«Nos estamos encaminando hacia la guerra como sonámbulos»

La advertencia no viene de un anti-imperialista, sino de uno de los principales colaboradores de Sarkozy durante su Presidencia de la República Francesa: Henri Guaino. La web de la Association Nationale des Communistes ha publicado un amplio resumen de recientes pronunciamientos de Guaino ^[1]Traducción Hojas de Debate..

No se me escapa que el personaje no se ubica precisamente en nuestra orilla. ¡Ni mucho menos! ¿Pero es razón suficiente para no tomar en cuenta lo que dice y no estar de acuerdo con él cuando se pronuncia por no regatear esfuerzos en favor de la paz, desde el más estricto respeto del derecho de los pueblos a disponer de sí mismos? Noam Chomsky ha afirmado que «nuestra prioridad en Ucrania debería ser la de salvar vidas, no la de castigar a Rusia».

En una tribuna publicada por el Figaro el pasado 12 de mayo, Henri Guaino, antiguo consejero especial de Nicolas Sarkozy (2007-2012) y diputado de UMP-LR (2012-2017) ^[2]Derecha francesa: en 2015, la Unión por un Movimiento Popular fundada por Chirac pasó a denominarse Los Republicanos, bajo dirección de Sarkozy. En 2011, este último se había sumado entusiasta … Seguir leyendo, hacía un interesante análisis de la guerra en Ucrania y advertía, a la luz de la historia, de los riesgos de un engranaje cuya envergadura nos cuesta calibrar. En una entrevista a la radio Europe 1 se ha ratificado en su posición, señalando que Francia debería vetar el ingreso de Finlandia y de Suecia en la OTAN.

La historia nos enseña…que no hemos aprendido nada

Guaino evoca la experiencia de 1914 para explicar cómo surge la guerra cuando nadie dice abiertamente desearla. No era más deseada cuando se firmó el tratado de Versalles. Nadie quería una nueva guerra mundial aún más mortífera… que estallaría solo veinte años después, pero sus semillas se habían sembrado entonces.

Apoyando su reflexión en numerosas referencias históricas, Guaino observa que «si la guerra fría no desembocó en la tercera guerra mundial, ello fue así porque ninguno de sus protagonistas buscó nunca acorralar al otro. En las crisis más graves cada parte actuó de manera que quedara a la otra una puerta de salida. Por el contrario, hoy, Estados Unidos y sus aliados quieren acorralar a Rusia».

Occidente se enfrentaría hoy a un «trágico dilema»: «hacer concesiones a Rusia ahora sería plegarse a la ley del más fuerte. No hacerlas sería plegarse a la ley del más loco».

Según Guaino, la ofensiva rusa se produjo en un contexto mal comprendido en Occidente: «Al extender la OTAN a la totalidad de los antiguos países del Este hasta el Báltico, transformar la Alianza Atlántica en alianza anti-rusa y llevar las fronteras de la UE hasta Rusia, Estados Unidos y la UE han despertado en los rusos el sentimiento de cerco que ha originado tantas guerras europeas» (…)

Acorralar no es la vía de la paz

El consejero del Tribunal de Cuentas deplora el riesgo de que el endurecimiento de las posiciones occidentales, y especialmente la apuesta guerrera estadounidense, arrojen gasolina al fuego: «a través de Ucrania martirizada, esta es una guerra entre Occidente y Rusia que puede conducir a un enfrentamiento directo por una escalada incontrolada». Su temor es que la política de las potencias occidentales sea contraproducente para la paz mundial: «hacer todo lo posible por acorralar a Rusia no es preservar el orden mundial, sino dinamitarlo. Si Rusia es excluida de todas las instancias internacionales y estas se desintegran como sucedió con la Sociedad de Naciones a comienzos de los años 30 del siglo pasado, ¿qué quedará del orden mundial?»

Guaino se pregunta «dónde está la voz de Francia», que había sabido mostrarse firme en su oposición a la guerra en Iraq. Sugiere que el maniqueísmo nos lleva por mal camino: «encontrar un culpable nos reconforta en la idea de que estamos en la actitud correcta, y en lo que hace al caso, tenemos designado a un autócrata sin piedad como encarnación del mal. Pero el bien contra el mal es el espíritu de cruzada: ‘¡Matadlos a todos y Dios reconocerá a los suyos!’ En lugar de hacer oír su voz para evitar esta locura y parar las masacres, la UE sigue a pies juntillas a Estados Unidos en su escalada de guerra por delegación. ¿Pero qué harán europeos y estadounidenses contra la pared de la guerra total?»

Humillar a Rusia no es la vía de Francia… y Zelenski lo lamenta

¿Queda espacio para la vía diplomática, una «puerta de salida» hacia la desescalada? El Elíseo ha dejado entender últimamente que trataba de favorecerla. «La paz no se construirá humillando a Rusia», declaró hace unas semanas en Estrasburgo el Presidente Macron.

Volodimir Zelenski parece lamentarlo: el mismo día que se publicó el artículo de Guaino, salió al paso de lo dicho por Macron incorporando a su canal de Telegram unas declaraciones suyas a la RAI. En la televisión italiana el Presidente ucranio había juzgado que su homólogo francés intentaba «en vano» dialogar con Vladimir Putin y que consideraba «incorrecto» que el Presidente francés se mostrara dispuesto a «hacer concesiones diplomáticas» a Rusia, a la que «no hay que buscar una puerta de salida (…); hasta que la propia Rusia no quiera y comprenda que necesita [el fin de la guerra], no buscará una salida (…). El tiempo de sentarse en una mesa con Rusia se acabó (…), ya no es posible.» Aunque el propio Zelenski dice no cerrar la puerta a encontrarse con Putin, «pero solo con él, sin mediadores» (…).

