Salvar al mundo que hoy se llama Gaza
Claudia Sheinbaum Pardo: «Por ello, por mi origen judío, por mi amor a México y por sentirme ciudadana del mundo, comparto con millones el deseo de justicia, igualdad, fraternidad y paz, y por tanto, sólo puedo ver con horror las imágenes de los bombardeos del estado israelí en Gaza… Ninguna razón justifica el asesinato de civiles palestinos… Nada, nada, nada, puede justificar el asesinato de un niño. Por ello me uno al grito de millones en el mundo que piden el alto al fuego y el retiro inmediato de las tropas israelíes del territorio palestino».
La nueva primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ganó en las elecciones con casi el 60% de los votos, 32 puntos por encima de su principal oponente Xóchitl Gálvez, de la coalición opositora formada por PRI, PAN y PRD, que se quedó con el 27,4%. Claudia Sheinbaum es la mandataria más votada en la historia reciente del país, con 35,9 millones de votos.
El partido Morena represando por la nueva dirigente del país es un partido mexicano de izquierda, creado en 2011. Fue creado el 2 de octubre de 2011 como un movimiento político y social impulsado por Andrés López Obrador como parte de su campaña presidencial en las elecciones de 2012. Cuenta con más de dos millones de militantes. Junto al Partido del Trabajo (PT) y el Partido Encuentro Social (PES), con y con López Obrador como candidato presidencial, obtuvieron el 1 de julio, la Presidencia de la República y la mayoría parlamentaria en ambas cámaras del Congreso de la Unión. Su programa contiene una clara visión antineoliberal, promoviendo la soberanía energética con Pemex u CFE, así como combatir la corrupción.
Sheinbaum es una mujer de izquierda, vinculada a causas sociales, líder estudiantil, profesora universitaria, investigadora, y vinculada a organismos internacionales. Es una mujer de izquierda y moderna, que goza de amplia popularidad.
En un reciente comunicado a la ciudadanía, Claudia Sheinbaum indica que proviene de una familia judía y que muchos de sus familiares fueron exterminados en los campos de concentración. Hizo de México su patria, amando su historia y su pueblo. Por eso, dice, «lucho por mi patria. No puedo ni quiero negar mi historia, hacerlo sería, como dice León Gieco, negar el alma de la vida. Pero también soy ciudadana del mundo, por mi historia y porque así pienso que debe ser.» Termina la misiva señalando «Por ello, por mi origen judío, por mi amor a México y por sentirme ciudadana del mundo, comparto con millones el deseo de justicia, igualdad, fraternidad y paz, y por tanto, sólo puedo ver con horror las imágenes de los bombardeos del estado israelí en Gaza… Ninguna razón justifica el asesinato de civiles palestinos… Nada, nada, nada, puede justificar el asesinato de un niño. Por ello me uno al grito de millones en el mundo que piden el alto al fuego y el retiro inmediato de las tropas israelíes del territorio palestino».
En una emotiva carta publicada les dice a sus compatriotas:
«Provengo de familia judía y estoy orgullosa de mis abuelos y de mis padres. Mi abuela paterna, exiliada de Lituania por razones económicas y raciales, llegó a México con parte de su familia en la segunda década del siglo XX. Mi abuelo paterno llegó a México por la misma época, también exiliado de Lituania, por razones políticas y raciales: era judío y comunista.
Mis abuelos maternos llegaron a México huyendo de la persecución nazi. Se salvaron de milagro. Muchos de mis familiares de esa generación, fueron exterminados en los campos de concentración. Ambas familias decidieron hacer de México su patria. Fui educada como mexicana. Amando su historia y su pueblo. Soy mexicana y por eso lucho por mi patria. No puedo ni quiero negar mi historia, hacerlo sería, como dice León Gieco, negar el alma de la vida. Pero también soy ciudadana del mundo, por mi historia y porque así pienso que debe ser.
Me refiero, por supuesto, a hombres y mujeres libertarios, humanistas, no racistas, que luchan por la paz… «Imagina», como compuso John Lenon. Por ello, por mi origen judío, por mi amor a México y por sentirme ciudadana del mundo, comparto con millones el deseo de justicia, igualdad, fraternidad y paz, y por tanto, sólo puedo ver con horror las imágenes de los bombardeos del estado israelí en Gaza… Ninguna razón justifica el asesinato de civiles palestinos… Nada, nada, nada, puede justificar el asesinato de un niño. Por ello me uno al grito de millones en el mundo que piden el alto al fuego y el retiro inmediato de las tropas israelíes del territorio palestino. Como dijo Alberto Szpunberg, poeta argentino, en una carta reciente: «de eso se trata: de salvar un mundo, este único y angustiado mundo que habitamos todos, que a todos pertenece y que hoy se llama Gaza».