Espacio de debate: El fascismo resurge en Europa

Desde Francia, nos escribe Francis Arzalier (Association Nationale des Communistes, ANC) manifestándonos su acuerdo con el artículo titulado «El fascismo envalentonado ante la nula respuesta de la izquierda institucionalizada», de Esteban Olmos, publicado el pasado 5 de noviembre en Hojas de Debate[1]https://hojasdebate.es/politica/fascismo-envalentonado-nula-respuesta-izquierda-institucionalizada/.

«En un contexto diferente del de España  ̶  nos dice  ̶ , el fascismo resurge también en Francia. La “monarquía republicana” de Macron que se presenta como contraria a la extrema derecha utiliza cada vez más los temas xenófobos favoritos del fascismo (contra los musulmanes, insidiosamente asimilados al terrorismo) y copia sus prácticas policiales autoritarias.

Decenas de miles de manifestantes en la plaza de la República de París, el 28 de noviembre, contra la “Ley de Seguridad Global”. Photo Thomas COEX/AFP.

El 28 de noviembre cientos de miles de personas se manifestaron en toda Francia contra la ley represiva votada por la no representativa mayoría parlamentaria macroniana. Se puede hablar de fascistización progresiva del Estado francés». Se trata de la llamada Ley de Seguridad Global cuyos artículos 21 y 22 (que instituyen una «vigilancia masiva» de la población) y, sobre todo, el 24 (que castiga la difusión «malintencionada» de imágenes de policías) son los objetivos principales de unas protestas que han alcanzado proporciones multitudinarias, a pesar de las limitaciones de estos tiempos y de las reservas que suscitan las actuaciones reiteradas de grupos de provocadores que nutren el relato de los grandes medios. Por lo pronto, las movilizaciones han logrado la suspensión del controvertido artículo 24, pendiente ahora de una «reescritura completa», según anunció el Ministro de Interior francés.

Como ejemplo reciente que ilustra la deriva represiva de la presidencia de Macron y su gobierno, Francis Arzalier nos envía el texto redactado por una asociación de ayuda a los refugiados, la CIMADE (Comité inter-movimientos para los evacuados), a raíz del violento desmantelamiento policial, la tarde-noche del 23 de noviembre, de la acampada de unos cientos de refugiados y de quienes les testimoniaban su apoyo solidario (asociaciones, colectivos y varios representantes públicos) en la plaza de la República de París. La CIMADE nació a comienzos de la Segunda Guerra Mundial en medios protestantes. Su escrito, que a continuación insertamos traducido, fue reproducido en el sitio de la ANC[2]http://ancommunistes.fr/spip.php?article2655 (como contribución, señala este medio, para «ensanchar nuestro campo de reflexión, sin que ello implique necesariamente que suscriba todas sus posiciones»).

La noche de las tiendas: lo peor se produjo. El horror y la indignidad…

CIMADE

La estatua de la República estaba petrificada. Lo peor no son las imágenes, es la noche que de nuevo se traga a los exiliados a la intemperie. Lo peor es que los 400 exiliados y exiliadas presentes a las 19 h en la plaza de la República volverán a dormir al raso, lejos en Clichy, lejos en Saint-Denis, escondidos bajo los puentes de los canales o en otros lugares, invisibles. Lo peor es que de nuevo no los veremos dormirse heridos en medio del frío.

No, lo espantoso no llegó a las 20 h, cuando la policía sacó a los exiliados de las tiendas que la asociación Utopía había levantado en la plaza de la República. Las fuerzas del orden empezaron a tirar varios cientos de tiendas compradas este fin de semana para darles cobijo. Los cuerpos desamparados de los exiliados, sacados a la fuerza; los tejidos ligeros volando por los aires arrojados por manos policiales; las telas pronto destrozadas, las caras de cansancio de todas y todos…Era solo el principio.

