La apuesta del monarca por la derecha. Los poderes imponen su agenda
SUMAR/PODEMOS forman parte del sistema y se contentan con su ley trans y alguna migaja más. El PSOE o sus cúpulas, tanto la estatal como las provinciales convertidas a la causa dinástica echan capotes al Borbón desprestigiado y anticuado para cada vez más personas, en especial las más jóvenes, y todo el aparato de propaganda del estado se vuelca en difundir los méritos de una familia real, lejana, opaca y ausente.
He esperado unos días a manifestar por escrito mi opinión y tratar de resaltar aquello que no se ha dicho acerca de la designación real de Núñez Feijoo como candidato a la presidencia del gobierno. Comenzaré diciendo que no me extraña porque tanto el monarca como el afectado saben que esta designación está condenada al fracaso, pero ambos son conscientes que de esta forma o bien se puede tratar de articular un “tamayazo” o bien estimular un entendimiento PP/PSOE que es lo que los consejos de administración de las grandes entidades privadas que mandan en el reino de España desean. Lo claro es que Sánchez ya ha hecho fracasar por ahora esta opción.
El rey es instrumento de su corte de grandes fortunas. La Constitución no habla de costumbre a la hora de designar candidato ante el parlamento. Esto es una falacia inexistente y corresponde a las Cortes elegir, pero mientras tanto se gana tiempo y se tensa la cuerda al objeto de incrementar la desconfianza popular hacía la política. El juguete de VOX ya no sirve y de hecho se ha demostrado que es una simple muleta del PP y un partido radicalmente monárquico, útil por tanto al rey, a Feijoo y a la banca privada y los poderes financieros porque produce miedo.
Mientras tanto España se seca, la vivienda es un artículo de lujo, el arroz y el aceite pronto serán también productos de lujo y cientos de miles, millones de familias llevan meses sin comer fruta. Pero ellos, los poderosos, pueden maniobrar.
SUMAR/PODEMOS forman parte del sistema y se contentan con su ley trans y alguna migaja más. El PSOE o sus cúpulas, tanto la estatal como las provinciales convertidas a la causa dinástica echan capotes al Borbón desprestigiado y anticuado para cada vez más personas, en especial las más jóvenes, y todo el aparato de propaganda del estado se vuelca en difundir los méritos de una familia real, lejana, opaca y ausente. Pero cuidado, los Borbones que son una nefasta dinastía en la que solo medio se salva Carlos III, gobiernan, mandan y se entrometen en política. Nunca han respetado los cauces institucionales si no les son fieles y son enemigos jurados y centenarios de los derechos históricos y culturales de los diferentes pueblos y naciones que conforman España y a la historia me remito. La primera Constitución, la de 1812 que consiguieron los liberales de la época fue derogada por Fernando VII uno de los más nefastos de los borbones.
Resulta pues ahora que cualquier posibilidad de gobierno pasa por los nacionalistas históricos enfrentados a los nacionalistas españoles. Y eso al rey que bendijo el 155 y amenazó al pueblo catalán no le gusta nada. Por lo que todo está por decidir.
Es por ello que ante las posibles maniobras de los poderes, las luchas en defensa de la sanidad pública cada vez más esquilmada, lo que es un acto de corrupción masiva; el derecho a la vivienda que asfixia a las familias trabajadoras y el derecho a comer digna y sanamente están ahí en medio de la calle sin que nadie haga ni diga algo por cambiar esta situación, y también por lograr de una vez un referéndum sobre la forma de jefatura del estado, el verdadero derecho a decidir amigos nacionalistas. No se va a conseguir jamás en este régimen el derecho a la libre federación. Solo una República puede garantizar la democracia en España. Porque la democracia también pasa por el derecho al pan y el techo.
El PP es una vergüenza y una estafa, VOX un engaño y un peligro para las mujeres y los más humildes, pero quiénes no ponen freno a los especuladores tampoco merecen nuestra confianza. Estos nadan en la abundancia en España y acaparan viviendas, arroz, garbanzos o aceite de oliva.
Por cierto, señores y señoras de Junts y demás compañeros mártires, la derogación de la ley mordaza o el referéndum monarquía o república no debían ser olvidados. Ahora que tienen la sartén por el mango los partidos nacionalistas, no deben olvidar a quienes no llegan a fin de mes, a los que son víctimas de extorsionadores de viviendas, a quienes promueven la guerra o sitúan a España fuera de las nuevas corrientes mundiales convirtiendo a este país en una colonia norteamericana. No lo digo porque sean una organización de los trabajadores, o tal vez de alguno sí, pero en ausencia de un partido obrero hagan algo por la libertad y el reparto justo para con la clase obrera del estado español. Ese sería el programa imprescindible para comenzar a cambiar las cosas y poder hacer en una nueva Constitución, y hacer posible, por tanto, los referéndums decisorios.