Por ser vox quien sois

Es indudable que Feijoo pactará con ellos para gobernar. Aunque solo fuera por dignidad, no debería ir un solo voto de ningún trabajador (ni de nadie decente) a la derecha ni a la ultraderecha.


Existe una importante preocupación en amplios sectores de la sociedad ante la posibilidad de tener a la extrema derecha franquista en el gobierno estatal dentro de menos de un mes. Los pactos autonómicos y locales del PP con Vox, aunque esperados, han hecho saltar todas las alarmas. Sus primeras medidas: retirada de banderas arcoíris, amenazas a las lenguas propias de los pueblos del estado, humillación a las víctimas del terrorismo machista… Pero no se trata de reír o llorar sino de comprender. 

En realidad, la extrema derecha siempre ha estado ahí. En la Comunidad de Madrid dejando morir como perros a los mayores en las residencias, dándoles comida podrida o teniéndolos a más de 30 grados sin aire acondicionado; privatizando la educación y la sanidad públicas o facilitando ayudas económicas a las rentas más altas. En el alcalde del PP de Oviedo quitando los bancos arcoíris. Está donde un alcalde de “izquierda” manda al párroco bendecir el bastón de mando. Donde un concejal “comunista” sale en procesión de Semana Santa en representación institucional. Allá donde otro regidor “socialista” inaugura una estatua a un guardia civil preconstitucional o compite por poner la bandera de España más grande. También donde un ayuntamiento “progresista” no retira una calle dedicada a un genocida franquista. Estaba cuando el señor X comandaba los GAL. Andaba por el Teatro Salamanca en el 86 cuando le cortaron las alas al Cuervo Ingenuo de Javier Krahe. Está presente en la sentencia que tiene en prisión a Pablo Hasél. Vive en cada arma que se envía al régimen fascista de Kiev. Se regocija cuando se da más poder a las mutuas patronales y se abre la veda a la privatización de las pensiones. Disfruta en cada externalización y concierto con la sanidad, la educación o las residencias. Se alimenta de cada renuncia de la izquierda neoliberal, porque la debilidad invita siempre a la agresión. 

La extrema derecha representa bien a esa clase parasitaria con fuerte nostalgia franquista, la de La Escopeta Nacional. Es el señorito Iván presumiendo de cómo la Régula en Los Santos Inocentes escribe su nombre en un folio en vez de estampar la huella. Juegan un papel secundario pero muy funcional para el sistema.  Sus ataques a los derechos civiles, democráticos y nacionales, a las minorías y colectivos vulnerables sitúa el debate político justo donde interesa al gran capital, ese que no va a votar al fascismo, lo primero porque no son idiotas, lo segundo porque sus intereses económicos están perfectamente representados tanto por la socialdemocracia como por el conservadurismo ultraliberal del PP. Eso es lo que determina, en última instancia, que, para esos sectores decisivos del capital, el fascismo, y menos aún los cantamañanas del Yunque, sean un caballo al que apostar, salvo cuando corren muy serio peligro sus intereses de clase. 

Ilustración: Fernando Francisco Serrrano.

Su programa son 100 medidas, que parecen sacadas de aquella mítica canción de Los Nikis.  Buena parte de ellas se apartan de la propia Constitución que tanto invocan. Vamos a darles un repaso:

España una, grande y libre: supresión de autonomías, persecución de las lenguas cooficiales, ilegalización de partidos soberanistas. Promoción de las “grandes gestas”  de los “héroes” de la patria, desde Pelayo a Franco, a la par que se deroga la memoria democrática.  

Deportación de inmigrantes. Incluso de aquellos en situación regular pero que cometan delitos leves. En fin, de todos menos de los que trabajan a 50 grados en sus campos y cuidan por 600 euros a su abuela y a sus hijos. A esos se les deja, pero que no se rocen, a ser posible, en su tiempo libre, con los autóctonos.

Nada de discriminación positiva menos para los militares. Esos tendrán prioridad en las oposiciones forestales, penitenciarias… 

Rebajas fiscales: va pagar lo mismo el que gane 1.000€ que el que gane 4.000€. Fuera el impuesto de sucesiones, donaciones, plusvalías y patrimonio. Solo faltaría que Don Amancio tuviera que tributar además de donar máquinas para el cáncer. 

¿Problemas de vivienda? Liberalizar todo el suelo en beneficio de las grandes multinacionales del sector.

Pensión mínima de carácter público. Y luego, si quieres llegar a final de mes, te haces un plan de pensiones privado. 

Prohibición en la práctica del derecho a huelga y de los piquetes. 

Expulsión del sistema sanitario de los inmigrantes irregulares.  

Prohibición del aborto y la eutanasia. Solo Dios da y quita la vida. Menos a los toros que se la quita el diestro. Viva el pasodoble que hace alegre la tragedia. 

Cheque escolar y libertad de elección de centro educativo. Pin parental.       

Exigencia máxima en el sistema de becas. Y si eres pobre: o eres Einstein o pico y  pala.

Ministerio de Familia: tener hijos como conejos. Adiós a eso de la violencia machista,  que no existe. Hablaremos de violencia intrafamiliar, que viene a ser cuando una mujer golpea con el ojo el puño del marido. 

Todo esto parece un chiste, pero es rigurosamente cierto. Cualquiera lo puede consultar en internet. Está ligeramente teatralizado, pero muy poquito. La realidad supera a la ficción.

Es indudable que Feijoo pactará con ellos para gobernar. Aunque solo fuera por dignidad, no debería ir un solo voto de ningún trabajador (ni de nadie decente) a la derecha ni a la ultraderecha. Solo por ver los improperios del líder del PP a los enfermos de ELA, a las adolescentes embarazadas… Solo por eso, por dignidad. Y porque tienen la receta acabada para desmantelar y poner en manos de los fondos buitres lo que queda del precario estado de bienestar ibérico. 

Explicaba Olmo Dalcó que los fascistas no son como las setas, que nacen en una noche. En el caso del estado español, 40 años de dictadura franquista y otros 40 sin verdadera ruptura democrática no salen gratis. España es un caso insólito donde la derecha burguesa y terrateniente, apoyada por el nazi-fascismo mundial, libró una guerra contra su pueblo, sembró por décadas el terror y la muerte y se fue, literalmente, de rositas. No se puede pedir peras al olmo. Pero, llegados a este punto, si se le debería pedir a la socialdemocracia,  que además de reivindicar los derechos humanos de todas las minorías, defienda los derechos políticos y económicos de la clase trabajadora, de la que forman parte todas las minorías y deje de legislar para mantener e incrementar la tasa de ganancia de los capitalistas; el régimen borbónico; la subordinación a Bruselas y al imperialismo económico y militar estadounidense. No se calma a la bestia (¡que se lo digan Tsipras!) alimentando y acariciando el lomo de quien la engendró y la volverá a engendrar porque siempre anda caliente, como explicaba Bertolt Brecht.  

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One thought on “Por ser vox quien sois

  • 10 de julio de 2023 en 10:52
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    Nunca se fueron….ni se irán,,,el pueblo ignorante y siervo ,,les mantienen ..Terrible …

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