Fidel, el PCV y el Gobierno Bolivariano
El conflicto desatado entre un sector del Partido Comunista de Venezuela y el Gobierno Bolivariano, nos remite a la búsqueda de referencias ideológicas con las que enfocar su abordaje y debate del modo más objetivo y ecuánime posible.
Una de ellas viene constituida, sin dudas, por el discurso de Fidel Castro ante la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, el 27 de octubre del 2000 [1]Discurso pronunciado en la sesión solemne de la Asamblea Nacional, en el Palacio Federal Legislativo, Caracas, Venezuela | Fidel soldado de las ideas (fidelcastro.cu) en el que expresaba que “…..Cabría otra pregunta perfectamente lógica y mucho más compleja: ¿Puede, bajo el esquema de una economía de mercado, alcanzarse un nivel de justicia social superior al que existe actualmente? Soy marxista convencido y socialista. Pienso que la economía de mercado engendra desigualdad, egoísmo, consumismo, despilfarro y caos. Un mínimo de planificación del desarrollo económico y de prioridades es indispensable. Pero pienso que en un país con los enormes recursos con que cuenta Venezuela, la Revolución Bolivariana puede alcanzar, en la mitad del tiempo, el 75% de lo que Cuba, país bloqueado y con infinitamente menos recursos que Venezuela, ha podido lograr desde el triunfo de la Revolución. Ello significa que estaría al alcance de ese gobierno erradicar totalmente el analfabetismo en pocos años, lograr una enseñanza de alta calidad para todos los niños, adolescentes y jóvenes, una cultura general elevada para la mayoría de la población; garantizar asistencia médica óptima a todos los ciudadanos, facilitar empleo a todos los jóvenes, eliminar la malversación, reducir al mínimo el delito y proporcionar viviendas decorosas a todos los venezolanos.”
También señalaba Fidel que “Una distribución racional de las riquezas mediante sistemas fiscales adecuados es posible dentro de una economía de mercado. Ello requiere una total consagración al trabajo de todos los militantes y fuerzas revolucionarias. Se dice fácil, pero en la práctica constituye un trabajo sumamente difícil. A mi juicio, en lo inmediato, Venezuela no tendría otras alternativas. Por otro lado, no menos del 70% de sus riquezas fundamentales es propiedad de la nación. No hubo tiempo suficiente para que el neoliberalismo las entregara todas al capital extranjero; no necesita nacionalizar nada.”
Fidel, así mismo, hacía valer la formidable experiencia del proceso cubano: “El período que hoy atravesamos y estamos superando en Cuba nos ha enseñado cuántas variantes son posibles en el desarrollo de la economía y en la solución de los problemas. Basta con que el Estado desempeñe su papel y haga prevalecer los intereses de la nación y del pueblo.”
Lo que defiende Fidel es la posibilidad real de lograr importantes transformaciones políticas, sociales y económicas aun disponiendo de un texto constitucional que no impugna el modo de producción capitalista y que mantiene como pilar básico la propiedad privada de los medios de producción. Estas posibilidades de transformaciones sociales tan importantes como las que señala en su discurso, relativas a la sanidad, educación, vivienda, justicia fiscal, desnutrición infantil etc. constituyen un programa progresista que tiene carácter revolucionario. Venezuela sigue siendo un país capitalista, pero a dichas transformaciones se las califica con toda justeza de Revolución Bolivariana.
Por otro lado, precisamente en el proceso cubano, particularmente en lo referente a la construcción del Partido Comunista de Cuba, podemos encontrar también elementos concretos útiles para valorar el proceso de construcción del Partido Socialista Unido de Venezuela planteado como vanguardia de la Revolución Bolivariana.
La creación del partido dirigente de la Revolución Cubana debe asumirse como un proceso que en retrospectiva está concatenado con el desarrollo del acercamiento entre tres organizaciones de mayor participación en la lucha contra la tiranía de Fulgencio Batista (1952-1958). Son estas el Movimiento Revolucionario 26 de Julio (M-26-7), el Partido Socialista Popular (PSP, Comunista) y el Directorio Revolucionario 13 de Marzo (DR 13-M), con el trabajo de coordinación después del triunfo revolucionario y su posterior integración en una organización política de la Revolución, la construcción de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), y su transformación más tarde en el Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC) hasta la definitiva opción del nombre de Partido Comunista de Cuba (PCC).
Al triunfo de la Revolución, en las nuevas condiciones sociales, era necesaria la construcción de un partido revolucionario que unificara la acción de las principales organizaciones políticas como vanguardia del pueblo. Fidel Castro, en su discurso del 8 de enero de 1959 , en el Campamento Columbia a su entrada a La Habana, argumentó la necesidad de “una sola organización revolucionaria” que apoyara las nuevas transformaciones sociales y contribuyera a enfrentar las acciones contrarrevolucionarias.»
En ese esfuerzo unitario, vale destacar el desprendimiento de una prestigiosa figura como Blas Roca quien encabezaba el PSP, pero reconoció que «Fidel es ya el más alto dirigente socialista y obrero cubano».
