Izquierda Unida llama a la movilización social en defensa de la Democracia
“La ofensiva de la derecha usando las instituciones como ariete supone amordazar al Parlamento y culmina un verdadero golpe de estado que a través de las togas busca ganar de esta forma lo que perdieron en las urnas.”
En un comunicado de la dirección federal de Izquierda Unida sobre la decisión adoptada por el Tribunal Constitucional, los dirigentes de esta organización política señalan que: «el Tribunal Constitucional ha impedido hoy que la voluntad popular se exprese por los cauces democráticos, esto es mediante el proceso legislativo que corresponde al Congreso y al Senado, negando el derecho que tiene la ciudadanía a participar en los asuntos públicos a partir de sus representantes elegidos precisamente para poder desarrollar funciones legislativas en las Cortes Generales.»
Denuncia el rechazo a las recusaciones formuladas por Unidas Podemos que afectan al Presidente del TC, Pedro García-Trevijano y al magistrado Antonio Narváez, al tener interés directo y personal en el recurso de amparo y en las medidas cautelares planteadas por el Partido Popular y quienes con sus votos han contribuido de manera decisiva en el secuestro de la soberanía popular. Por tal motivo, Izquierda Unida estima que: «la falta de imparcialidad mostrada al intervenir magistrados que estaban claramente afectados por causas de abstención o recusación convierte la decisión en nula de pleno derecho ya que fue adoptada por quien legalmente no debe adoptarla». Y añade que «la ofensiva de la derecha usando las instituciones como ariete supone amordazar al Parlamento y culmina un verdadero golpe de estado que a través de las togas busca ganar de esta forma lo que perdieron en las urnas.»
El comunicado concluye con un llamamiento a organizar una gran movilización social en defensa de la Democracia, así como el respeto al Estado social y democrático de derecho.
Por su parte, el PCE en nota que publica Mundo Obrero indica que: «el Tribunal Constitucional, perdiendo toda su legitimidad, ha decidido eliminar las garantías que el Estado de Derecho reconoce a las partes en cualquier proceso, generando una total indefensión al no dar trámite de audiencia ni al Congreso ni al Senado, en un procedimiento sumarísimo propio de un estado de excepción, que resuelve suspender competencias al poder legislativo… no podemos permitir que secuestren las instituciones democráticas para el mantenimiento de sus privilegios, es imprescindible terminar con la excepción de unos órganos caducados y en rebeldía constitucional». Finalmente llama a la movilización a todas y todos los demócratas «para exigir a la derecha política y judicial el fin de los ataques a la democracia que con tanto esfuerzo han construido la izquierda y los demócratas de este país.»
Podemos, a través de su portavoz Pablo Echenique califica la decisión del Tribunal Constitucional como «un golpe blando a la democracia» y añade que «si una orden va en contra de la propia Constitución, no habría motivos para acatar una orden como ésa». Jaume Asens, portavoz parlamentario de Unidas Podemos ha calificado esta resolución como un golpe a la democracia ya que «el TC no puede sustituir al Congreso».
Comisiones Obreras califica la decisión adoptada por el Tribunal Constitucional como un precedente muy peligroso que pone en cuestión abiertamente la efectiva separación de poderes y el normal funcionamiento de las instituciones, es un golpe directo a la línea de flotación de la división de poderes y, además, constituye una absoluta falta de respeto a la soberanía nacional, que reside «en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado».