Para combatir el CORONABULOS (IV):

Esta entrada es la parte 4 de 4 en la serie Coronabulos

La necesidad humana de entender lo que pasa o la información de los medios desde las audiencias

Preguntar la realidad
sin intentar transformarla,
eso es pasar por la vida
sin romperla ni mancharla
.

El Ser (Chicho S. Ferlosio)

En el capítulo anterior pudimos ver como en el modelo comercial de comunicación de masas que produce el sistema político-económico neoliberal interesan más los beneficios de las empresas de comunicación que la calidad de la información. Ahora veremos cómo ese tipo de comunicación no es adecuado para nuestra forma de procesar la información porque resulta poco eficaz para la comprensión de la información conceptual. Sin embargo, resulta eficaz para la publicidad o la propaganda basadas en valores. Por eso los llamados medios informativos son más de propaganda que de información.

En el capítulo 2 hablábamos de a quienes benefician y a quienes perjudican los bulos y de cómo combatirlos, y al final del capítulo hablábamos de que necesitábamos una serie de requisitos y uno de ellos era tener criterios sobre la realidad, conocer el tema de que habla el bulo, para poder valorar su veracidad. Ahora vamos a ver por qué es tan importante.

1.- La necesidad humana de entender lo que pasa

Abraham Maslow en su obra Una teoría sobre la motivación humana (1943) establece la jerarquía de las necesidades humanas en forma de pirámide (1).

En el escalón de la base coloca las necesidades fisiológicas como: respirar, comer, beber, descansar, sexo, familia, aceptación social, …

En el segundo, la seguridad: física, de empleo, de salud, recursos, …

En el tercero, la afiliación: amistad, afectos,


1) Maslow https://es.wikipedia.org/wiki/Pir%C3%A1mide_de_Maslow


En el cuarto, reconocimiento: confianza, respeto, éxito ….

En el quinto, autorrealización: creatividad, falta de prejuicios, aspiraciones, …

Es curioso que, en 1943 Francia estaba ocupada en plena guerra mundial y la guerra no siempre es fácil de entender. No obstante, Maslow no contempla en el segundo escalón la seguridad de “entender lo que pasa”. Me parece fundamental incluirlo. Las personas con alto nivel cultural tienen menos dificultades para entenderlo y quizá él no lo necesitaba, pero la mayoría de la gente sí.

Entender lo que pasa da seguridad aún cuando estés en peligro, porque te puede ayudar a encontrar soluciones. No entender las situaciones produce desconcierto, nerviosismo y puede llevar a la violencia.

Hace poco, en EEUU, un expolicía vio pasar por delante de su casa a un negro corriendo, llamó a su hijo, cogieron la camioneta y sus armas, fueron a por él y lo mataron. No lo conocían. No podían entender que un negro hiciese deporte, tenía que haber cometido un delito y por eso corría. El racismo es un error conceptual, porque no hay razas superiores e inferiores, y también es un valor negativo producto de ese error. En EEUU es muy común la posesión de armas porque les da seguridad. Otro error conceptual porque cuantas más armas más violencia. Se ve que no entienden lo que pasa, ni siquiera que las armas crean más inseguridad. El desastroso sistema educativo público USA (esto lo dijo Clinton) y el desastroso sistema informativo USA (esto lo denuncia Chomsky), pueden tener algo que ver con eso.

Pero …

2.- ¿Cómo podremos entender lo que pasa?

Para contestar a esta pregunta quizá venga bien tener en cuenta algunas cosas.

2.1.- La evolución del pensamiento humano

Desde los principios de la humanidad, se desarrolla el Mito. El pensamiento mítico es buscar el porqué de las cosas en la magia. Si hay una tempestad o una guerra, dios lo quiere o el sol o la luna o la montaña. El estudio del cosmos lo comienzan los sacerdotes o los que estudian el cosmos y saben cuando va a llegar la inundación anual del Nilo son considerados sacerdotes. El problema de esta forma de pensamiento es que no explica nada. Sus principios o sus mandatos tienen que ser aceptados o impuestos. Este es el planteamiento de las religiones y aceptar mandatos impuestos, muchas veces implica sumisión.

Hace 2500 años, nace en Grecia el pensamiento filosófico: los hechos se explican con la razón. Claro que la razón es cultural y depende de la cultura de cada época y cada región. Este tipo de pensamiento suele dar respuestas varias a los problemas, lo que por una parte está bien, porque puedes elegir (si te dejan), pero muchas veces produce la inseguridad de dudar si has elegido bien.

En el siglo XVIII, se desarrolla el pensamiento científico: hay que buscar explicaciones comprobables. Esto da lugar a las Ciencias. El pensamiento científico puede evolucionar, con acercamientos sucesivos a la comprensión de la realidad y la realidad es cambiante, no obstante, es la forma más certera de pensamiento.

Estas tres formas de pensamiento siguen vigentes y, generalmente, depende del nivel cultural de las personas y/o de sus intereses, que utilicen más unas que otras. Los bulos se suelen situar en el pensamiento mítico porque es el más simplista y arcaico.

2.2.- Comunicación y Aprendizaje

Nuestra capacidad de entender lo que pasa, depende de la educación recibida y de la información que vayamos consiguiendo por nuestra cuenta, que en su mayor parte procederá, directa o indirectamente, de los medios de comunicación.

El periodismo, que elabora la información que recibimos sobre todo de adultos, se basa en la teoría de la Comunicación y los medios o las redes sociales, por su características de comunicación de masas y por sus intereses, muchas veces no tienen en cuenta suficientemente al receptor,

La Educación, consciente del protagonismo del aprendiz, distingue entre teorías de Enseñanza (con las que actúa el emisor) y teorías de Aprendizaje (con las que actúa el receptor), consciente de que sólo un aprendizaje bien resuelto permite al aprendiz tomar decisiones acertadas o dar respuestas correctas.

En la vida cotidiana hay mucha más comunicación que aprendizaje y eso no nos resulta muy provechoso. En los medios de comunicación y redes sociales suele pasar lo mismo, mucha más gente rebota mensajes, que reflexiona sobre ellos o envía sus propias aportaciones.

Tanto en la comunicación como en el aprendizaje podemos distinguir tres tipos de contenidos (1):

Conceptuales (datos, hechos, conceptos, principios …). Es el saber. La tipología de datos, hechos, conceptos y principios clasifica de menor a mayor la profundización en el concepto y en la eficacia para reutilizarlo. Datos y hechos no suelen ser útiles mientras no se contextualicen, analicen y se deduzcan sus consecuencias. Así se transforman los datos en conocimiento. Los principios son relaciones entre conceptos (la ley de la gravedad, el funcionamiento del sistema digestivo, …) (2).

El 23 de febrero de 1981 un puñado de guardias civiles y militares intentaron un golpe de Estado. La fecha, la cantidad indefinida pero pequeña, la identificación de los insurrectos, son datos que relacionados describen un hecho, que es la rebelión. Ese hecho se puede catalogar como un intento de Golpe de Estado y esto es un concepto. Los principios son reglas o normas.

Los datos y hechos pueden aprenderse de memoria, pero se olvidan si no son de uso frecuente. Los conceptos nos sirven para analizar, clasificar, catalogar, etc. y son los que configuran el saber y nos permiten encontrar soluciones o generar respuestas en la vida cotidiana o profesional.

La información de los diarios suele proporcionar hechos y datos y raramente los contextualiza, le deja el resto del trabajo a la audiencia que muchas veces no tiene información suficiente para poder hacerlo. Esto fomenta la manipulación y la información sesgada (3).


1) Campuzano, A. (2002) Conceptos e instrumentos para la evaluación de contenidos educativos en TV 2. Lenguajes y Contenidos. Págs 1-7 http://antoniocampuzano.es/wp-content/uploads/2020/07/Conceptoseinstrumentos-1.pdf

2) Coll, Cesar. (1987) Psicología y currículum. Una aproximación psicopedagógica a la elaboración del Currículum Escolar. Editorial Laia (Reedición de Paidós). Barcelona. 178pp

3) Desarrollaremos este tema cuando hablemos de calidad de la información.


Las revistas de análisis y algunos (pocos) documentales de televisión sí suelen explicar y conceptualizar la información.

Estos contenidos conceptuales los procesamos intelectualmente y, por eso, se explican bien con la palabra que puede ayudarse con esquemas y raramente con imágenes.

 Actitudes y valores -las opiniones, por ejemplo, suelen estar impregnadas de ellas-, son mayoritariamente afectivos y se interiorizan bien con imágenes y música.

Procedimentales. Saber hacer. Tienen una parte conceptual (entender el procedimiento) y otra afectiva (asumirlo), los lenguajes más adecuados dependerán de estas partes. Hay procedimientos intelectuales como la división o el análisis gramatical y mecánicos, como freir boquerones, en ambos la parte intelectual y la mecánica son diferentes. De estas diferencias depende la eficacia, en su uso, de la palabra o la imagen.

