STOLPERSTEIN. La geografía local de la lucha antifascista

El domingo 23 de julio, entre voto y voto, comenzaremos a colocar las 20 stolpersteine que recuerdan la memoria de los 21 motrileños víctimas del nazi-franquismo en nuestro municipio.

Algo más de 9.000 españoles y españolas fueron enviados a los campos de exterminio nazis, de los que fueron asesinados algo más de la mitad. La mayoría de las víctimas habían pasado previamente por los miserables campos de internamiento franceses, donde murieron más de 10.000, por las Compañías de Trabajadores Extranjeros, algunos por el Ejército francés y otros por la Resistencia francesa. Antes de eso cruzaron España de batalla en batalla o de refugio en refugio, pasando penalidades y dejando en el camino a sus familiares más cercanos, sus escasas posesiones, su vida, en definitiva. Y al finalizar la II Guerra Mundial comprendieron que nada había acabado, que solo comenzaba una vida de exilio.

Es una historia ignorada. Aun hoy sigue siendo desconocido para la sociedad española que miles de compatriotas sufrieron el horror de los campos de exterminio, lugares de sufrimiento asociados en el imaginario colectivo al genocidio judío y a la guerra en Europa. 

Aquí reside la fuerza simbólica del proyecto Stolpersteine ideado por el artista alemán Gunter Demnig.

Las Stolpersteine [1]Stolperstein (pronunciado /ˈʃtɔlpɐˌʃtaɪ̯n/ ( escuchar); lit: piedra de tropiezo; palabra alemana que designa una piedra en el camino que puede hacer … Seguir leyendo, son pequeñas placas de latón conmemorativas que se incrustan en las aceras frente a las últimas residencias conocidas de personas que fueron perseguidas y asesinadas durante el régimen nazi en Europa y que, en el caso de los españoles, contó con la colaboración de la dictadura franquista. Su finalidad original es la de rendir homenaje a las víctimas y promover una reflexión colectiva sobre el Holocausto, sus causas, sus instrumentos y sus consecuencias. Pero esto es realmente solo el principio.

La colocación de estas placas en la geografía urbana, sobre las aceras, en la puerta de las casas que habitaron, supone una intrusión de un pasado desconocido en nuestros espacios cotidianos, que de inmediato genera una reflexión sobre la historia más reciente, una interpelación sobre las causas que llevaron a hombres y mujeres que vivieron en nuestro mismo barrio, que pisaron nuestra misma acera, a acabar sufriendo el horror del programa de asesinato masivo del fascismo.

 Su distribución en la ciudad refleja, además, la componente clasista del exterminio. Las placas se concentran en los antiguos barrios obreros, dibujando una geografía de hombres y mujeres comprometidos con la defensa del gobierno legítimo de la II República que arranca desde los sectores más humildes de la ciudad, recordando lo que ya adelantó Machado, que en España lo mejor siempre ha sido el pueblo.

En todas las ciudades, las placas se identifican con hombres y mujeres que creyeron y lucharon por el ideal de una sociedad justa, solidaria, democrática, con la supresión de los privilegios de las clases dominantes, con la esperanza de una España común y mejor, republicana, y que por ello fueron condenados, estigmatizados como Rotspanier y enviados a los hornos crematorios.

A nadie se le escapa que la recuperación de la Memoria histórica y democrática en nuestro país es una lucha cultural que pretende sobrepasar el relato mítico construido sobre la dictadura y la transición, algo que la derecha ha reconocido claramente y que combate abiertamente. Y en esta disputa, la ocupación simbólica del espacio urbano es una batalla crucial, en la que estas humildes piedras chapadas en latón son un instrumento formidable.

Notas

Notas
1 Stolperstein (pronunciado /ˈʃtɔlpɐˌʃtaɪ̯n/ ( escuchar); lit: piedra de tropiezo; palabra alemana que designa una piedra en el camino que puede hacer tropezar al caminante) —en plural Stolpersteine— es un proyecto del artista alemán Gunter Demnig. El propósito de este monumento exhortatorio es conmemorar el destino de los seres humanos que fueron deportados y asesinados por los nacionalsocialistas.
Comparte este artículo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *