Tanques modelo Calabuch

De las palabras de la ministra se entiende que hay que gastarse una pasta en poner a los tanques  en funcionamiento, que puedan proclamar la paz a tiro limpio y que se enseñe  a los militares ucranianos a usarlos, los tanques y los cañonazos, para imponer una aparente pax americana.

Esto de los tanques que queremos mandar a Ucrania (porque para eso somos europeos y cumplimos con nuestros compromisos acordados), me trae a la memoria  a García Berlanga y su película Calabuch, con un encantador Edmund Gwenn haciendo de Hamilton, un sabio al servicio de la industria militar con reparos a ejercer su profesión, que abandona su compromiso contractual y pretende ocultarse entre las buenas gentes del pueblo marinero para sumarse a sus sencillas vidas, aunque no lo consigue porque su colaboración para ganar un concurso de fuegos artificiales llama la atención de los que lo buscan para que siga cumpliendo con su contrato  atómico.

En el caso que nos ocupa actualmente la ironía es que deciden en nuestro nombre sumarnos a un conflicto como si se tratase  del concurso de fuegos artificiales, pero ni siquiera tenemos el material  que se necesita para cumplir con nuestra parte del contrato, lo que crea una impresión de quiero y no puedo que nos deja en entredicho y nos podría llevar a una reflexión sobre  esta vida que llevamos a rastras del imperialismo dominante, con tanta o más amargura que la conversación entre el torero interpretado por José Luis Ozores y el agotado toro Bocanegra, después de salir malparados de la parte taurina del festejo.

De las palabras de la ministra se entiende que hay que gastarse una pasta en poner a los tanques  en funcionamiento, que puedan proclamar la paz a tiro limpio y que se enseñe  a los militares ucranianos a usarlos, los tanques y los cañonazos, para imponer una aparente pax americana. Y todo eso en medio de un ruidazo mediático que nos distrae del fondo de la cuestión: qué pintamos, qué nos dicen que pintemos y quién y cómo se aprovecha del trafiqueo con la pintura.

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