El Ayuntamiento de Motril aprueba una moción en favor del alto el fuego y la apertura de negociaciones en el conflicto bélico de Ucrania

Al día siguiente tuvo lugar una concentración que reunió a más de un centenar de personas convocada por una plataforma de asociaciones de muy diversa índole en la que se rechazó el envío de armas a Ucrania.

En el Pleno Municipal celebrado el pasado 24 de febrero en la localidad de Motril (Granada), se aprobó una moción sobre la guerra de Ucrania en cuya parte dispositiva se incluía el apoyo a todas las iniciativas diplomáticas que lleven a un alto el fuego inmediato, como primer paso para un acuerdo justo que dé seguridad y estabilidad a todas las poblaciones de la zona. Asimismo, con el apoyo unánime de los ediles, se acordó la adhesión de la Corporación municipal a la Red de Alcaldes y Alcaldesas por la Paz y el fomento de una cultura de paz, así como la construcción de sistemas de defensa no violentos. De igual forma, la moción aprobada solicita al Gobierno de España el inicio de un plan de reconversión del gasto en defensa militar hacia sistemas de seguridad humana, de defensa no ofensiva y de defensa civil no violenta, punto que se aprobó por mayoría, votando en contra los concejales de los grupos municipales del PSOE y de Vox.

En sus fundamentos, la moción señala cómo el gasto  militar mundial de 2022 ha alcanzado de nuevo un máximo histórico: 2.113 billones de  dólares ($ 2.113.000.000.000) y que  «España sigue siendo el 9º país que más armas exporta al mundo: produce  y exporta el 2,5% de las armas del planeta, parte de las cuales en guerras especialmente  encarnizadas como la de Arabia Saudí y de los Emiratos Árabes Unidos contra el Yemen a  los que, según el Centro Delàs de Estudios por la Paz, España ha enviado ilegalmente en  los últimos 6 años 1.618 millones de euros en armamento y material bélico

La moción aprobada ha sido promovida por la entidad “Motril Espacio Abierto” y presentada por los concejales de IU en el consistorio municipal. 

Edificio del Ayuntamiento de Motril (Granada).

Al día siguiente, 25 de febrero, en la Plaza de la Aurora de la localidad, tuvo lugar una concentración que reunió a más de un centenar de personas convocada por una plataforma de asociaciones de muy diversa índole. El acto fue presentado por María Dolores Alberola quien afirmó: «Estamos aquí porque estamos en contra de todas las guerras.  Los conflictos no se han de resolver con la muerte y la destrucción. Creemos que se han de resolver de forma pacífica, con negociación y diálogo. Con el envío de armamento, tanques, aviones…etc. no se camina hacia la Paz, sino todo lo contrario… sería mejor enviar ayuda humanitaria para la población y sobre todo mediadores de conflictos, que los hay, para parar tanta muerte y destrucción.» 

Finalizó su intervención añadiendo que «todas las guerras habrían de cesar, la que tenemos más cerca en Ucrania puede extenderse y yo como madre y abuela no querría que mis hijos tuvieran que irse a defender unos intereses que no son los nuestros. Ni dejar un mundo lleno de contaminación radioactiva a nuestros nietos y nietas

A continuación tomó la palabra Frank Arnold quien expuso: «no estamos solos ni solas, en todo el mundo hay actos en contra de la guerra… ya hay 240.000 muertos, de los cuales 40.000 son civiles.» Denunció cómo la guerra está encareciendo el coste de la vida. Las grandes multinacionales obtienen beneficios nunca vistos mientras se incrementan los precios de los productos energéticos. El coste de la cesta de la compra sube sin parar, mientras permanecen congelados los salarios. Al mismo tiempo falta dinero para la sanidad, para la educación, para las viviendas sociales, para las pensiones, para la cultura… Finalizó su intervención con la lectura del manifiesto ¡Alto a la guerra! que ha sido suscrito por el momento por más de 650.000 personas, cuyo texto concluye: « ¡Lanzamos un llamamiento a todos los trabajadores y militantes de Europa a unir sus fuerzas para detener este engranaje mortal y esta carnicería y por el cese de la guerra y un alto el fuego inmediato!»

Tras la intervención de Frank, el acto se centró en la lectura de poemas por la paz por los poetas y las poetisas Marta Sánchez, Juanjo Cuenca, Ana Constan, Joaquín Pérez, Angelita Fernández, Susana Rubio, Laura Díaz y Moisés Navarro. En el acto y en los días previos se repartieron en la localidad de Motril 2.000 octavillas en las que se hace hincapié en rechazar el envío de armas a Ucrania y sobre las consecuencias que provocan las guerras: muertes, heridos y mutilados de forma violenta; inflación galopante; incremento del desempleo; ERTEs de guerra, como el de TORRASPAPEL de Motril; pérdida de poder adquisitivo; deterioro significativo de la sanidad, la educación y del resto de los servicios públicos;  mayor número de desahucios y subidas de las hipotecas; graves daños en el medio ambiente; cientos de miles de refugiados y desplazados y supresión de derechos y libertades democráticas.

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