Una movilización popular logra parar un desahucio en Granada
El escudo social es papel mojado si no es acompañado en cada desahucio por una amplia y organizada movilización social que estimule a las autoridades competentes a aplicar primero la suspensión de los lanzamientos y, al mismo tiempo, faciliten una adecuada solución habitacional.
El pasado jueves numerosos vecinos se concentraron a primeras horas de la mañana a las puertas del domicilio de José María, Verónica y su menor hijo, justo en el momento en que iba a producirse el desahucio judicial de su vivienda a instancias de la entidad bancaria Caixabank y el apoyo de la inmobiliaria Servihábitat, una entidad controlada por el fondo buitre americano Lone Star desde que se hizo con el 80% de gran parte de los activos tóxicos vinculados al ladrillo de Caixabank en 2018, operación en la que también pasó a controlar la inmobiliaria.
Esta importante movilización popular ha sido promovida por Stop Desahucios Granada 15M.

En este caso nuestro compañero José María con la que en ese momento era su mujer contrataron una hipoteca y como sucedió con tantos otros, en un determinado momento empezaron a tener problemas para el pago de las cuotas de la hipoteca, víctimas, entre otras causas, de la galopante inflación. Ante esta situación, y como en otros tantos casos, desde su entidad bancaria que siempre había mostrado un rostro tan amable como falso, no le ofrecieron ninguna alternativa ni posibilidad de las que tenían a su disposición, como por ejemplo la reestructuración de la deuda o incluso la posibilidad de una dación en pago, negociando un alquiler que fuera asequible y que le permitiera quedarse en su casa, evitando el desalojo.
Todo lo contrario, ejecutó el crédito hipotecario, vendió la vivienda, con él y su familia dentro, a Servihábitat para quitarse el problema de encima y seguir haciendo negocio. Y eso sí, le mantuvo una deuda por el impago del crédito que en estos años ha ido engordando hasta convertirse ya en prácticamente impagable.
Caixabank junto a Servihábitat, han ido de la mano en todo este proceso, con el objetivo de dejar a José María, a su pareja y a su hijo pequeño en la calle con una deuda a sus espaldas que lo va a lastrar para toda la vida.
Hay que recordar que Caixabank es el banco más grande de España y que obtiene año tras año enormes beneficios. En concreto, esta entidad bancaria ha obtenido en 2021 un beneficio de 5.226 millones de euros, casi cuatro veces más que en 2020, cuando ganó 1.381 millones, al incorporar los impactos extraordinarios asociados a la fusión con Bankia, y se plantea, además, elevar hasta el 60 % el porcentaje de ganancias destinado a dividendo. En este sentido, CaixaBank gana ahora casi cuatro veces más por la fusión con Bankia, recuperada con dinero público con un coste que se eleva hasta los 101.500 millones de euros. A pesar del volumen del dinero público inyectado por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) y el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), solo se van a recuperar el 14% del capital público invertido.
Un recurso presentado el lunes anterior, apoyándose en una norma previa al desarrollo del escudo social, ante el Juzgado de primera instancia nº 2 de Santa Fe (Granada) dentro del marco de una movilización popular, ha logrado lo que parecía imposible. Y es que en muchos casos, las condiciones para poder acogerse a las diferentes moratorias establecidas son tan estrictas que hacen que numerosas familias no puedan acogerse o lleguen tarde para poder hacerlo al ser incapaces de reunir a tiempo la documentación requerida. Esto es pues el resultado de la combinación de la lucha popular en todos los frentes: en las calles pero también en los juzgados, sacando el máximo partido de cada uno de los resquicios que a nivel legal podemos utilizar para enfrentar los desahucios. En última instancia siempre tendremos que hacer frente, a las puertas de las viviendas, a la policía cuando vienen a desahuciarnos, pero hasta ese momento hay que luchar con todas las herramientas que tengamos a nuestra disposición.
El Gobierno de coalición ha ampliado hasta el 30 de septiembre del presente año 2022 el llamado «escudo social», una medida que supone la suspensión de los desahucios y lanzamientos de vivienda habitual para personas y familias vulnerables, así como la prohibición de corte de suministros.
Pero este escudo social es papel mojado si esta disposición legal no es acompañada, en cada desahucio, por una amplia movilización social que estimule a las autoridades competentes a aplicar primero la suspensión de los lanzamientos, y al mismo tiempo faciliten una adecuada solución habitacional, ofreciendo a los titulares o inquilinos de las viviendas amenazados con el desalojo la posibilidad de continuar en ellas mediante alquileres sociales o alternativas de nueva vivienda adecuada a las necesidades de estas familias afectadas.
Stop Desahucios Granada 15M nos resalta las dificultades cada vez mayores para que las familias y, especialmente los jóvenes, puedan acceder a una vivienda digna, dado que no hay otro camino que acudir al «mercado» donde los precios son cada vez más prohibitivos tanto para la compra como para el alquiler. De igual forma, destaca la importancia de la movilización social y popular, así como la permanente organización ciudadana, para hacer cumplir el «escudo social» dada la apatía de las autoridades de todo tipo por cumplimentar la suspensión de los desahucios, proclives antes en acudir al expeditivo cauce del desalojo con el concurso de la fuerza pública, en lugar de esforzarse por buscar soluciones en favor de las familias perjudicadas por una crisis en la que los grandes bancos y los fondos buitres hacen negocio a costa de la mayoría social.