Piratas del Caribe
Ahora tenemos aventuras cómicamente sórdidas como el robo del avión presidencial de Nicolas Maduro en la República Dominicana el 2 de septiembre último.
Los medios de comunicación (¿informativos?, ¿formativos?, ¿desinformativos?) nos machacan con la transmisión diaria de esperpentos disfrazados de noticias que, en ciertos casos, como el que recogemos en el titular de este artículo, parecen obra de los peliculeros de Hollywood, películas de piratas como las que visionábamos con excitación en nuestro cine de barrio. Ahora, las noticias de los modernos piratas no nos narran aventuras aleccionadoras como la reinserción social de Tyrone Power haciendo de “El cisne negro“. Y los verdaderos piratas, como entonces, son los del poder imperialista establecido.
Las actuales circunstancias nos ofrecen aventuras que parecen copiar la idea que manejaba Cecil B. de Mille (¡en 1942!), cuando opinaba que “una película debe empezar con un terremoto y de ahí para arriba”. Podemos recrearnos en la ambición de mantener “El mundo en sus manos” o, por lo menos, alcanzar el ascenso social de “Su Majestad de los mares del Sur”. Logramos fomentar los esfuerzos paralímpicos de “El capitán Garfio”. No necesitamos tener con nosotros “El hidalgo de los mares” ni “Vientos en las velas” pero “Nuestra bandera significa muerte”. “La isla del tesoro” también puede ser “La Isla de las cabezas cortadas”. Y para dar sabor interpretativo a nuestras películas de ahora no necesitamos a Errol Flyn ni a la pareja Burt Lancaster-Nick Cravat haciendo de “Temible burlón”.
Ahora tenemos aventuras cómicamente sórdidas como el robo del avión presidencial de Nicolas Maduro en la República Dominicana el 2 de septiembre último.
Y lo mismo que roban un avión propiedad de un tercero, aduciendo inverosímiles argumentos “justificativos”, roban el petróleo de los países que previamente invaden. Es la esencia del imperialismo y su permanente tendencia depredadora. Hay mucho que contar sobre el robo de petróleo en Libia, en Irak y en una parte de Siria.
De igual forma están dispuestos a robarle las elecciones a Venezuela colocando a su frente a un organizador de los escuadrones de la muerte.
Y puestos a robar, roban la soberanía de los países con la complicidad de gobiernos títeres.
Quien tenga paciencia puede repasarse la lista de agresiones perpetradas por los EE.UU. y cómplices para robar cualquier materia con cierto valor en el mercado.
Tendremos que pedirle a los “temibles burlones” que nos enseñen la manera de defendernos con novedosas tecnologías del poderío imperialista.