Trump, el convicto

“El País” señala que: «El juez condena a Trump a ser el primer presidente delincuente, pero le deja sin pena».

Se nos acumulan (en cada telediario, en cada mesa de «análisis» de las cadenas de tv) noticias que conforman un relato de lo que sucede en el mundo. Y no sólo nos cuentan historias, sino que las interpretan y las difunden. De esta manera hemos llegado a asumir la existencia del “trumpiverso” descrito por la revista Forbes: 13 multimillonarios, líderes empresariales y artistas preparados para dar forma a la segunda administración presidencial de Donald Trump que, entre los múltiples récords que está batiendo con la formación de su segundo Gobierno, conseguirá uno difícil de superar: el del gabinete con más milmillonarios de la historia, que se han ganado el favor del próximo presidente estadounidense mediante una combinación de lealtad, donaciones de campaña, apoyos y, por supuesto, halagos. 

El “trumpiverso” resultante de multimillonarios que manejarán aspectos claves de la política estadounidense la redefine hacia un enfoque corporativo y la dota de poder e impunidad que convierten a Trump en “presidente convicto”. Efectivamente, el presidente electo de Estados Unidos recibió la sentencia por el caso de falsificación de registros comerciales para silenciar una relación con la actriz de cine Stormy Daniels previa a las elecciones de 2016. El juez resolvió una «libertad incondicional», lo que significa que Trump no pisará la cárcel ni recibirá una multa.

Por supuesto Trump ha declarado enfáticamente que “esta ha sido una experiencia terrible» y enumeró una serie de desacuerdos con la forma en que se plantearon los hechos y los cargos que le involucraban. Y por supuesto mantiene que el caso en su contra se inició para impedir que ganara la reelección. «El hecho es que soy totalmente inocente, no hice nada malo«, afirmó Trump.

Lo más cierto es que el presidente electo Donal Trump intentó anular los resultados de las elecciones de 2020 y el hilo conductor de todos los esfuerzos delictivos del sr. Trump fue el engaño —afirmaciones falsas y conscientes de fraude electoral— y la evidencia muestra que Trump utilizó estas mentiras como un arma para derrotar una función del gobierno federal fundamental para el proceso democrático de Estados Unidos.

El fiscal especial Jack Smith, en un informe que se ha hecho público unos días antes de que Trump regrese a la Casa Blanca el 20 de enero, centra de nuevo la atención en su frenético pero fallido esfuerzo por aferrarse al poder en 2020.

Con la acusación archivada gracias a la victoria electoral del republicano, se espera que el documento sea la última crónica del Departamento de Justicia sobre un oscuro capítulo en la historia estadounidense que amenazó con alterar la transferencia pacífica del poder, que durante siglos ha sido un pilar de la democracia, y complementa las acusaciones y los informes ya publicados.

El diario “El País”, en su edición del pasado 10 de enero expone como titular «El juez condena a Trump a ser el primer presidente delincuente, pero le deja sin pena».

El “socialdemócrata”  José Bono señalaba en televisión en el programa de la Sexta Noticias, que en la OTAN quien manda es EEUU. De modo que una organización militar internacional de naturaleza belicista caracterizada por el irrespeto a las normas básicas del derecho internacional y que constituye el soporte del imperialismo y de sus actuaciones militares y que colabora, además, en el genocidio del pueblo palestino (Irak, Yugoslavia, Afganistán, Macedonia de Norte, Libia, Ucrania, etc.) dispone de un mandamás de la OTAN que “El País” califica como el primer Presidente delincuente en la historia de EEUU. Tal para cual. Sin pena, pero sin gloria…

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