En defensa de la sanidad pública, universal y de calidad. Manifestación en Motril el 28 de octubre próximo a las 12 horas.

El hospital comarcal de Motril, reduce personal, no cubre las vacantes, que son cubiertas por el resto del personal, contratos precarios y los MIR, y externaliza servicios esenciales, todo ello fruto de las políticas de privatización y de una mala gestión.

La Asociación Motril Espacio Abierto nos sumamos a la manifestación en defensa de la sanidad pública, universal y de calidad, convocada a nivel andaluz por la CAMB el día 28 de octubre. La Sanidad Pública (SP) forma parte del pacto social y es uno de los pilares para asegurar la solidaridad y la equidad. Su deterioro forma parte de los problemas de carácter transversal que más preocupa a los ciudadanos.

El deterioro de la SP se venía produciendo desde hace años, y la pandemia vino a poner al descubierto las deficiencias del sistema de salud. La SP, la están externalizando vía conciertos, convenios, colaboración público-privada, etc., lo que supone una parasitación de los recursos públicos, y un proceso de privatización encubierta, destinando cada vez más dinero a los hospitales y clínicas privadas en detrimento de lo público, con el argumento de que no hay médicos y que la sanidad privada es más barata y mejor.

Después de la pandemia el gobierno andaluz despidió a 8.000 sanitarias y sanitarios que marcharon a otras comunidades, y ahora no hay médicos, porque no abren las listas de contratación, dando lugar a sobre cargas de trabajo, e inestabilidad laboral.

La orden tarifando los servicios sanitarios, pone de manifiesto que los coste de la sanidad privada son superiores a la pública y de peor calidad, aun así, el gobierno andaluz destina 734 millones de euros para concertar pruebas y operaciones que se realizarán en clínicas y empresas sanitarias privadas, dejando a la pública con financiación insuficiente, mala gestión de los recursos, menos actividad presencial y más actividad interpuesta (teléfono, telemedicina, correo electrónico, etc.,) así como, largas listas de espera con consecuencias nefastas para la población, con un aumento de la mortandad evitable. 

El hospital comarcal de Motril, reduce personal, no cubre las vacantes, que son cubiertas por el resto del personal, contratos precarios y los MIR, y externaliza servicios esenciales, todo ello fruto de las políticas de privatización y de una mala gestión. A su vez, las obras de ampliación, previsto su inicio en junio del 2021 aún no han comenzado. El hospital que tantas movilizaciones fueron necesarias para conseguirlo, ahora el gobierno andaluz lo está desmantelando con el argumento de que no encuentra médicos, cuando el problema es que no abre las listas de contratación, ni mejora las condiciones laborales. 

El gobierno andaluz opta por la privatización, la falta de interés político por la sanidad pública se concreta en la falta de inversión, en la masificación, y en las listas de espera en AP (médicos generales y pediatras), consultas de los especialistas, y pruebas diagnósticas, todo ello con la intencionalidad de desprestigiar la sanidad pública y conseguir un apoyo ciudadano a su privatización.  

El objetivo, es revertir este proceso, adquirir conocimiento de lo que está pasando, compartir la información, difundir lo que está sucediendo en nuestro hospital y Centros de Salud, unir a asociaciones, vecinos y profesionales a nivel individual o colectivo y movilizarnos en defensa por la sanidad pública y de calidad.  La pandemia ya puso de manifiesto que la sanidad pública fue la única que nos cuidó, y que la privada solo prima sus beneficios. Tomar conciencia de lo que pasa, es el camino para la solución.

Las luchas por el hospital comarcal de Motril nos enseñaron que la movilización y la unidad es el único camino que tenemos para conseguir una sanidad pública y de calidad que nos cuide y que nos salve.

La atención sanitaria pública, no puede incrementar aún más las desigualdades sociosanitarias, sino al contrario debe aminorarlas, debe acceder a más recursos diagnósticos, y facilitar el acceso presencial de los pacientes acabando con las listas de espera, poniendo a su disposición el profesional que más se adecue a su problema de salud y forma de contacto más rápida y resolutiva.

A continuación, exponemos las medidas que consideramos necesarias para recuperar el potencial y las capacidades del sistema sanitario público.

