Continúan las movilizaciones contra el ERTE de REPSOL en Puertollano

Los y las comunistas debemos defender una propuesta propia de transición energética y defensa del desarrollo sostenible que debe basarse en la planificación democrática de la economía y la propiedad estatal de las empresas energéticas.

Desde el 8 de abril que la dirección estatal de la multinacional española de hidrocarburos REPSOL, anunció la aplicación de dos expedientes de regulación temporal de empleo para sus refinerías en Puertollano, (Ciudad Real) y La Coruña, sus trabajadores no han parado de movilizarse para echar atrás las pretensiones de Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol y antiguo Presidente del Partido Nacionalista Vasco, de aprovechar la pandemia para abaratar costes laborales.

REPSOL pretende justificar estos ERTEs en la “incertidumbre” generada por el proceso de “transición ecológica” que según su dirección le obliga a acometer cuantiosas inversiones con el fin de alcanzar el objetivo de llegar al 2050 a la neutralidad en emisiones de carbono. Sin embargo, esto no se sostiene cuando en febrero de este año REPSOL anunció que preveía lograr en 2020 un beneficio neto de unos 320 millones de euros, un 15% superior al conseguido en años anteriores. Detrás de estas manifestaciones no encontramos incertidumbre, sino la certeza de lograr un importante beneficio económico, entre otros motivos, precisamente por las suspensiones de contratos de trabajo que se quieren llevar a cabo.

En Puertollano, ciudad minera e industrial de referencia en toda Castilla-La Mancha y muy castigada por las deslocalizaciones, los trabajadores y trabajadoras de la refinería no se han quedado quietos ante un ERTE que afecta al 60% de su plantilla, más de 600 trabajadores. Las movilizaciones llevadas a cabo tuvieron como colofón una histórica manifestación el viernes 23 de abril de más de 5.000 personas que comenzó desde la misma planta industrial hasta el Paseo de San Gregorio de Puertollano, el histórico lugar donde confluyen las protestas obreras en esta localidad con un largo recorrido de lucha proletaria.

"El  simpático consejero-delegado de Repsol". Fuente Wikipedia
“El simpático consejero-delegado de Repsol”. Fuente Wikipedia

Después de esta gran demostración de fuerza que ha recibido el apoyo del conjunto de la ciudadanía de Puertollano, incluidos trabajadores de otras plantas industriales y del pequeño comercio de la zona, se han ido desarrollando otras convocatorias que permiten mantener viva la llama del conflicto. El miércoles 28 de abril, 300 trabajadores de REPSOL han bloqueado el acceso a la refinería desde las 6:30 a las 9:00, mientras el mismo día por la tarde otros tantos cientos de trabajadores han recorrido el centro de Puertollano en sus vehículos en una marcha reivindicativa. Más tarde, en la manifestación del pasado 1º de mayo, los conflictos en Repsol, Eserman, Abegoa, Adif y Ayuntamiento de Puertollano se han dejado sentir entre los miles de manifestantes.

La posición de los sindicatos convocantes de las movilizaciones en Puertollano y La Coruña (CCOO, UGT, STR, USO y CIG) han manifestado que actualmente se encuentran lejos de un acuerdo y han reiterado su posición de que la transición ecológica no puede hacerse a costa de destruir y precarizar empleos.

Esto nos lleva a una reflexión que los militantes de las diferentes organizaciones de izquierdas debemos hacernos: El capitalismo verde no es una alternativa viable para muchos trabajadores, no es un modelo de sostenibilidad, es un conjunto de medidas que un sector del gran capital pretende imponernos para establecer su dominio a expensas de la destrucción de empleo y la precarización de las condiciones de vida de muchos trabajadores y trabajadoras.

Los y las comunistas debemos defender una propuesta propia de transición energética y defensa del desarrollo sostenible que debe basarse en la planificación democrática de la economía y la propiedad estatal de las empresas energéticas. Sólo partiendo de esta base podemos abordar las tareas medioambientales de una manera justa y efectiva. Si simplemente nos plegamos a los designios de las grandes multinacionales estaremos fomentando la desindustrialización de nuestro país, la destrucción de miles de puestos de trabajos y alimentando el terreno para el crecimiento de la extrema derecha y su discurso negacionista del cambio climático.

Debemos acompañar a la clase obrera en su lucha por recuperar los derechos perdidos, forzar al gobierno a que derogue las sucesivas reformas laborales y el conjunto de medidas anti-obreras que se implementaron durante la última crisis, pero también debemos de llevar una propuesta de desarrollo industrial y energético que supere el modelo depredador capitalista.

Corresponsal de Castilla-La Mancha

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