¿Quién es Pedro González-Trevijano?

El nuevo Presidente del Tribunal Constitucional fue el ponente de la sentencia del Tribunal Constitucional que anuló el estado de alarma, estimando que en lugar de este tenía que haberse decretado el estado de excepción.

Los peores presagios se han cumplido. Tras los impresentables nombramientos de Enrique Arnaldo y Concepción Espejel como miembros del Tribunal Constitucional, con los votos de los grupos parlamentarios del PSOE y de Unidas Podemos, ahora se designa como Presidente del más alto Tribunal, esencial en el sistema político español, a  Pedro  González Trevijano.

Para acceder a tan importante responsabilidad ha contado no solo con los votos de los magistrados del sector conservador, sino también con los de la llamada corriente no tan progresista, mediante una componenda por la cual el magistrado Xiol Ríos de este último sector, que también caduca en 2022, pasa a ocupar la Vicepresidencia  del TC. Un pacto que en lugar de fortalecer posiciones inequívocamente democráticas en el seno de este importante órgano del Estado, contribuye, por el contrario, a poner en peligro el principio constitucional de separación de poderes con una mayor tendencia del poder judicial por reubicarse por encima de los poderes ejecutivo y legislativo. Al mismo tiempo provocará un incremento de resoluciones judiciales restrictivas a los derechos y libertades democráticas insertas en el texto constitucional.

Con la composición actual de este órgano del estado y con el nuevo Presidente de perfil marcadamente predemocrático y carente de la debida apariencia de imparcialidad, cualquier norma jurídica o decisión política de carácter medianamente progresista que adopte el gobierno o las Cortes Generales, será anulada por este tribunal. De la misma manera dejará sin efecto sentencias de los diferentes órganos judiciales que vayan en la misma dirección.

Este nuevo Tribunal Constitucional, más escorado aún hacia la derecha, tiene que resolver asuntos tan transcendentes como el de la forma de prestar juramento o promesa de acatamiento a la Constitución para acceder a la condición de diputado, el derecho al aborto para cuya ponencia ha sido designado Enrique Arnaldo, la ley Celaá sobre educación, diversos procedimientos sobre corrupción que afectan al PP, la legislación sobre la eutanasia, la prisión permanente revisable, la reforma de la ley que evita que un Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en funciones realice nombramiento en la cúpula judicial, etc. Se unirán en el futuro inmediato otros importantes asuntos que afectarán al contenido de los derechos y libertades democráticas, mediante recursos interpuestos por una derecha ultra y querulante equipada con una pléyade de leguleyos expertos en fraude de ley y abuso de derecho.

¿Qué democracia nos va a quedar con este Tribunal Constitucional?

El Partido Popular no solo ha logrado introducir en el TC a dos dirigentes del PP sin carnet, sino que además ha obtenido la Presidencia del TC con un magistrado de su total confianza. De esta forma, la derecha reaccionaria podrá sostener la estructura del nuevo TC, bien manteniendo la negativa a renovar el CGPJ o bien mediante un nuevo pacto de renovación del CGPJ análogo al que acaba de suscribir en fecha reciente con el PSOE y Unidas Podemos.

Pedro González-Trevijano
Pedro González-Trevijano.

Recordemos que el nuevo Presidente del TC fue el ponente de la sentencia del Tribunal Constitucional que anuló el estado de alarma. El fallo de esta resolución judicial declaró inconstitucionales y nulos diversos apartados del Real Decreto de 14 de marzo del pasado año, y estimaba que en lugar del estado de alarma tenía que haberse decretado el estado de excepción, con las consecuencias legales que pudieran derivarse: detención por hasta 10 días, registros domiciliarios sin autorización judicial, intervención de toda clase de comunicaciones,  incluidas las postales, telegráficas y telefónicas,  suspensión de todo tipo de publicaciones, emisiones de radio y televisión, proyecciones cinematográficas y representaciones teatrales, prohibición de reuniones y manifestaciones, incluidas las huelgas,  protagonismo militar en el aparato del Estado, etc.

La mayoría conservadora del Tribunal Constitucional se impuso y avaló entonces la ponencia del nuevo Presidente González-Trevijano.

A propuesta de M. Rajoy, fue nombrado magistrado del Tribunal Constitucional y ha sido rector desde 2002 a 2013 de la Universidad Rey Juan Carlos I, una institución que ha sido protagonista de los escándalos por los irregulares otorgamientos de títulos académicos a Cristina Cifuentes y Pablo Casado, entre otros muchos.

