Hacia la Contracumbre de la OTAN en Madrid
Tras las manifestaciones del 12 de marzo en Canarias, debemos seguir organizándonos para continuar la movilización.
Hasta ahora, digamos que no nos ha quedado otro remedio que movilizarnos a corto plazo, lo que ha supuesto hacerlo con bajo nivel de organización por parte de la Plataforma Canaria, sobre todo en Tenerife. En estos momentos, guerra en Ucrania mediante, debemos proseguir la necesaria campaña orientada hacia la Contracumbre de junio a celebrar desde antes de los días 29 y 30 de dicho mes en los que tendrá lugar la Cumbre de la OTAN en Madrid. Para ello hay que poner el acento en la organización, basada en asambleas presenciales a extender después por barrios y pueblos. Con esa base organizativa se potenciarán las movilizaciones.
En el marco internacional y del Estado español, debemos proseguir con la campaña, desde cualquier ámbito, organizándonos localmente con autonomía para la acción y manteniendo al mismo tiempo la vinculación entre todos los colectivos que participen en la iniciativa, convirtiéndola en un auténtico movimiento mundial.
En concreto, en Canarias la coordinación entre islas, que ya se ha iniciado, y en el marco estatal español la coordinación entre los distintos pueblos del estado nos debe llevar a alcanzar un nivel superior de la misma mediante encuentros a nivel de todo el Estado español, para movilizarnos contra la cumbre y engarzándolos con el movimiento mundial por la paz. La Contracumbre cuenta ya con la adhesión de la plataforma internacional “No to war – No to NATO”, que reúne a partidos, sindicatos y organizaciones antimilitaristas de todo el mundo. También desde el amplio grupo de intelectuales, personalidades, pacifistas y dirigentes políticos de distintos países que han suscrito la declaración La Humanidad en contra de la OTAN se ha hecho un llamamiento a que en todo el planeta se organice una Contracumbre contra la OTAN en junio de 2022.
Es preciso ir coordinando y diseñando acciones de protesta durante la cumbre, y también ir preparando, desde ya, el terreno con debates, exposiciones, “actos de agitación” y otros eventos. Son particularmente importantes los actos por las calles de Madrid, debates y charlas con distintos ponentes para denunciar a la OTAN como brazo armado del capital.
También hay que impulsar la lucha contra la presencia de bases militares extranjeras en territorio español junto con la lucha por la salida de la OTAN primero y su disolución después. No puede haber política de seguridad común mientras exista la OTAN.
La OTAN no es solo un instrumento de agresión político militar, es el elemento esencial del complejo militar industrial que agrupa a la industria y el comercio de armamento, el sistema financiero, la investigación y los sistemas de propaganda; en suma, un elemento indispensable para la supervivencia del sistema capitalista.
La cumbre pretende afrontar la inserción de la OTAN en los profundos cambios ya en marcha y el reto que para ella supone la tendencia del mundo hacia la multipolaridad con la emergencia de la Federación Rusa y de la República Popular China, a quienes, mucho antes de la guerra en Ucrania, ya criminalizaba en su estrategia de tensión y escalada no dudando en calificarlos como enemigos, habiendo iniciado con esa antelación un nuevo ciclo de guerra fría.
En el caso del Estado español, el panorama se complica aún más: su situación geoestratégica, unida a las bases militares de soberanía estadounidense, aumenta su dependencia y multiplica el riesgo de ser un objetivo militar, especialmente en el caso de un conflicto nuclear. Además, el hecho de que en el próximo mes de mayo se renovará el convenio para la permanencia de las bases de EEUU está poco divulgado y se pretenderá que pase desapercibido, ocultando la importancia de esas instalaciones, su contribución a la guerra y el riesgo que comportan.
Particularmente, en cuanto a Canarias, el archipiélago constituye una codiciada pieza para el operativo del AFRICOM (African Comand) de EEUU; el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) dependiente del Ministerio de Defensa, sitúa a Canarias en el ranking de grandes bases militares archipielágicas del mundo, auspiciadas por la OTAN, junto a Chipre, Guantánamo y Pearl Harbour; en Canarias existen 744.700 hectáreas dedicadas a maniobras militares y más de 50 kilómetros cuadrados declarados como “zonas de interés de Defensa”. Por tanto, es absolutamente necesario insistir a todas horas en la desmilitarización de Canarias, así como, en la rotunda reclamación del Estatuto de Neutralidad para el archipiélago.
La guerra en Ucrania y también la próxima renovación del acuerdo entre Estados Unidos y España, pueden conseguir movilizar a la parte de la sociedad que rechaza la escalada militar, la permanencia en la OTAN y el vasallaje a Washington. A ello podrá ayudar la adopción por parte del Gobierno de coalición de medidas claramente impresentables en completo alineamiento con los intereses de EEUU y la OTAN, como el envío de armas ofensivas, el aumento del presupuesto militar, la entrega del Sáhara a Marruecos y cuantas otras medidas en esa deriva belicista y atlantista pueda adoptar.
Es determinante hacer un llamamiento a la clase obrera y otras capas populares de todo el Estado, a sumarse a las más amplias iniciativas que se desarrollarán en los próximos meses contra la Cumbre de Madrid y contra la guerra imperialista en todas sus formas y cualquiera que sea el escenario donde ésta se desarrolle.
Ni debemos ni podemos permanecer impasibles ante esta situación, hay que alertar y movilizar las conciencias ante tanta barbarie, luchar por impedir la impunidad de estos poderes, exigir el desmantelamiento de esta maquinaria del terror, el cese de las injerencias y el estricto cumplimiento del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
Nada de esto será posible sin una acción consciente, organizada y mantenida en el tiempo, de aquí a la Cumbre de junio y más allá.