La corrupción nuestra de cada día

La corrupción permanece anclada en las tripas de un sistema enfermo, el capitalismo, que se debate en una sucesión interminable de crisis que esperemos se resuelvan, más pronto que tarde, con la movilización revolucionaria de la clase trabajadora y la construcción de una nueva sociedad donde de cada uno/a según sus capacidades y a cada uno/a según sus necesidades.

No, definitivamente no, no somos corruptos por naturaleza, dicen lo contrario quienes de una forma u de otra, por acción u omisión, conviven, participan, excusan o disculpan la corrupción.

La corrupción se ha convertido en el pan nuestro de cada día. Es, después del paro, el problema que más ocupa y preocupa a las/os ciudadanos/as.

La corrupción es inherente al capitalismo, en cualquier estadio de su desarrollo e independiente del sistema político vigente en el momento, había corrupción, en proporciones bíblicas, en la dictadura, «Gran parte de las actuales formas comisivas de los delitos vinculados a la corrupción arrancan en el franquismo», innumerables fortunas tienen su origen en ella como lo demuestran numerosos estudios.

La corrupción permanece anclada en las tripas de un sistema enfermo, el capitalismo, que se debate en una sucesión interminable de crisis que esperemos se resuelvan, más pronto que tarde, con la movilización revolucionaria de la clase trabajadora y la construcción de una nueva sociedad donde de cada uno/a según sus capacidades y a cada uno/a según sus necesidades.

El capitalismo canario, adicto a las subvenciones y las desgravaciones fiscales, por efectos de un Régimen Económico y Fiscal (REF) redactado a imagen y semejanza de los intereses de las oligarquías autóctonas y foráneas, nos ha deparado a lo largo de la historia un rosario de casos de corrupción. Según estudio del año 2015 de los 600 municipios españoles que habían tenido o tenían algún caso de corrupción investigado el 40% pertenecían a Canarias.

Con el paso del tiempo la corrupción no ha hecho sino ampliar el número y la “calidad” de los protagonistas, y eso para peor, porque ha ampliado su ámbito, desplazándose, sin abandonar el local, hacía (supuestamente) instituciones, organismos de la administración canaria y representantes políticos en las instituciones del estado, caso Mediador, caso Servicio Canario de Salud, caso Cuarteles, sin desaparecer, ni por asomo, del ámbito local donde siguen coleando o casos antiguos o aparecen nuevos, siempre con el denominador común, un clásico, del urbanismo municipal.

En Canarias, aunque parezca un contrasentido, prima, sobre todo y ante todo, la corrupción legal, la corrupción que se ampara en leyes hechas ad hoc, la desgravación fiscal, la excepción fiscal, la acumulación en bolsillos de particulares, empresarios o profesionales liberales, de impuestos no pagados al erario público bajo el amparo de los instrumentos fiscales del REF llámense RIC, DIC, AIEM, ZEC,… mientras Canarias sigue siendo la tercera comunidad, por detrás de Andalucía y Extremadura, en número de parados, pobreza y exclusión social.

Canarias está a la cabeza de España, con la segunda tasa AROPE de riesgo de pobreza o exclusión social más alta del país, solo superada por Extremadura (36,9%) y once puntos por encima de la media nacional. También es la segunda autonomía con las tasas de riesgo de pobreza más elevadas, con un 29,4%, tras aumentar un punto.

En Canarias conviven, para desgracia de los/as de siempre, dos sistemas fiscales el que afecta a las empresas, a la oligarquía canaria, y el que perjudica a los/as ciudadanos de a pie, paga más de IRPF un/a ciudadano/a que una empresa, acogida a las ventajas fiscales del REF, de Impuesto de Sociedades (IS).

La misma corrupción legal, instrumentos fiscales del REF, que no ha conseguido minimizar el paro, la pobreza o la exclusión fiscal ni en los mejores momentos del boom turístico, con ocupaciones del 100%, es la que permite que las élites canarias disfruten de un modelo económico que les llena los bolsillos a costa del deterioro imparable del medio natural. Canarias es probablemente la comunidad con mayor número de construcciones clandestinas a pie de costa y una de las comunidades donde la vivienda es un lujo al alcance de pocos o donde el déficit de vivienda pública es apabullante y la cesta de la compra es más cara, a pesar del REA y el AIEM instrumentos del REF destinados a abaratar la cesta de la compra lo que evidentemente no consiguen.

La sucesión, la alternancia, más o menos periódica, de gobiernos de partidos del sistema con la etiqueta de nacionalistas (CC, CN), de derechas (PP) o socialdemócratas (PSOE) en solitario o en coalición entre ellos, ha deparado, en estos últimos cuatro años, por la eclosión de Podemos, una coalición “el Pacto de las flores” que igualmente se ha mostrado incapaz de producir avances sustanciales en la superación de los déficits crónicos de Canarias, paro/pobreza/exclusión social, o en modificar, ni en lo más mínimo, un modelo económico que sustentado en los servicios, fundamentalmente en el turismo, es el origen de la precariedad y la pobreza que azota Canarias. La tormenta perfecta que se abate, desde siempre, sobre Canarias, aparte el cambio climático que nos acosa «olas de calor, desaparición de playas e inundación de zonas costeras» no hace sino agravarse con la anunciada cesión del espacio aéreo a manos de Marruecos, el abandono del Sahara y los saharauis, contraviniendo la resolución de la ONU, la subordinación a los intereses de Marruecos con evidencias como el despido de la ministra González Laya, la dejación en la delimitación de aguas territoriales o el silencio del gobierno español sobre la pretensión marroquí de delimitación de la plataforma continental que no son sino la evidencia de el sometimiento del gobierno de coalición español a los intereses de Estados Unidos en África, intereses que pasan, si o si, por el reino alauita de Mohamed VI, la dictadura de la que habla la ministra de Trabajo, ya que no es casualidad que la  sede del AFRICOM piense establecerse, o ya está, en las cercanías de la ciudad de Tan-Tan, a escasos 250 Km. de las costas de la isla canaria de Fuerteventura.

La corrupción, entendida en toda su complejidad y amplitud, no abarca solo y exclusivamente comportamientos, públicos y/o privados, donde lo que, supuestamente, se malversa, roba o desvía es dinero, sino que extiende, también, a comportamientos políticos, leyes y normas dispuestas en beneficio de unos pocos, donde se mercadea con los derechos e intereses del conjunto de la población, donde se subordinan los intereses de la mayoría a los intereses de una minoría oligárquica o a los de una potencia, Estados Unidos, empeñada en someter el mundo a su única y exclusiva autoridad.

La mayoría social de Canarias, al igual que la del resto del país, necesita arrebatar su futuro de las manos de los mercaderes mediante la movilización de la clase trabajadora y la superación del capitalismo por el socialismo.

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