Gran colaborador de Aznar en la Fundación FAES, González-Trevijano ha organizado diversos actos con el que fuera Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, así como con el mismísimo Obispo Cañizares. El 23 de julio de 2008, por ejemplo, participaban juntos en los cursos de verano que dicha Universidad organizaba en Aranjuez, según nota publicada por la Oficina de Prensa de la Fundación FAES. En su calidad de miembro de la comisión de expertos nombrada por el Gobierno para dictaminar sobre la exhumación de los restos mortales de Franco, González-Trevijano se pronunció contra la salida de los mismos del Valle de los Caídos, según informaba Libertad Digital el 7 de junio de 2013.

Calificado como “muy religioso”, ElDiario.es lo consideraba como el nexo de unión entre el Partido Popular y la Universidad Rey Juan Carlos I, en su crónica del 14 de abril de 2018.

Según “El Plural”, en su edición del 14 de julio último, González-Trevijano «es el Rector de los polémicos masters y contrataciones a familiares», encargado de dirigir la institución en el momento en que se produjeron los escándalos sobre los cursos de masters relacionados con el Instituto de Derecho Público y cuyos protagonistas fueron Cristina Cifuentes, Pablo Casado y Carmen Montón. Durante su estancia como Rector colocó a varios de sus familiares, por ejemplo, a su esposa, María Teresa Martín del Peso, en el puesto de Administradora de la Fundación Rey Juan Carlos, y a su cuñada, María Jesús Bravo, como responsable del personal de administración y servicios.

El Plural señala que González-Trevijano «se convirtió en agencia de colocación para esposas, sobrinos, hijos, hermanos, cuñados, de familiares de relevantes políticos del PP, como la hermana de la propia Cristina Cifuentes, la prima de Ruiz Gallardón, Isabel Gallardón, la cuñada de Francisco Granados, Maria del Mar Alarcón… en 2014 estuvo investigado por prevaricación por contrataciones ilegales, aunque no fue procesado, y fue acusado por el profesor titular de la Facultad de Ciencias de la Comunicación,  Salvador Perelló, de haber tejido una tupida red clientelar

Como ya indicáramos en Hojas de Debate, comparte con los restantes magistrados conservadores del Tribunal Constitucional ese profundo sentimiento religioso que tanto desahogo espiritual proporciona a muchos miembros cualificados de la  derecha española.

Trevijano era Rector de la Universidad citada cuando se nombró a Rodrigo Rato doctor honoris causa de la misma, el 28 de enero de 2009.

Nuestro personaje es polifacético. En sus ratos libres ejerce la crítica pictórica, habiendo declarado que «ya no hay pintores de primera que cultiven los motivos religiosos», indica ABC el 4 de junio de 2019, explayándose profusamente al respecto en su infumable tratado “El dedo de Dios, la mano del hombre. El poder visual de las imágenes en cristiano“. En este texto, González-Trevijano señala que «al margen de la fe, el arte es la mejor manera de acercarse a los misterios de Dios», asuntos hoy olvidados, desgraciadamente, porque lo impiden «el proceso de secularización, el indiferentismo religioso, el ateísmo, junto con la aparición de movimientos de vanguardia… atrás quedaron los tiempos de la hegemonía religiosa en el arte».

Pero no se queda ahí nuestro polifacético magistrado. Pese a sus múltiples ocupaciones, a la crítica iconográfica ha añadido la autoría teatral, regalándonos la obra titulada Adonay y Belial, una velada en familia“, Editorial Eride 2020, en la que enfrenta a Dios con el demonio, mediante un diálogo en el que se pronuncia sobre lo divino, lo demoníaco, y lo humano, que entendemos fuertemente inspirado por Monseñor Escribá de Balaguer, y en el que se califica a Karl Marx como un «cientificista deplorable con su matraca del materialismo histórico, despilfarrador, depredador sexual, fariseo», demostrando así de paso  su capacidad para el estudio y crítica filosófica y económica del destacado pensador alemán, obra teatral que ha merecido grandes elogios del periódico La Razón, en 2 de noviembre último.

Aunque se pretenda dulcificar tan amarga píldora recordando que su mandato caduca dentro de seis meses,  para su efectividad es precisa la previa renovación del CGPJ, única forma de hacer viable la sustitución de los cuatro magistrados que expiran mandato el próximo año con el nombramiento concurrente de dos por el gobierno de coalición y otros dos por un CGPJ renovado. Una renovación que si se lleva a cabo por el PSOE y por Unidas Podemos de la misma forma en que ahora han renovado el Tribunal Constitucional, provocará un serio quebranto al ya mermado sistema actual de derechos y libertades democráticas.

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