La revuelta metalúrgica y popular de Cádiz pone muchas cuestiones al descubierto

La reforma laboral es lo que ha llevado al metal de Cádiz a su indefensión actual, pero al menos en la combativa provincia ha habido resistencia, porque esa misma reforma laboral tiene sin derechos y sin libertad sindical a la inmensa mayoría de la clase trabajadora española.

La huelga del metal de Cádiz ha sido muy significativa por poner de manifiesto, en primer lugar, la rebeldía frente al empobrecimiento obrero, los malos salarios y la precariedad. En segundo lugar, la deslocalización industrial y por tanto lo negativo de las políticas de la Unión Europea para el estado español reservado a ser solo destino turístico por Alemania y la burocracia de Bruselas, así como lo perniciosa que ha sido la globalización neoliberal para las clases obreras del mundo. En tercer lugar, lo negativo de la continuidad de la reforma laboral y la ley mordaza, demostrando en la práctica que ambas leyes van de la mano. Eso lo sabía Rajoy, pero las “izquierdas” del régimen y progubernamentales parecen ignorarlo. Finalmente, que la solidaridad de clase existe. Las clases populares de Cádiz, de Andalucía y del Estado lo han demostrado, además de muchas muestras de apoyo internacionales. Ha sido una huelga popular, dura y difícil en la que el apoyo y la simpatía del resto de los pueblos del Estado ha sido equiparable al afecto que reciben los gaditanos, en línea con las murgas rescatadas por Carlos Cano como música de fondo por aquello de la reconversión naval, los currelantes y las pelotas de Puerto Real.

Pero es que los y las metalúrgicas de Cádiz con apoyo de sus clases trabajadoras gaditanas llevan ya cuarenta años luchando y denunciando todo lo anteriormente escrito y más.

El Gobierno ha dejado pasar el tiempo y que la derecha se rearme ante sus errores, los de todo el gobierno, cuidado. Que los ministerios de Defensa e Interior no dejen de sancionar a policías, guardias civiles y militares demócratas y pongan, además, la alfombra roja al ultra derechismo, cuando no al franquismo policial y militar, no debiera sorprenderles cuando ahora tienen problemas por no haber derogado una ley antidemocrática hace ya al menos dos años. Ahora, sectores policiales piden manos libres para reprimir… a los de siempre, es decir el pueblo y las izquierdas, pintando un estado español inseguro; ante lo que me pregunto si serían policías en Bogotá, Nueva York, Rio de Janeiro o Palermo. Creo que no.

La reforma laboral es lo que ha llevado al metal de Cádiz a su indefensión actual, pero al menos en la combativa provincia ha habido resistencia, porque esa misma reforma laboral tiene sin derechos y sin libertad sindical a la inmensa mayoría de la clase trabajadora española. Además CCOO y UGT que ya han firmado el convenio del metal, pueden ver como se producen descuelgues de empresas que la reforma laboral permite y como ese convenio puede llegar a ser papel mojado. Además la ultraactividad sigue vigente. Ojo.

El gobierno de coalición –PSOE, Podemos y PCE- está siendo torpe y cobarde. ¿Acaso Rajoy negoció con alguien la reforma laboral o la ley mordaza? No, simplemente pasó su rodillo parlamentario y ahora en el propio parlamento existe una mayoría que de ser puesta en marcha, permite derogar ambas leyes. El parlamento es la soberanía popular y la soberanía popular está por encima de todo incluidos aquellos que se autocalifican expertos y quieren ser escuchados para defender intereses patronales, económicos o de cuerpo y casta. Ya está bien de poner excusas, claridad.

Por último y eso ha pasado inadvertido, el gobierno más progresista de la historia ha debido aparcar la ley llamada de memoria democrática pues los grupos republicanos del Congreso, que afortunadamente los hay, han sacado a colación asuntos como la ley de amnistía, la persecución de crímenes franquistas y el papel del rey, que es una herencia directa de Franco, repito de Franco señor Sánchez. La ley de amnistía fue un intercambio intolerable de sacar a la calle a presos políticos a cambio de ignorar crímenes franquistas en un momento que había miles de franquistas enquistados en el aparato del Estado, en la judicatura, en el mando de tropas y en la policía con responsabilidades de “orden público”, así como en las propias UCD y AP, el antecesor del PP. Una izquierda débil debió aceptar chantajeada, a la fuerza y con la participación directa y como garante  de los generales del rey, una ley de amnistía que no reconoció ni la verdad, ni la justicia, ni la reparación. Como sí que hubiera presos políticos no fuera por haber una dictadura fascista más cruel que la de Mussolini.

Cádiz en nuestro corazón. Hay ilusión y esperanza todavía y lo hay porque también existe una oposición de izquierda, socialista y republicana o popular y republicana, que exige al parlamento que se arme la mayoría parlamentaria y frene a la derecha y a los intereses particulares al margen de la soberanía popular. También para auspiciar una consulta popular sobre monarquía o república, que ya es hora.

Carlos Martínez es politólogo y ex metalúrgico. Del Partido Socialista de Libre Federación (PSLF)

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One thought on “La revuelta metalúrgica y popular de Cádiz pone muchas cuestiones al descubierto

  • 12 de diciembre de 2021 en 11:33
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    En IU-PCE parece que olvidan (olvidamos) los principios filosóficos básicos que orientan nuestra forma de pensar y actuar. A veces los citamos y hablamos sobre ellos sin saber muy bien a qué nos estamos refiriendo y creo que no está de más repasar determinados conceptos:

    • Materialismo: Doctrina filosófica que propone que el mundo tiene una base material y que la conciencia y el pensamiento son producto de combinaciones complejas de la materia.

    • Dialéctica: Doctrina filosófica y método de conocimiento que propugna que los fenómenos están sujetos a cambios y que el desarrollo de la Naturaleza es el resultado de la confrontación entre sus contradicciones.
    o Tesis: estado de partida del proceso dialéctico.
    o Antítesis: contradicciones generadas por la tesis.
    o Síntesis: Resultado de la confrontación de las dos anteriores.

    • Ciencia: Forma de conocer la realidad y predecir sucesos que se define por su método, el cual consta de 5 etapas que se retroalimentan:
    o Definición operativa del problema.
    o Observación de hechos.
    o Planteamiento de hipótesis.
    o Verificación de dichas hipótesis.
    o Teorización o búsqueda de regularidades.

    • Materialismo dialéctico: Corriente filosófica marxista que afirma que la materia es la base de la realidad, concreta y abstracta, y que aplica el método científico-dialéctico para interpretar, conocer, predecir y TRANSFORMAR dicha realidad.
    o Infraestructura: recursos productivos, modo, medios y relaciones de producción.
    o Superestructura: ideologías e instituciones político-jurídicas derivadas que marcan las pautas de organización social.
    o Clase en sí: cada uno de los dos conjuntos de individuos con un determinado papel en el sistema de producción; propietarios y no propietarios de los medios de producción.
    o Clase para sí: es la clase en sí una vez tienen conciencia de su papel y sus intereses en el sistema de producción; proletariado y burguesía.

    • Materialismo histórico: doctrina marxista que, a diferencia del protagonismo que Hegel otorga al espíritu, afirma que los procesos y cambios históricos en las sociedades se producen debido a las condiciones materiales de cada época y lugar, a sus respectivos modos y relaciones de producción, a las superestructuras institucionalizadas por las mismas y a las contradicciones generadas en cada momento histórico.

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