 Guaino se ratifica en entrevista a la radio Europe 1

Interrogado por su artículo que ha tenido un gran impacto, el autor insistió en su punto de vista y expresó su escepticismo sobre el ingreso de Finlandia y de Suecia en la OTAN: «Me asombra la rapidez de la escalada desde el comienzo de la guerra (…) No ha habido ninguna iniciativa para impedirla. Como si, en el fondo, nadie la quisiera, pero todos pusieran de su parte para que llegara, de un lado y de otro. En todo caso, Europa no hizo propuesta alguna, como pienso que debería haber hecho. Y una vez iniciada la guerra, seguimos sin propuestas». A su juicio, Macron ha «dicho cosas sensatas sobre el tema», pero, lamentó, «sin sacar de ello consecuencia alguna».

Evocando una vez más 1914, insistió en que «el mecanismo para llegar a la guerra siempre es el mismo». 1914 es un ejemplo casi «químicamente puro» del engranaje; seguido del tratado de Versalles, funesta premisa de la Segunda Guerra Mundial.

El ensayista se reafirma en su alerta sobre el riesgo de maniqueísmo que conduce a la «cruzada»: «si eres el bien, puedes permitírtelo todo. Y si cada una de las partes se considera encarnación del bien, podrá permitírselo todo. Así vamos directos a la masacre (…)». «No hay elección  ̶  contesta enérgicamente ̶ , hay que luchar contra la ceguera, contra la radicalidad, contra la caricatura y también contra la majadería», recordando que «la moral es asumir las consecuencias de lo que se desea» y, poniendo de manifiesto la inconsecuencia del discurso belicista de ciertos adalides de los derechos humanos: «en tal caso, ¡vayan ustedes a combatir!»

Henri Guaino es un viejo camusiano, autor de Camus en el Panteón. Discurso imaginario ^[3]Camus au Panthéon. Discours imaginaire, Plon, 2013., donde imaginaba la consagración nacional de su «gran hombre». Ante el micrófono de Europe 1 hizo referencia a Los justos, obra teatral en la que Albert Camus sugiere que se puede estar convencido de la justeza de una causa si se está dispuesto a arriesgar la propia vida por ella: en caso contrario, recuerda Guaino, la convicción no es «respetable».   

¿Veto al ingreso de Finlandia y Suecia en la OTAN?

El apoyo de Macron al ingreso de Finlandia y de Suecia en la OTAN «no es un error, es un mal paso (…) Nunca debió ponerse en práctica la política de puerta abierta a la OTAN. Jamás. La OTAN era una organización dirigida contra la Unión Soviética, contra el Pacto de Varsovia. Por desgracia, la han convertido en una organización anti-rusa (…) Pienso que Francia debería vetar estos ingresos». No «un veto a secas [sino] en el marco de una negociación seria, con cese el fuego y una negociación sobre la neutralidad de Ucrania, la neutralidad de Georgia, como se hizo mucho tiempo con Finlandia o con Austria en 1955, que por cierto sigue sin ser miembro de la OTAN…»

«Lo que hace falta es salvar la paz, la paz en Europa y la paz mundial (…) Hay que saber que hay un momento en que esto escapa a [la voluntad de] los hombres. Por eso hay que hacer algo antes de que el proceso nos escape completamente y se haga incontrolable.»

¿Será escuchado?

JP-ANC

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Redacción Hojas de Debate.- No puede causar sorpresa que el ex consejero de Sarkozy omita referirse a hechos como el silencio y la complicidad de Occidente ante el martirio al que el régimen ucraniano ha sometido a la población del Donbass desde hace ocho años; la influencia ultraderechista y abiertamente nazi en ese régimen y especialmente en sus fuerzas militares de choque, y el escaso éxito de EEUU y la OTAN, autoproclamados «comunidad internacional», en arrastrar a la cruzada anti-rusa a países que superan conjuntamente con creces la mitad de la población mundial: buena parte del mundo árabe y de los países africanos no han mostrado el menor interés en secundarlos. En América Latina, el rechazo a lo que en realidad responde al propósito de recomponer e imponer un orden mundial unipolar, no se limita a los gobiernos de más marcado perfil anti-imperialista. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lo ha dejado muy claro. En Asia, Irán y Vietnam son otros tantos ejemplos, junto a los gigantes India y, desde luego, China, que muestra firmeza y serenidad ante la multiplicación de gestos hostiles, amenazas y provocaciones por parte de EEUU y sus aliados en la región.

Que una voz de la derecha francesa se aparte claramente de la matriz sesgada y parcial machaconamente promovida por los medios estadounidenses y europeos, merece atención. Que critique abiertamente la expansión de la OTAN y la reconozca como un factor inseparable de la crisis actual, no es cualquier cosa. Que nos advierta de la urgencia de salir del maniqueísmo dominante que nos acerca a una guerra total, para impulsar, de verdad, una solución diplomática, no puede suscitar indiferencia. Por el bien de los pueblos, hay que redoblar los esfuerzos para contrarrestar la locura. Por lo que nos concierne, en España también. ¡Evidentemente! La paz no se prepara lustrando salones y alfombras para danzas de guerra ni jaleándolas y sumándose a ellas.

Fuente de la ilustración: Henri Guaino retratado por Fabien Clairefond