QUE PARE EL GENOCIDIO EN GAZA, QUE PAREN LAS GUERRAS
Paul Valéry: «la guerra es una masacre entre gentes que no se conocen, para provecho de gentes que sí se conocen pero que no se masacran.»
En el marco de una movilización social y huelga general convocada para el 27 de septiembre último por múltiples organizaciones sociales, políticas, culturales, sindicales, estudiantiles, etc., Motril Acoge desde sus habituales concentraciones en Motril (Granada) todos los viernes a las 20 horas últimos de cada mes, mediante el denominado Círculo de Silencio, en defensa de todas las personas migrantes, se unió a esta jornada de lucha por la paz y en contra del genocidio. En el concurrido acto celebrado en la Plaza de la Aurora, se dio lectura al siguiente comunicado:
«Desde Motril Acoge, queremos gritar hoy con todas nuestras fuerzas que termine de una vez el genocidio del pueblo palestino, que se terminen las guerras y las otras formas de violencia en el mundo, que dejen de matar niños, mujeres y personas inocentes. Que Israel y sus apoyos dejen de matar al pueblo palestino.
Nada hay que justifique la violencia. Nada puede justificar que un ser humano mate u ordene matar a otro ser humano. No hay Patria, Dios, ni poder humano alguno que justifique matar a otro ser humano que tendrá otra patria, otro dios y otro rey. Todos tenemos la misma Patria: la Tierra; el mismo Dios: el anhelo de humanidad que nos habita; y los pueblos de la tierra como únicos soberanos.
Que pare el genocidio en Gaza, en Cisjordania, en Líbano; que pare ya.
Si es cruel cualquier guerra, si es cruel que un ejército de un estado mate a los soldados de otro ejército, de otro estado, mucho más cruel es que un ejército saturado de las armas más mortíferas mate a mujeres, niños, viejos, jóvenes que no forman parte de ningún ejército, que están desarmados y que no quieren ni matar ni morir.
Tiene que parar el genocidio del pueblo palestino, tenemos que hacer lo imposible porque no continue ese cruel, inhumano y cobarde asesinato de todo un pueblo. Tenemos que parar al estado de Israel, a EEUU y a otros aliados en su inhumano asesinato de un pueblo desarmado.
NO MATARÁS, hay que gritar con la firme convicción de que no hay causa alguna que justifique la muerte de un ser humano por otro ser humano.
Hoy, con la cantidad de armas que tienen muchos países, atómicas y no atómicas, cualquier futuro que nos podamos imaginar por la victoria de unos sobre otros es terrible. La humanidad, la tierra, no podrá sobrevivir a una guerra global de unos contra otros, que es a donde nos dirigimos si no paramos esta espiral de violencia en que nos tienen metidos. Ninguno de los bandos es el correcto porque no somos dos partes irreconciliables, sino una única humanidad que quiere vivir en paz y con justicia. La paz es el camino y la meta.
Prepararse para la guerra es un suicidio en el que unos seres humanos inocentes y pacíficos van obligados a matar a otros seres humanos igualmente inocentes y pacíficos, mientras los del negocio de las armas, los del negocio de la guerra, los poderosos del mundo, que nunca combaten, que nunca mueren, consiguen su único objetivo: tener más. Nosotros nos negamos a matar, nos negamos a que nadie pueda ser obligado a matar, no queremos que a nadie le obliguen a ir a la guerra, a matar, nos oponemos a la mili obligatoria. Queremos que la violencia deje de ser causa por la que la gente tenga que huir de su hogar.»
A continuación los asistentes entonaron la canción “Solo le pido a Dios”:
Al término del acto se leyó un poema por su autor Joaquín Pérez Prados titulado “Un mundo en paz” dedicado a un mundo sin guerras ni violencias. Un mundo más pacífico donde los ciudadanos vivan felices. Dice así:
Caminaba un habitante
por tierras de nuestro planeta
y encontró a un general
dando órdenes de disparar.
¿Por qué ametrallas a la gente:
abuelos, infantes, bohemios y currantes?
¿Por qué lanzas bombas
proyectiles, granadas y morteros?
Lo hago porque eso produce riqueza,
bienestar y confort para unos pocos.
Eso es cierto
pero los aquí presentes esta tarde
estamos por la PAZ.
No queremos la riqueza del plomo
ni la fortuna de los disparos.
Deseamos evitar sufrimiento y tragedias
deseamos un mundo más justo y solidario.
Si, general
no esperes que las madres
del planeta tierra
acojan con júbilo tu victoria.
Muchas perdieron a sus hijos
en el combate.
Ahora nos damos la mano por la PAZ.
Gracias, Miguel, por la publicación.