Los contenidos informativos en los medios deben ser en su mayoría conceptuales y, por tanto, su lenguaje más adecuado es la palabra, la imagen o el sonido pueden colaborar. Pero suelen incluir actitudes y valores en sus mensajes. La prensa, sobre todo en titulares y fotos.

La televisión, que depende de la imagen, la utiliza con profusión en sus informativos que suelen versar sobre cosas concretas, que es lo que puede plasmar la imagen, pero tiene dificultades para expresar la abstracción de los conceptos, es una de las razones por las que la TV tiende a la trivialización.

Por eso, la TV tiende a la tertulia o a las opiniones encontradas de unos y otros, más que a los hechos y su explicación, que es lo que se considera información, porque es más barato y el lenguaje televisivo barato luce más con el conflicto que con el razonamiento. No se puede comprar el espectáculo de un accidente o un incendio con una exposición razonada.

Rudolph Arnheim, gran teórico de la cultura, ya predijo, en los años 30, en su libro Film as Art (1) que el ser humano confundiría el mundo percibido por sus sensaciones y el mundo interpretado por el pensamiento, y creería que ver es comprender. […] La confusión, en general inconsciente, entre ver y saber, y ver y comprender, la utiliza la televisión para manipular a las personas. En una dictadura se sirve de la censura; en una democracia de la manipulación. El blanco de estas agresiones es siempre el mismo: el ciudadano de a pie.” Kapuscinski (2)

La radio puede emplear palabra y música, pero en los informativos no suele utilizar la música.

El uso de la música en informativos de radio y televisión se presta mucho a la transmisión de valores. Si en un informativo de radio o TV nos meten música, podemos sospechar que nos están colocando actitudes y valores. Ejemplo muy común: entierro o funerales de víctimas de ETA.

2.3.- Algunos modelos de aprendizaje

Hace un centenar de años, aparece el Conductismo. Esta teoría psicológica contempla la mente como una caja oscura y dice que para estudiar animales o personas solo se puede hacer a través de su conducta, produciendo estímulos que permitan estudiar las respuestas.

Según esta teoría, a un estímulo suele corresponder una respuesta.

En los años 50 del pasado siglo, empieza a ponerse en cuestión el Conductismo para el aprendizaje de conceptos y aparece la teoría Cognitiva que dice que esa teoría vale para conductas, pero no para conceptos y se elaboran nuevas explicaciones del aprendizaje de conceptos.

En los años 70 y siguientes, se va desarrollando la teoría cognitiva para el aprendizaje de conceptos con el título de El procesamiento de la información. Esta teoría, que hoy es aceptada comunmente, tiene diversos planteamientos o formas de expresarse pero la podemos resumir así:

3.- La teoría del procesamiento de la información (3)

Esta teoría explica cómo procesamos la información, de tipo conceptual, que recibimos y cómo este proceso nos permite reutilizarla posteriormente. Es contemporánea y está muy relacionada con el desarrollo del ordenador, por lo que sus componentes son parecidos y comparten algunos términos.

La información nos llega, en grandes cantidades, por los sentidos y en el registro sensorial se produce un filtro que hace que la mayor parte se pierda, porque es imposible procesarla toda, y una parte pequeña pasa a la memoria a corto plazo o memoria de trabajo, que se caracteriza porque tiene muy poca capacidad -unas 7-9 unidades de información (4)- y muy poco tiempo de permanencia: unos 20 segundos.

Si esta información se procesa, pasa a la memoria a largo plazo y si no se pierde. Si el resultado resulta significativo para la persona se produce asimilación, que permitirá resolver problemas o generar respuestas.


1) Léase de Rudolph Arnheim, La Pensée visuelle, París, Flammarion, 1976

2) Kapuscinski, R. ¿Reflejan los medios la realidad del mundo? Le Monde Diplomatique, julio-agosto 1999. Tomado de <http://www. etcetera.com.mx/pag87ne25.asp>

3) Campuzano, A. (2002) Conceptos e instrumentos para la evaluación de contenidos educativos en TV. 3 Cómo se aprende, págs.7-10 http://antoniocampuzano.es/wp-content/uploads/2020/07/conceptoseinstrumentos-1.pdf

4) Por unidades de información podemos entender unidades de almacenamiento. Si nos dicen un número de teléfono cifra a cifra, serían 9 dígitos, por tanto 9 unidades, pero si las agrupamos: noventa y uno, trescientos siete, cuarenta y dos, once, se convierten en cuatro.


¿De qué depende esta última operación? De que tengamos herramientas adecuadas para procesar la información que recibimos, porque procesamos la nueva información con lo que ya sabemos.

