6 de julio, convocatoria por la paz, contra el racismo y el fascismo

Este próximo 6 de Julio el Comité por la Paz de Tenerife convoca a personas y colectivos a unirse en una concentración contra el racismo, el fascismo y para que no nos arrastren a una nueva guerra mundial, alentada por los gobiernos de la UE y la OTAN.

El Comité por la Paz de Tenerife inició,  el sábado día 22 de junio, la campaña “Que no nos arrastren a la guerra” a nivel de calle. Tuvo lugar en el puente de la rotonda de Alcampo en La Laguna y consistió en el despliegue de una pancarta de 7 metros, como se puede apreciar en el vídeo y la fotografía que acompañan. Se trata de una campaña estatal de la Asamblea Contra las Guerras de la OTAN y el Genocidio en Palestina.

El próximo 6 de julio va a tener lugar una concentración, debidamente comunicada a subdelegación de gobierno, para las 12 h. en la Plaza de La Concepción de La Laguna que servirá además para salir al paso de incidencias graves sucedidas recientemente:

En primer lugar, la agresión fascista contra la sede del Sindicato de Inquilinas de Tenerife en San Isidro que fue objeto de un incendio provocado, altamente destructivo, y que apunta a miembros de una empresa de “desokupación” que en varias ocasiones han proferido insultos y amenazas ante dicha sede. Así mismo, se ha producido una convocatoria racista en Santa Cruz de Tenerife para ese día 6 de julio y se hace muy necesario poner en alerta y movilizar a la sociedad mediante los diversos colectivos y organizaciones, confluyendo en una contraprogramación ante dicha convocatoria reaccionaria, para el mismo día y hora pero en La Laguna.

Al parecer, la citada convocatoria racista está conectada con Se Acabó La Fiesta (SALF) y su líder, Alvise Pérez, muy interesados en agitar las aguas de la xenofobia en el marco de su campaña sobre una supuesta e inminente invasión de Marruecos al archipiélago canario. Ningún parámetro político, social, militar o económico apunta a esa posibilidad pero destacarla es básico para reforzar el perfil racista y xenófobo que tan útil le resulta para la captura de votos y apoyos políticos y sociales que hasta ahora se situaban en “las redes” pero podemos estar ante un proceso de “toma de tierra” de sus miserables planteamientos para los que Canarias, con la falta de recursos y pésima gestión institucional del sistema de acogida a la migración, puede constituir todo un laboratorio para el desarrollo de aquellos.

La capacidad de acogida de menores migrantes en Canarias está ya en el límite. Las condiciones en que son tutelados por el Gobierno de Canarias se acercan a la vulneración de derechos fundamentales. Es lo que han planteado dos abogadas ante la sección de extranjería de la Fiscalía General de Las Palmas y al Defensor del Pueblo, acreditando las terribles condiciones en las que están siendo atendidos los menores migrantes en Canarias, concretamente, en el Centro Casa del Mar de Arrecife de Lanzarote.

Por otro lado, le interesa a la extrema derecha hacer gala de su tradicional “patriotismo” frente “al moro” cuando en la política exterior de Pedro Sánchez respecto del Norte de África pueda interferir el papel adjudicado por EEUU en el flanco Sur de la OTAN a su “amigo en el Magreb” que es Marruecos, contribuyendo con ello al desgaste en este terreno del Gobierno de coalición, por mucho servilismo que este despliegue para ganarse el papel de socio más fiable de EEUU en la zona.

Por ello, a pesar de que España sigue siendo legalmente la potencia administradora del Sáhara Occidental, el Estado español continúa favoreciendo la ocupación marroquí. Desde entonces los sucesivos gobiernos españoles (sin importar su color político) siguen mirando hacia otro lado. Siguen cediendo a los chantajes del régimen marroquí y eludiendo su responsabilidad legal, política y ética para con el Sáhara Occidental. Y no solo lo hace con su silencio y su olvido histórico de la que una vez fuera su “provincia 53”, sino que permite y colabora (directa e indirectamente) en la violación de los derechos humanos de la población de este territorio. Un amplio número de antiguos altos cargos públicos y de empresas españolas contribuyen y se benefician del expolio y de la explotación de los recursos naturales de esta región, en detrimento de la salud física y mental del pueblo saharaui, tal y como muestran múltiples evidencias. Los intereses comerciales, políticos y migratorios entre España y Marruecos son ciertamente numerosos, pero no hay que olvidar que estos intereses no solo se encuentran manchados de sangre, sino que violan de forma sistemática y reiterada la legalidad internacional.