  1. Acabar con los recortes, incrementando el presupuesto (hasta el 25% del GSP) y las plantillas de personal, eliminando las trabas de acceso a pruebas diagnósticas y terapéuticas. Ofertar empleo estable de calidad y estabilizar las plantillas mediante OPEs con la suficiente periodicidad.
  2. Garantizar unos Centros de Salud abiertos, accesibles, próximos a toda la población y sin listas de espera.
  3. Dar prioridad a las consultas presenciales, fundamentalmente para lograr una eficaz relación profesional/paciente y una atención de calidad. Las consultas telefónicas y telemáticas deberán tener un papel complementario y no discriminatorio para personas mayores o con dificultades para manejar las nuevas tecnologías.
  4. Incrementar significativamente la enfermería comunitaria e incorporar nuevos profesionales a los equipos (fisioterapia, matronas, salud mental, logopedia, atención temprana, farmacología clínica …) ahora solo accesibles por derivación externa, y con inauditas demoras, lo que ocasiona fugas de pacientes. Limitar el número de consultas médicas sin modificar las estructuras de personal y el funcionamiento de los centros, generan listas de espera inaceptables.
  5. Incrementar el personal de las áreas de admisión, formarlo adecuadamente para mejorar la relación con la comunidad y garantizar, en estrecho contacto con el personal asistencial, la distribución de las demandas de atención en los Centros.
  6. Desmedicalizar la AP y ofertar opciones de cuidados con una orientación comunitaria y sociosanitaria, teniendo en cuenta el envejecimiento poblacional creciente y las situaciones que ocasionan inequidad (migración, paro, pobreza…); así como favorecer los autocuidados y el apoyo mutuo, la promoción, la prevención y la rehabilitación.
  7. Mejorar la relación con el nivel hospitalario, potenciar los Procesos Asistenciales como base de la atención de salud. Coordinados desde la AP, incrementando su capacidad resolutiva.
  8. Desarrollar la orientación comunitaria en los centros de salud con la colaboración de Salud Pública y la consideración de los determinantes sociales de la salud. Promover la participación de las administraciones locales para la promoción de la salud identificando y promoviendo los activos para la salud de la comunidad. Mejorar la atención socio sanitaria a personas mayores y a otros colectivos vulnerables.
  9. Transformar las Áreas de Salud para que se conviertan en el espacio para la integración de todas las actuaciones y actividades de salud, dotándolas de instrumentos para la planificación y gestión participativa.
  10. Garantizar la participación y empoderamiento de los ciudadanos para la promoción de salud y la mejora de los servicios sanitarios constituyéndose en consejos de salud que permitan una participación real y efectiva. La participación ciudadana no debe ser sólo para la mejora de los servicios sanitarios, sino también, en estrategias de promoción de salud. Si nos limitamos a los Consejos de Salud de Área no habrá una participación real, deben ser también de ámbito municipal y en algunos casos de Zona Básica de Salud.
  11. Promover el nivel de preparación de la AP potenciando las actividades formativas, docentes y de investigación, con recursos y equipamientos propios y suficientes. La atención no presencial podrá permanecer para algunos procedimientos (renovar recetas, partes de baja, dar informes, etc.), la atención presencial debe ser la predominante, al menos por dos motivos. Por un lado, porque dificultad la relación presencial entre profesional y paciente atenta contra la deontología profesional y contra el derecho a la atención personalizada, y la deshumaniza.  Por otro lado, es inadmisible una formación pre y postgrado de los profesionales, de los MIR y de los EIR, basada en consultas telefónicas.
  12. Acabar con los conciertos y colaboración público-privada, que supone una parasitación de los recursos públicos, y una privatización encubierta de la sanidad.
  13. Incompatibilidad de la actividad profesional público-privada.
  14. Ajuste de los ratios y mejoras salariales del personal de ayuda domiciliaria para población dependiente.

Participación democrática y equitativa de los usuarios y profesionales. Consejos de Salud participativos informativos y propositivos a nivel de zona básica, provincia y región. Diagnóstico de salud participativo por barrio y municipio que tenga en cuenta el análisis de los determinantes sociales de la salud y su mejora donde fuese necesaria.

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