Según esta teoría, nuestra memoria a largo plazo está formada por “inclusores” o “esquemas conceptuales”. Podemos imaginar nuestra memoria, como un armario con gran número de cajones en los que guardamos nuestros conocimientos y nuestra capacidad de procesamiento depende de que sepamos guardar la nueva información en el cajón adecuado y vayamos al cajón adecuado cuando lo necesitemos.

En términos de informática podríamos decir que la memoria de trabajo es la memoria RAM y la memoria a largo plazo el disco duro del ordenador.

Todo este proceso es de tipo intelectual, pero hay dos tramos en los que influyen necesidades, sentimientos, prejuicios, … Uno es en el paso del Registro sensorial a la Memoria a corto plazo. La elección de la escasa información que pasa, depende de nuestras necesidades inmediatas o de nuestro sistema afectivo que centrará la atención en la información que nos interesa en ese momento.

El otro tramo es la entrada a la memoria a largo plazo. Al procesarla, sentimientos, prejuicios, necesidades, etc. nos pueden inducir a guardarla en cajones inadecuados y esto genera errores conceptuales. Si le decimos a gente joven que David mató a Goliat con una onda, la mayoría entenderá que le atropelló con una Honda.

Es posible que, en el procesamiento, nos cueste o no lleguemos a conclusiones que no podamos aceptar.

Este procesamiento de la información que permite el aprendizaje y que queda fijado en la memoria es lo que llamamos codificación o asimilación.

Como procesamos la nueva información con lo que ya sabemos y cada persona tiene conocimientos y sentimientos diferentes, cada persona tiene su propia forma y su propia capacidad de procesar y puede llegar a conclusiones diferentes de las de los demás. Es decir, un grupo de personas puede recibir la misma información y cada una puede sacar conclusiones diferentes y cada uno puede procesarla correctamente o de forma incorrecta.

Si la información que se transmite, es muy especializada y la difunden medios especializados, puede resultar eficaz, porque se supone que los receptores tienen conocimientos comunes. Este sería el caso de las revistas científicas.

Para que haya asimilación, se han de cumplir algunas condiciones:

 La información que recibamos tiene que estar dosificada según nuestra capacidad de procesamiento. Para llenar una botella de agua en un grifo, tenemos que adecuar el chorro al cuello de la botella, si no gran parte caerá fuera y se perderá.

 Tenemos que disponer del inclusor o “cajoncito” adecuado a la nueva información, porque si lo metemos en otro, crearemos un error conceptual y si no lo tenemos, quizá no lo podamos guardar y perdamos la información.

 Si lo procesamos bien, mejoraremos nuestra capacidad de procesamiento y nos será más fácil realizar nuevos procesamientos.

 Si la información es falsa o de mala calidad, a partir de ella generaremos errores conceptuales y respuestas erróneas. Esto debilitará nuestra capacidad de procesamiento.

Si el procesamiento es correcto, los datos pueden transformarse en información y esta en conocimiento, lo que nos permitirá reutilizarla en el futuro para generar respuestas o soluciones a nuevos problemas. Cuando la información mediática se basa en hechos o en datos no contextualizados o en opiniones no fundamentadas este proceso puede producir errores en nuestro conocimiento.

Este es el modelo de aprendizaje de conceptos aceptado por la comunidad científica, pero no es muy conocido, ni siquiera entre los enseñantes, porque no funciona en la enseñanza on-line y las empresas interesadas en extender este tipo de educación, muy vinculadas con editoriales y medios de comunicación (por ejemplo: Santillana – PRISA), no tienen interés en difundirlo.

Uno de los objetivos de las empresas que tratan de privatizar la enseñanza es la difusión de la modalidad on-line, que sería el gran negocio de la industrialización de la enseñanza frente a la labor “artesanal” del profesor en el aula (1). Pero este modelo demuestra la necesidad del profesorado como gestor de los aprendizajes de sus alumnos y es muy poco adecuado para la enseñanza a distancia que cuadra mejor con el modelo conductista que, como hemos visto, resulta poco eficaz para el aprendizaje de conceptos. En esta maniobra de privatización, como en la masificación de las aulas, tiene preferencia el negocio.

3.1.- Consecuencias de estas teorías.

Cada nuevo aprendizaje, bien procesado, mejora nuestra capacidad de procesar y aprender, porque cuanto más sepamos del tema que nos llega, más fácil nos será asimilarlo y profundizar sobre él.

Si la nueva información no se adapta a la capacidad de procesamiento del receptor o este no tiene los inclusores adecuados, esa información se procesará mal o se perderá (información incomprensible o inútil).