Tampoco fue lo peor cuando abogados y abogadas de Droit d’Urgence (Derecho de Urgencia), del Autobús de la Solidaridad, del Consejo Nacional de la Abogacía intentaron mediar, sin éxito, ante las fuerzas del orden para evitar las cargas policiales. Ellos también las sufrieron, como los exiliados y como los miembros de las asociaciones Wilson, Utopía y la Liga de los Derechos Humanos (LDH). Eran las 21 h en la plaza de la República y las tres cargas policiales sucesivas seguían sin ser lo peor contra este campamento improvisado y sus defensores…

También lxs representantes electxs de la República, apostados con su banda tricolor delante de las tiendas, protegiendo a los exiliados y a quienes les daban apoyo, fueron atropellados sin razón. Tampoco fue la impotencia de estxs representantes frente a las fuerzas de orden público lo más traumatizante de la noche. No, el mayor motivo de rabia no eran estos desmantelamientos organizados y violentos de las cadenas pacifistas formadas por hombres y mujeres, asociaciones y colectivos, de la LDH, de Utopía, de Médicos del Mundo, de lxs representantes electxs y de lxs abogadxs. Las olas policiales rompieron estas cadenas de solidaridad. Seguíamos en los comienzos.

Más tarde, tampoco eran lo peor de la noche lxs representantes públicos, exiliadxs y asociaciones perseguidos por las calles de París, a pesar de los porrazos sufridos por quienes no corrían lo suficiente, a pesar de la resignación que invadía los corazones ante la falta de soluciones de albergue que algunxs cargos públicos electos proponían a la prefectura de París. Desde las 21 h a la 1 de la madrugada, esta larga carrera salpicada de cargas policiales, de tiros de LBD [lanzadores de balas de defensa], de granadas antimotines, de miles de efectivos antidisturbios ocupando el espacio frente a doscientas personas; esta larga marcha absurda, sin coherencia ni respeto de los derechos, no fue lo más triste de la noche.

Lo peor no son las imágenes chocantes, horribles e indignas, los vídeos de las personas exiliadas perseguidas, de los periodistas pisoteados por las fuerzas del orden o de lxs representantes electxs maltratadxs. Estas imágenes que circularán los próximos días por los medios y las redes asociativas no llegan a mostrar el verdadero horror.

Lo peor se produjo: ellos y ellas pasarán la noche a la intemperie. Esta es la locura.

Y las próximas noches, ellos y ellas estarán allí o volverán y otros se les añadirán, esto es lo indecible. Mientras continúe este ciclo incoherente de evacuaciones chapuceras, mientras que las disposiciones legislativas no permitan el acceso a un alojamiento digno a todo demandante de asilo, refugiado o sin-papeles, sin distinción; mientras que los fondos del Estado sean insuficientes para crear plazas de verdadera acogida, el sistema perdurará a pesar de los estallidos violentos de una noche. De Calais a París y al Roya [río mediterráneo que transcurre entre Francia e Italia], poco a poco los mismos métodos se instalan en todo el territorio.

La falta más grave cometida por el Estado supera todo esto, es más profunda. Más allá del derecho internacional y francés escarnecido, lo que se insinúa en nuestros corazones es la destrucción de la esperanza. Esperanza de una vida mejor después de vivir perseguidxs, esperanza de tener aquí un derecho inalienable, simple y necesario, a obtener protección: acogida, un techo y un procedimiento de asilo respetuoso de los derechos.

Estábamos bajo la estatua de la República reclamando la aplicación de los principios del derecho republicano. No vimos más que la inútil violencia desatada, sin soluciones de albergue para estas 400 personas exiliadas.

La estatua no reaccionó esta noche, se quedó sola en la plaza vaciada, llorando por sus derechos una vez más pisoteados.

Primeros firmantes:

Utopia 56, Droit d’Urgence, LDH, Solidarité migrants Wilson, Syndicat des Avocats de France (SAF), Elena, Réseau d’Education Sans Frontières (RESF), Avocats pour la Défense des Droits des Étrangers (ADDE), CIMADE Ile-de-France, Dom’Asile, Syndicat de la Magistrature, Emmaüs France.

Llamamos a una concentración este martes 24 de noviembre a las 18:00 h. en la plaza de la República:

• Por una solución inmediata de alojamiento decente para lxs migrantes abandonadxs en la calle.

• Por la regularización de su situación.

• Para que se ponga fin al acoso policial contra lxs migrantxs y sin papeles.

¡Albergue para todxs!

¡Libertad, Igualdad, Papeles!

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