer a Rusia una alternativa, mediante la negociación, a la guerra de desgaste y a la carrera  armamentista. Fijaos: la Casa Blanca y Biden han firmado contratos de suministros de armas a Ucrania por  varios años con diferentes grupos de armamentos. Es decir, que cuentan con que las armas no callen en  varios años, y ello para seguir haciendo funcionar la máquina de guerra y las industrias de munición. ¿Qué  política loca y cínica es esta? ¡Y lo presentan como solidaridad con Ucrania! ¿Qué mentira es esa? ¡No es  solidaridad, es justo lo contrario! 

Así pues, se trata de poner fin a la hecatombe en Ucrania; pero también se trata de otra cosa –ya se ha  hablado de esto aquí-, y es evitar el riesgo de extensión de esta guerra a toda Europa, incluso al mundo  entero. ¡Ese riesgo es jodidamente grande! Dios mío, ¿cómo se puede estar tan ciego? ¿Cómo se puede dar  rienda suelta a la embriaguez guerrera hasta el punto de no ver ese peligro? Es una locura asumir esa  responsabilidad. 

Tal vez algunos piensen que debemos asumir ese riesgo heroicamente, porque naturalmente combatimos  por el bien y estamos en el lado bueno de la historia. A los que dicen eso, me gustaría responderles: ¡No!  Cuando se está dispuesto a desencadenar una guerra nuclear no se está en el lado bueno de la historia.

Los asistentes a la manifestación muestran carteles que forman la palabra paz

Detener la matanza  

Vivimos en un mundo bárbaro. Nos cuentan falsas historias: los blindados llevan la paz, las armas salvan  vidas, y el capitalismo de los oligarcas ucranianos, que son exactamente igual de corruptos que los oligarcas  rusos, combate supuestamente por nuestra libertad y nuestra democracia. 

Ya no creemos vuestras mentiras. Sabemos que las armas matan y los blindados están allí para hacer la  guerra. Sabemos también que nuestra libertad no se defiende en Ucrania, como tampoco se defendía en el  Hindú Kush. Y tampoco está en juego el honor. Se trata de la OTAN y de la extensión de la zona de influencia  estadounidense. Y por eso estamos aquí, para que se detenga esta matanza. Y estamos también aquí porque  no nos sentimos representados por el Gobierno alemán. No nos sentimos representados por una ministra  Verde de Asuntos Exteriores que, como un elefante en una cacharrería, se presenta en la escena internacional  con sus pezuñas y controla tan poco sus declaraciones públicas que, por descuido, declara la guerra a Rusia. 

No, no nos sentimos representados por la señora Baerbock. Y tampoco nos sentimos representados por  Panzer Toni (un responsable de los Verdes –NDT) ni por todos los locos por la guerra Verdes, que dan la  impresión de querer ir ellos mismos a Rusia con los cañones cargados en los blindados Léopard. 

Tampoco nos sentimos representados por la lobista de la industria de armamento, Strack-Zimmermann (una  de las representantes del FDP y presidenta de la comisión de defensa – NDT), que claramente está más  preocupada por el balance de resultados de Rheinmetall, y otros, que por la suerte de los ucranianos, o  incluso por la paz mundial. Pero tampoco nos sentimos representados por un canciller que al principio parece  dudoso, circunspecto y prudente, pero que luego cede pese a todo a los cantos de sirena de los belicistas de  su coalición y traspasa una línea roja tras otra. ¡No! Señor Scholz, tampoco nos sentimos representados por  usted, puesto que lleva una política mortal. No queremos que se dispare con blindados alemanes a los  bisnietos de esos hombres y mujeres rusos, sus bisabuelos, asesinados en masa por la Wehrmacht. No  queremos que se dispare de nuevo a sus bisnietos con armas alemanas. También por eso estamos aquí,  porque esto es olvidar la historia. ¿Es que ya no recuerdan lo que fue la historia de Alemania? 

¡Basta! ¡Abajo la guerra! ¡Alto al derramamiento de sangre! Estamos aquí por la paz y contra la guerra.  Estamos aquí y no vamos a desaparecer. Demos la señal de partida a un movimiento por la paz nuevo y  poderoso en Alemania. 

El acto por la paz, celebrado el sábado 25, en la Puerta de Brandenburgo ha sido apoyado por  747.014 personas (a las 13:00 del 13/03/2023).

Fuente: Boletín nº 7 campaña internacional ¡Alto a la guerra!¡Alto el fuego inmediato y sin condiones! Promueve este Boletín en el Estado Español el Comité por la alianza de trabajadores y pueblos (CATP). Correo electrónico: manifiesto.altoalaguerra@gmail.com

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2 thoughts on “Discurso de Sahra Wagenknecht diputada en el Bundestag, el 25 de febrero de 2023, ante más de 50.000 personas en la Puerta de Brandemburgo, Berlín

  • 30 de marzo de 2023 en 00:43
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    Por la paz que se inicia adentro de nosotros. Paz en lo cuptodiano en los gestos y los detalles. En nuestros grupos de apoyo, en la voz que hace diálogo y compañia. Aprender a ser fraterno, calido y amoroso. No és sentimentalismo. Es sentimientos nascido de conocerla y de acoje que eres diferentes y unos. Hacer HUMANIDAD🌹🪁🙏🌈🤍🤍💜❤️💛🧡💚💙🎉🎉🎉

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  • 31 de marzo de 2023 en 12:55
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    Vivimos en un capitalismo destructivo y los mandatarios mundiales se han convertido en asesinos

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