Como cada persona tiene su propia capacidad de procesamiento y sus conocimientos previos diferentes, su aprendizaje o sus conclusiones ante una misma información pueden ser diferentes. Por eso es muy importante tratar de garantizar que el receptor la procese bien. Para ello, el profesorado trata de averiguar los conocimientos previos de sus alumnos sobre el tema a tratar, para adaptarse, en su exposición y en las actividades que promueva, a su capacidad de procesamiento y al final indagar sobre si el aprendizaje ha sido correcto. Esto no lo pueden hacer los medios de comunicación de masas y es muy difícil en la enseñanza on-line.

Esto es muy importante para las relaciones interpersonales porque explica por qué se crean malentendidos entre las personas, cuando pensamos que hemos explicado las cosas correctamente,

Si la información es de mala calidad o se procesa mal, puede crear aprendizajes o inclusores falsos que entorpecerán nuevos aprendizajes (información tóxica, esa es la función y/o la consecuencia de muchos bulos).

No es lo mismo oir y entender que asimilar, es decir, integrar la nueva información en nuestros saberes. Lo importante es integrarla en nuestro bagaje de conocimientos para convertirla en una herramienta útil para nuestra comprensión de la realidad y para nuestra toma de decisiones.

En aulas masificadas no se puede utilizar este modelo porque es muy difícil adecuarse a los conocimientos previos de tantos alumnos y, por tanto, para los medios de comunicación y las redes sociales, con miles de destinatarios, resulta imposible.

Como la realidad es cambiante, nuestros inclusores deben adaptarse a las nuevas situaciones, por tanto, debemos reciclar gran parte de los que ya tenemos y adquirir otros nuevos.

Los medios de comunicación tradicionales, siguen utilizando el modelo conductista porque tendrían mucha dificultad para utilizar el cognitivo, mucho más complejo, porque dice que un mensaje puede tener diversidad de interpretaciones en función de las características de cada receptor.

4.- Sobre la necesidad de actualizar nuestros conocimientos

Si procesamos la información que recibimos con lo que ya sabemos, como la vida va cambiando, es fundamental ir actualizando nuestros conocimientos.

La formación básica se supone que la recibimos en las enseñanzas de Primaria y Secundaria, pero no hay una institución pública que nos ayude a poner al día esos conocimientos. No hay Educación Continua. Quizá se podría conseguir en las Escuelas de Adultos.

La nueva información que recibimos nos llega, en su mayoría, de los medios de comunicación y las redes sociales. Se estima que más del 80% y en esta situación, los medios de comunicación aprovechan para llenar ese vacío desde sus propios intereses. Pero lo hacen fatal para los nuestros.

También nos llega, aunque en mucha menor cuantía de la interacción social, pero esta información, sobre todo en grupos sociales de bajo nivel cultural, está muy contaminada por los medios de comunicación y las redes sociales.

Decíamos al principio, en la 2ª entrega: “Los bulos ¿A quién benefician? y ¿Cómo combatirlos?”, que para combatir los bulos y entender bien lo que pasa, había que reunir una serie de requisitos: actitud crítica, exigencia del derecho a una información de calidad, criterios sobre la realidad (de ésto estamos hablando) y formación mediática.

La teoría del procesamiento de la información, al sostener que procesamos la nueva información con lo que ya sabemos, nos indica la enorme importancia de actualizar nuestros conocimientos para entender lo que pasa y hacerlo con rigor para no adquirir conceptos erróneos que nos llevarían posteriormente a procesamientos equivocados.


1) Nico Hirtt (2020) Escuela digital y clase inversa: dos virus troyanos del liberalismo escolar https://vientosur.info/escuela-digital-y-clase-inversa-dos-virus-troyanos-del-liberalismo-escolar/


Esto es muy importante, como también lo es tener una actitud crítica y reclamar el derecho a una información de calidad, porque si la que recibimos es deficiente y no lo percibimos el nuevo conocimiento es fácil que sea erróneo.

El problema es que la actualización de nuestros conocimientos debe basarse en informaciones rigurosas y fuentes fiables y ahí es donde más fallan los medios de comunicación, como vimos en la entrega anterior “Neoliberalismo y medios de comunicación” y lo veremos también en la próxima “Cómo se financian los medios”, porque para valorar la información que recibes conviene conocer a quién te la está dando, de ahí la importancia de conocer cómo funcionan los medios, cómo se financian, quienes son sus principales accionistas, qué intereses tienen, etc. y de eso hablaremos en la próxima entrega:

CÓMO SE FINANCIAN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN y, sobre todo, qué consecuencias tienen para nosotros sus formas de financiación.

Antonio Campuzano

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