«Nosotros, viejos militantes del socialismo en nuestro país, proclamamos la dirección de Fidel Castro y tenemos plena confianza en que nos conducirá con acierto y que se desarrollará aún más», dijo Blas al traspasar las banderas al joven Comandante en Jefe.
El 16 de agosto de 1960 se desarrolla la VIII Asamblea del PSP, que contó con los militantes de las tres organizaciones revolucionarias donde se crea el Buró de Coordinación de Actividades Revolucionarias a todos los niveles de dirección, que permitió un trabajo más coherente y sistemático entre las tres organizaciones e ir creando las condiciones para la integración.
El 16 de abril de 1961, Fidel Castro despidió el duelo de las víctimas de los bombardeos a los aeropuertos, que sirvieron de preludio a la invasión por playa Girón. Fue ese el escenario desde donde se hizo una declaración histórica: la del carácter socialista de la Revolución Cubana.
Otro momento decisivo se encuentra en el Pleno del Comité Nacional del PSP, ocasión para la cual fueron invitados los dirigentes principales del M-26-7 y el DR 13-M. El propio Fidel, en su discurso del 26 de julio de 1961 después de referirse a cómo el pueblo cubano para esa fecha ya estaba mejor preparado y más cohesionado en sus organizaciones de masas, destacó que se estaba asistiendo a “un segmento que une y orienta a través de los cuadros de las organizaciones revolucionarias integradas que marchan hacia la formación del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba”
En su diálogo con el pueblo durante aquel discurso expresó: «…y ahora, que levanten la mano los que apoyan la reunión de todos los revolucionarios en el Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba». La respuesta de quienes se encontraban en esos festejos por la efemérides del 26 de Julio fue unánime: con los brazos en alto los congregados apoyaron el proceso de construcción de dicho Partido.
Quedaron constituidas así las organizaciones de base —Núcleos Revolucionarios Activos— con las estructuras municipales y provinciales en todo el país, proceso concretado por dirigentes que del M-26-7, PSP y DR 13-M, que ya fungían como Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI). Dicha organización se basaba en la igualdad de derechos y consideraciones a toda la militancia, lo que equivalía a decir que el presupuesto era que no habría discriminación alguna por la afiliación de procedencia: no importaría los años que se hubieran servido en el M-26-7, el PSP y el DR. 13-M, sino el mérito en la lucha que estaba por desarrollarse.
La tarea fundamental de las ORI era no solamente organizar y dirigir a las organizaciones de masas a través de sus núcleos, sin inmiscuirse directamente en los asuntos de la administración en la base, sino también preparar al pueblo en la responsabilidad y en la dirección colectiva., buscar en las discusiones las mejores soluciones —como estilo de labor partidista—, una manera de evitar el culto a la personalidad y, al mismo tiempo, un modo de ver en el pueblo a las grandes virtudes.
En 1962 se decidió la constitución oficial de la Dirección Nacional de las ORI, y la ratificación del liderazgo de Fidel Castro. Luego esa Dirección nombra a Fidel y Raúl como Primer y Segundo Secretarios, respectivamente, además de acordar integrar su propio Secretariado, una Comisión de Organización y otra Sindical, y designar a Blas Roca como director del periódico «Hoy».
Sin embargo, se manifestaron en los órganos intermedios y de base de las ORI ciertas actitudes sectarias, denunciadas públicamente por Fidel. A partir de esos señalamientos se desarrolló un proceso de reorganización de los núcleos de las ORI y de formación de nuevas organizaciones de base, fundamentadas en la consulta a las masas.
De este proceso, la vanguardia revolucionaria cambia la denominación de ORI por Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC), lo que no puede considerarse como un simple cambio de nombre sino como resultado de un riguroso sistema para el ingreso a sus filas, que no lo tenían las ORI, sobre la base de dos normas fundamentales: la consulta a los trabajadores sobre quiénes podían ser considerados y elegidos como ejemplares, y la selección por los organismos correspondientes del Partido, entre los trabajadores ejemplares, de los que debían ser procesados para su ingreso. Se desarrolló entonces una actividad política en los centros de trabajo, las fábricas y otros destacamentos proletarios. Con las primeras experiencias esa tarea se extendió a otros sectores de la sociedad.
Entre el 30 de septiembre al 1 de octubre 1965 se desarrolló el proceso de balance, renovación y/o ratificación de mandatos del PURSC, desde las organizaciones de base hasta los Comités Provinciales.
El 3 de octubre de 1965, en plenaria de dirigentes partidistas y administrativos nacionales y territoriales de todo el país, Fidel comunicó el acuerdo de cambiar el nombre de PURSC por el de Partido Comunista de Cuba y la constitución del primer Comité Central. Además, se fusionan los periódicos “Hoy” y “Revolución” en un solo órgano, el periódico oficial del Partido llamado “Granma”.
¡Todo un ejemplo para la militancia revolucionaria mundial!
Notas