Francia: “La tercera vuelta”

Un programa político ambicioso, “Futuro Común”, que encabeza Mélenchon, con medidas importantes contrarias al neoliberalismo, de recuperación de la soberanía, de apertura a un proceso constituyente de nueva república y de un conjunto de medidas laborales y sociales que atienden a necesidades e intereses de los trabajadores y capas populares.

Para las elecciones legislativas a la Asamblea Nacional en Francia, se ha constituido una coalición electoral encabezada por Jean-Luc Mélenchon que integra a Francia Insumisa (LFI), Partido Socialista (PS), Partido Comunista francés (PCF) y Europa Ecología-Los Verdes (EELV).  La incorporación de los socialistas franceses de ha producido mediante un acuerdo de su Consejo Nacional con el 62% de los votos y con la oposición del ex presidente François Hollande.

La nueva coalición de izquierda se registra con el nombre Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES) y el programa político lleva como título “Futuro Común”. Además de este compromiso programático, la coalición de izquierda acuerda presentar candidaturas a los 577 escaños de la Asamblea Nacional distribuidos del siguiente modo: Francia Insumisa presentará candidatos en unas 325 circunscripciones, los ecologistas en 100, los socialistas en 70 y los comunistas en medio centenar de circunscripciones.

Con el 22% de los votos, Mélenchon fue el candidato de la izquierda que alcanzó un mayor apoyo electoral que sirvió para frenar una dinámica de ascenso de la extrema derecha. A muchísima distancia, los verdes de Yannick Jadot obtuvieron el 4,6% de los votos y Fabien Roussel del PCF el 2,3% de los sufragios. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, logró el peor resultado del Partido Socialista francés, con el 2,1% de los apoyos; mientras que los dos aspirantes trotskistas tuvieron menos del 1% -Philippe Poutou con un 0,8% y Nathalie Arthaud con un 0,6%-.

Preside el programa político “Frente Común” una introducción que firma Mélenchon. Sostiene este candidato que «el capitalismo financiarizado de nuestro tiempo está provocando una violencia social y una destrucción de la naturaleza sin precedentes en la historia de la civilización humana… se alimenta de sus propios desastres, este sistema es incapaz de corregirse a sí mismo. Las razones para rechazarlo son, por tanto, graves y urgentes. Este es el objetivo de nuestro programa. No queremos ocultarlo ni difuminarlo». Más adelante señala «Nuestro pueblo debe vivir libre y plenamente ciudadano. El derecho a decidir no debe reservarse a una casta privilegiada. El pueblo, y solo él, debe ser soberano. Abolir la monarquía presidencial, dar al pueblo amplios poderes de iniciativa de leyes y destitución de los cargos electos es una urgencia para ello. Por eso, si queremos reconstruir la democracia francesa, tendremos que convocar una Asamblea ConstituyenteLa deriva autoritaria y brutal puesta en marcha por Emmanuel Macron debe ser borrada.»

En otro momento, Mélenchon indica: «la independencia de Francia es ante todo una garantía de nuestra propia libertad como pueblo. La independencia no es recluirse en uno mismo. Es el dominio de nuestras interdependencias en el mundo. Ninguno debe enajenar nuestra libertad obligándonos a compromisos desastrosos como los que nos obliga la OTAN, por ejemplo.»

El programa político de la coalición NUPES plantea como primera propuesta la reivindicación de la VI República mediante un previo referéndum para poner en marcha un proceso constituyente, proceso que culminaría con otro más en el que la ciudadanía se pronunciaría sobre el texto de la nueva Constitución. En caso negativo «la Asamblea Constituyente reanudaría sus trabajos».

Una nueva República que garantizaría de manera plena la libertad de conciencia y la estricta aplicación del laicismo, que prohíba, por ejemplo, «a los funcionarios locales electos, parlamentarios, ministros y prefectos asistir a ceremonias religiosas como parte de sus funciones o recibir títulos religiosos» y rechace, además, la financiación pública para la construcción de edificios religiosos, actividades religiosas y establecimientos confesionales.

