Sobre la represión a la Juventud Comunista (UJCE)

Tal es el disparate cometido que desde la misma Comisión de Estatutos se ha emitido un voto particular, firmado por dos camaradas y recogido en el Dictamen de la Comisión de Estatutos.

Imagino, sin mucho esfuerzo, que a todas/os nos ha impactado la decisión votada por una parte del Comité Central del PCE sobre la UJCE, bueno a todas/os no, a quien voto a favor de la intervención y del nombramiento de una gestora la medida le habrá parecido, pues no sé, guay, bien, prueba de la fortaleza, decisión y valentía de una dirección de la que participa, puede ser.

A la mayoría de la militancia, estoy convencido, la decisión nos parece arbitraria, imprudente, injusta, precipitada, un intento por mantener sometido a una parte del partido, la UJCE, que se ha mantenido crítico, como es su obligación, con los incumplimientos de los mandatos congresuales por parte de la dirección del PCE.

Tal es el disparate cometido que desde la misma Comisión de Estatutos se ha emitido un voto particular, firmado por dos camaradas y recogido en el documento Dictamen 2/23. Dictamen de la Comisión de Estatutos.

En estos votos particulares, los/as camaradas firmantes manifiestan “discrepamos en la interpretación que se hace en este caso de los Estatutos y de los derechos y principios que estos tratan de salvaguardar”, apuestan por “profundizar en el diálogo y el acuerdo”, lo que consideran menos lesivo para el partido que la toma de acuerdos punitivos en la reunión del Comité Central del PCE.

Insisten en que de acuerdo al Art. 33 de los Estatutos “Como paso previo, se deberá recurrir a todas las vías de diálogo y mediación posibles para que la solución emane del acuerdo político entre las partes, dentro del respeto a los actuales Estatutos”

Aluden, estos/as camaradas firmantes del voto particular, al escrito enviado por la UJCE a la Comisión Política el 1 de junio donde manifiestan la firme voluntad de seguir trabajando juntas ambas organizaciones y seguir profundizando en el diálogo y consideran como muy lesivo para el partido adoptar decisiones burocráticas y no seguir profundizando en el diálogo.

A pesar de este voto particular que llama al diálogo, la negociación y el entendimiento, la decisión adoptada es la de todos/as conocida que abre una crisis de consecuencias incalculables para un partido ya debilitado y necesitado de una reconstrucción que ya plantean los procesos congresuales que se han desarrollado con normalidad lo que no es, por desgracia, el caso del XXI Congreso.

Las/os comunistas debemos reconducir esta situación, no podemos permitir que el futuro del partido se nos vaya por el desagüe de la historia, por decisiones precipitadas y mediatizadas por los continuos fracasos electorales producto de estrategias políticas contrarias a los intereses de la clase trabajadora y capas populares de la sociedad española y canaria.