Movilización en Valdepeñas por el convenio colectivo vinícola

Hoy resulta imprescindible anudar la lucha económica en las negociaciones de los convenios colectivos, con la lucha política que reivindique, entre otras muchas cuestiones, la derogación completa de las reformas laborales del PP y del PSOE.

El 15 de marzo pasado, una marcha de más de un centenar de trabajadores ha recorrido Valdepeñas, famosa por su producción de vino, con el fin de reclamar que la patronal de las bodegas finalice su obstrucción frontal a la negociación colectiva y se siente a negociar un convenio colectivo justo para los trabajadores y trabajadoras del sector vinícola.

En la marcha, convocada por las federaciones CCOO-Industria y FITAG-UGT, participaron trabajadores, delegados y cuadros sindicales, así como dirigentes a nivel local y regional de Izquierda Unida y el Partido Comunista de España. La convocatoria se vio reforzada con el anuncio, este viernes, de la firma de un convenio colectivo de empresa entre CCOO-Industria y Bodegas García Carrión, que acepta la reivindicación sindical de una subida salarial de un 1,5%. Este acuerdo rompe el “frente patronal” hasta ahora inexpugnable y abre fisuras importantes en su seno.

Ángel León, Secretario de CCOO-Industria en Castilla-La Mancha, denunció “el obstruccionismo y la actitud cicatera” de la  patronal  manchega, haciendo  constar que: «no puede ser que un convenio que lleva caducado desde el año 2019, la única propuesta por parte de la patronal sea recortar derechos de los trabajadores y trabajadoras del sector». El dirigente sindical señaló así mismo que la patronal pretende aprovechar la difícil situación creada por la pandemia de Covid-19 para quitar derechos a los obreros y obreras del sector. Algo que viene ocurriendo en otros muchos sectores de la producción, agravado por la circunstancia de que el gobierno de coalición no ha cumplido con su compromiso de derogar la reforma laboral del PP de 2012.

La amenaza de cierre de empresa sin que la administración intervenga al amparo de la reforma laboral del PP, es un obstáculo importante en la lucha de los trabajadores por mejorar sus condiciones de trabajo. A ello se une los numerosos expedientes de regulación de empleo (ERE), que se han visto incrementados aún más con la pandemia y  que han provocado que las cifras del paro se coloquen por encima de los cuatro millones, cuando aún quedan cientos de miles de trabajadores con suspensión de contrato de trabajo (ERTE) en completa incertidumbre sobre su futuro laboral.

Raúl Alguacil, secretario de FITAG-UGT en Castilla-La Mancha, señaló como objetivo de esta marcha «decirle a estos mal llamados empresarios de la provincia que este es el comienzo de las movilizaciones, no vamos a parar hasta que no tengamos un convenio justo en la provincia». Apuntó la intención de ambas organizaciones sindicales de luchar por un convenio con unas condiciones justas, homologables a las del resto de la comunidad autónoma y que promuevan la igualdad entre hombres y mujeres. No es concebible que en pleno siglo XXI estemos con condiciones de trabajo del siglo XIX, añadió.

Por su parte, Gregorio Sánchez, concejal de Izquierda Unida en Valdepeñas, declaró su apoyo a los trabajadores del sector y quiso «llamar la atención del valor añadido de los trabajadores, de su trayectoria, tradición y conocimiento, que han sabido reconvertirse y ponerse a la altura de las exigencias del mercado y que en el día a día de su trabajo son los que están sacando adelante la industria del vino de Valdepeñas».

Finalmente, Juan Ramón Crespo, coordinador regional de Izquierda Unida, reafirmó su apoyo a la movilización e indicó que: «hay empresas que no quieren firmar y que quieren reducir salarios a pesar de que el año pasado tuvieron beneficios del más del 10% como Félix Solís; esto es una sinvergonzonería porque creemos que si una industria funciona es por sus trabajadores y es imprescindible que estén dignamente atendidos porque van a ser el motor económico de ciudades como Valdepeñas y provincias como Ciudad Real».

La marcha continuó, en ambiente combativo, recorriendo todo el centro de la localidad hasta terminar en las puertas de las bodegas “Félix Solís”, la mayor bodega de la región.

Hoy resulta imprescindible anudar la lucha económica en las negociaciones de los convenios colectivos, encaminada a lograr mejores condiciones laborales en la venta de la fuerza de trabajo, con la lucha política que reivindique, entre otras muchas cuestiones, la derogación completa de las reformas laborales del PP y del PSOE.

"Los trabajadores marchan por la calles de Valdepeñas"
“Los trabajadores marchan por la calles de Valdepeñas”

Es preciso, por tanto, retomar de nuevo el sindicalismo de clase, el sindicalismo socio-político y abandonar el de pacto o concertación social que promueven, desde hace décadas, las cúpulas dirigentes de los sindicatos de mayor implantación en nuestro país. Un nuevo sindicalismo combativo donde la clase asalariada asuma la importancia de su organización y su unidad, tome conciencia y descubra que sus intereses resultan antagónicos e incompatibles con los de la patronal y alcance a comprender que los procesos de producción podrían funcionar en un nuevo régimen de propiedad colectiva y democracia económica. Ese sindicalismo solo será de clase si la clase obrera reafirma su perfil propio en el contexto de las contradicciones de la lucha de clases. Es decir, cuando la lucha económica se organiza y desarrolla con independencia de la burguesía y bajo el amparo de una estrategia política propia de transformación social hacia el socialismo.

Corresponsal de Castilla-La Mancha

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