En materia de seguridad y justicia se propone la gratuidad en los procedimientos judiciales más habituales, como los divorcios. En cuanto al apartado de ecología defiende «el principio de la regla verde, según la cual no se toma de la naturaleza más de lo que es capaz de reconstituir», junto a una inversión ecológica y socialmente útil de 200.000 millones de euros. También en este capítulo, el programa propone salir de la energía nuclear, el reaislamiento de al menos 700.000 viviendas al año, la abolición de la obsolescencia programada, la prohibición de plásticos de un solo uso y una reforma agraria que «favorezca la instalación de nuevos agricultores y permita el desarrollo de un tejido de muchas explotaciones a escala humana». Asimismo, la convocatoria de un referéndum que determine «la lista de bienes comunes y servicios esenciales y colectivizarlos».

Movilización de los chalecos amarillos en Francia.

En el apartado “Unidos para vivir bien”, el programa defiende la necesidad de bloquear los precios de los artículos de primera necesidad, el restablecimiento de la jubilación a los 60 años con el 100% cuando se acredite 40 años de cotización y vacaciones anuales retribuidas de seis semanas. Asimismo, el inmediato aumento del salario mínimo a 1.400 euros mensuales netos, el reconocimiento del derecho a los comités de empresa para poder suspender los procedimientos de regulación de empleo y hacer efectivo «el derecho de requisición de fábricas y empresas de interés general por parte del Estado».

En este apartado se incluye además la propuesta de «socializar la banca generalista», la prohibición de los desalojos de alquiler sin realojamiento público y la construcción de 200.000 viviendas públicas anuales.

La abolición de la prostitución es una de las medidas que incluye el capítulo sobre igualdad, así como el establecimiento del servicio militar obligatorio.

En el apartado “Europa”, la coalición de izquierda plantea «retirarse inmediatamente del mando integrado de la OTAN y luego, por etapas, de la propia organización» así como el rechazo de «cualquier registro de nuestro país en una alianza militar permanente en la región del Indo-Pacífico y en otros lugares

No se plantea a plazo alguno la salida de Francia de la UE del capital, lo que constituye una debilidad importante que ha sido señalada por los apoyos más combativos de la coalición. No obstante, el programa de la coalición sostiene el ejercicio del derecho de veto para rechazar en su caso nuevos acuerdos de libre comercio o cualquier nueva ampliación de estos. También se registra en este capítulo la tarea de impulsar «en el seno del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio (OMC) propuestas de ruptura con el neoliberalismo internacional» y reafirmar «la superioridad de los principios fundamentales consagrados en la Constitución de la VI República sobre el derecho europeo y establecer un principio de no regresión ecológica y social: ninguna norma europea puede aplicarse si es menos ambiciosa que una norma nacional en materia social o ecológica», así como dejar de aplicar unilateralmente normas incompatibles «con nuestros compromisos ecológicos y sociales, como la directiva sobre el desplazamiento de trabajadores, las normas presupuestarias, las normas de competencia, la libre circulación de capitales.»

Sin duda, se trata de un programa político ambicioso, con medidas importantes contrarias al neoliberalismo, de recuperación de la soberanía, de apertura a un proceso constituyente de nueva república y de un conjunto de medidas laborales y sociales que atienden a necesidades e intereses de los trabajadores y capas populares.

La aplicación de este interesante programa será posible en la medida que genere una dinámica desde las capas populares que lo haga cumplir mediante una amplia e intensa movilización social y política.

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One thought on “Francia: “La tercera vuelta”

  • 20 de mayo de 2022 en 18:06
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    Aunque en el caso de que gobernaran, incumplieran cosas, por lo menos están en la lucha de las ideas. Aquí ni eso. Cuando unos sindicatos como ccoo-ugt trabajan para llevarse las pensiones (los fondos privados de empresa-ccoo-ugt), las “isquierdas más de isquierdas” lo votan en el Congreso, ya eastá dicho todo. Claro que los forofos no pueden ver y los mantienen. Si hasta aplauden a Zelensky (salvo la honrosa excepción del secretario del PCE, Enrique Santiago). Aquí, esas isquierdas son un completo fraude, y mientras las mantengan, seguiremos el camino de pérdidas de las pensiones, edad de jubilación, etc., etc., los derechos materiales, los formales ya los otorgaba incluso Zapatero.

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