20 de abril por una Salud sostenible en una Canarias sostenible
Evidentemente, la salud humana depende de la salud del medio que habitamos. La explotación de los recursos naturales nos ha situado en un contexto de emergencia climática y ambiental que compromete nuestra salud y bienestar.
El modelo económico canario, cada vez más dependiente, más alejado de la soberanía alimentaria, energética, tecnológica, económica, etc., está agotado y no es sostenible ni ambientalmente, ni socialmente ni económicamente. Por todo ello, tampoco lo es desde el punto de vista de la Salud Pública, no evitándose que se llegue a la enfermedad con todo el cortejo de manifestaciones clínicas, procedimientos diagnósticos y tratamientos varios, lo que en suma hace que en el terreno sanitario se acumulen muchísimos problemas asistenciales.
Además de las repercusiones sobre la Salud Pública, están las que afectan a la Sanidad Pública, unas derivadas de aquellas que se traducen en sobrecarga de enfermedad producto de las acciones dañinas sobre el medioambiente y las condiciones de vida y trabajo que acaban traduciéndose en sobredemanda de asistencia sanitaria y otras derivadas del llamado “turismo sanitario”.
El “turismo sanitario” genera un agujero para las arcas públicas dado lo que supone la atención sanitaria demandada por una parte de los millones de visitantes extranjeros que llegan cada año a Canarias. Va creciendo el peso de las atenciones realizadas a los visitantes en el Sistema Nacional de Salud y particularmente en el SCS, repercutiendo en el ya insuficiente presupuesto de la Sanidad Pública. No es de recibo tener que atender a una población notablemente superior a la que está censada en Canarias, lo que provoca situaciones de saturación, así como de déficit de infraestructuras y económico.
El problema no está en quien está de vacaciones y requiere asistencia de urgencia por enfermedad sobrevenida o accidente, quizá la situación más común, y cuya asistencia queda garantizada por la Tarjeta Sanitaria Europea (en el caso de los ciudadanos europeos), por compañías aseguradoras privadas con cobertura internacional y otras fórmulas de financiación.
Con carácter general, los Reglamentos (CEE) 1408/71 y 574/72 regulan el derecho de las personas aseguradas en uno de los Estados miembros de la UE a recibir asistencia sanitaria en otro Estado perteneciente a la UE, con ocasión de un desplazamiento temporal o de residencia habitual en este último. Esta asistencia se debe prestar en las mismas condiciones que los asegurados del país de destino. Para la liquidación de los gastos sanitarios derivados de la exportación del derecho a recibir asistencia sanitaria, la normativa comunitaria prevé un sistema de reembolso entre instituciones de Seguridad Social.
No obstante, según explica el Tribunal de Cuentas en su Informe de fiscalización de la gestión de las prestaciones de asistencia sanitaria derivadas de la aplicación de los reglamentos comunitarios y convenios internacionales de la Seguridad Social, de 29 de marzo de 2012, pese a que España es un país eminentemente receptor de turistas y residentes extranjeros, se deja de cobrar una parte importante de las asistencias médicas prestadas a ciudadanos de otros países europeos. Las principales causas son: 1) Falta de control de los extranjeros con cobertura (así, Alemania emite un 716% más facturas que España, cuando en realidad se estima que España realiza más atenciones sanitarias a extranjeros). 2) Los excesos de Francia y Portugal, cuyos ciudadanos realizan un turismo de proximidad para utilizar los servicios sanitarios públicos españoles. 3) Fallos en los cobros por los turistas británicos, cuyos importes se venían realizando mediante un sistema de estimación. 4) Deficiencias de información entre CCAA y la administración central.
El turismo sanitario en sentido negativo está asociado, claro está, a la práctica creciente los últimos años, realizada por extranjeros, para recibir un tratamiento gratis de la Sanidad Pública española. Esto se realiza de diversas maneras, pero siempre con cierta dosis de fraude: por ejemplo pasar más de 6 meses en España para poder acceder a la tarjeta sanitaria española, o acudir a urgencias acentuando la sintomatología de una dolencia cardíaca.
Se calcula que en el Estado español hay varios millones de visitantes, que tienen apartamentos o casas en la costa, cuyas estancias se suelen prolongar varios meses, y en su mayoría tienen más de 65 años. Este grupo está considerado como consumidores sociosanitarios, ya que hacen un uso abusivo de la Sanidad Pública para obtener un tratamiento gratuito del Sistema sanitario español (frente al copago o pago requerido en sus países de origen).
No cabe duda de que en Canarias nuestros recursos naturales están comprometidos por el desarrollo desenfrenado del turismo, la degradación observada depende de las relaciones de dominación en el territorio. Los intereses de la industria turística prevalecen sobre el interés de la población local, además de tener un impacto directo en nuestra salud, tienen una serie de efectos ambientales que se relacionan con el uso de recursos naturales, la producción de residuos y la emisión de gases de efecto invernadero, con la proximidad de los espacios que habitamos a zonas verdes, o azules, que no solo nos afectan como individuos, sino que pueden contribuir en mayor o menor medida al cambio climático y a la pérdida de biodiversidad.
Conocer el impacto de estas acciones en la salud del planeta y en la nuestra propia nos permitirá disponer de argumentos adicionales que pueden motivar a individuos y poblaciones a apostar por las opciones más sostenibles, a la vez que saludables. Eso nos lleva a la necesidad de pensar un nuevo turismo e integrar las facultades de decisión por parte de la población canaria potenciándolas mediante la organización y la movilización.
Por ello, desde la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias llamamos a apoyar las manifestaciones del 20 de abril, añadiendo la necesidad de luchar por una Salud sostenible en una Canarias sostenible. También queremos expresar todo nuestro apoyo y solidaridad con la huelga de hambre que llevan adelante integrantes de la plataforma «Canarias se agota» dirigida a paralizar la construcción del hotel de La Tejita y del complejo Cuna del Alma, dos proyectos turísticos de lujo situados en el sur de Tenerife.
Que comentario? salvo que estoy totalmente de acuerdo con lo expresado en el texto.