Un programa estratégico incapaz de orientar la práctica 1/4
- Un programa estratégico incapaz de orientar la práctica 1/4
- Un programa estratégico incapaz de orientar la práctica 2/4
- Un programa estratégico incapaz de orientar la práctica (3/4)
- Un programa estratégico incapaz de orientar la práctica (4/4)
Crítica del documento “Programa estratégico del PCE” aprobado por el Comité Central.
CONTENIDO
1.- Introducción
2.- Grandes objetivos generales sin diagnóstico: el fortalecimiento del partido.
3.- El reforzamiento del «bloque» y del partido: frases de espaldas a la realidad.
4.- Documento vago y desestructurado: la enunciación arbitraria de las contradicciones del capitalismo P.3
5.- Contradicciones que «no siempre están relacionadas». La sustitución del análisis marxista-leninista integral de la realidad por… P.7
6.- Las etapas y los plazos. P.10
7.- Cancelación del debate sobre el fin de la crisis del régimen del 78. P.11
8.- La caracterización de «bloque dominante» es del todo ambigua. P.12
9.- Política de alianzas y acumulación de fuerzas: más vaguedades. P.13
10.- Constantes brindis al sol. P.14
11.- Las propuestas sobre la mejora del partido
12.- El partido como «herramienta útil» o como herramienta de la revolución.P.17
13.- Conclusión
1.- Introducción
“Un programa es la explicación breve, clara y precisa de todas las cosas a las que un partido aspira y por las cuales lucha. El Partido Socialdemócrata es el único que presenta un programa claro y preciso para que todo el pueblo lo conozca y lo vea, y para que el Partido agrupe sólo a quienes deseen de veras luchar por emancipar a todo el pueblo trabajador del yugo de la burguesía, y que, además, entiendan adecuadamente a quiénes hay que aliarse para esta lucha y cómo es necesario librarla.” [1]“A los pobres del campo” (incluye una explicación del “Programa del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, propuesto por el periódico Iskra conjuntamente con la revista Zariá”), Lenin, … Seguir leyendo
El “Programa Estratégico” del PCE que se ha sometido a debate interno durante los últimos meses tiene profundos problemas. A continuación se exponen los principales. También se indica cómo enfocar el documento para que sirva realmente de marco a un debate enriquecedor y de guía para la acción.
Debido a los problemas identificados, al final de la conclusión se incluye una propuesta formativa centrada en los programas comunistas que ha confeccionado el marxismo-leninismo, así como en la elaboración de la estrategia y la táctica, y la organización del partido.
2.- Grandes objetivos generales sin diagnóstico: el fortalecimiento del partido
“El movimiento obrero, fundiéndose con el socialismo y la lucha política, debe constituir un partido” Lenin, 1899 [2]“El proyecto de programa de nuestro partido”, Lenin, Obras Completas de la Editorial Progreso, tomo 4, (p. 228).
“En la época del capitalismo, cuando las masas obreras son sometidas a una incesante explotación y no pueden desarrollar sus capacidades humanas, lo más característico para los partidos políticos obreros es justamente que sólo pueden abarcar a una minoría de su clase. El partido político puede agrupar tan sólo a una minoría de la clase, puesto que los obreros verdaderamente conscientes en toda sociedad capitalista no constituyen sino una minoría de todos los obreros. […] Si esta minoría es realmente consciente, si sabe llevar tras de sí a las masas, si es capaz de dar respuesta a cada una de las cuestiones planteada en el orden del día, entonces esa minoría es, en esencia, el partido. Lenin, 1920 [3]«Discurso sobre el papel del Partido Comunista«, Lenin, 1920.
La propuesta de Programa Estratégico (PE) señala el propósito de reforzar al PCE (página 11, líneas 34-35). Como sabemos, hace décadas que el PCE no logra éxitos en este sentido. En lugar de ello, comprobamos su descomposición constante, pareja a la creación de cada vez más pequeñas organizaciones comunistas a la izquierda del PCE y la existencia de valiosos comunistas sin partido que han sido dejados en la cuneta.
¿Cómo elude la propuesta de PE el tratamiento de este problema? Obviando el análisis y huyendo hacia delante con una afirmación genérica. Proclama que el «papel de los Partidos Comunistas en el momento actual ha de ser unir a la clase obrera en la lucha económica y política, focalizando esta tarea en el nivel local y desarrollando acciones de masas alrededor de un programa mínimo que oriente la lucha de la clase obrera hacia una mayor organización y una mayor conciencia de sí misma y de la necesidad del socialismo» (página 11, líneas 42-47).
Este propósito no sería necesariamente problemático si otras partes del texto lo completaran, pero en la propuesta de PE la aspiración al socialismo queda como una cuestión relegada a un futuro incierto.
En primer lugar, la alusión a simplemente unir a la clase obrera deja de lado la necesidad de ganar a sectores crecientes de la clase a la lucha comunista. Este olvido es peligroso por dos motivos. Por un lado, porque la debilidad actual del partido hace que sea papel mojado el proclamar como objetivo la unión de la clase, y más aún el orientarla hacia la necesidad del socialismo. Por otro, porque en una organización en la que se ha propagado la idea de “partido pegamento”, encargado de “unir a la izquierda”, esa unión, a la cual la necesidad de socialismo se le presentará después, está abocada al reformismo. Esta noción de “partido pegamento” es ajena a la historia del marxismo-leninismo y no encuentra sustento en la táctica de los frentes populares.
Según el marxismo-leninismo, el partido comunista es el destacamento de vanguardia, consciente, marxista, organizado de la clase obrera. De todas las formas de organización obrera, es la más alta, y se vincula a todas las otras organizaciones y las dirige mediante la persuasión, y se vincula también a todas las masas explotadas. Solo ganando a los sectores más activos de la clase obrera al proyecto comunista, es posible unir y dirigir a la clase obrera y a todas las capas sociales del pueblo hacia el socialismo. [4]“La vanguardia proletaria está conquistada ideológicamente. Esto es lo principal. Sin ello es imposible dar ni siquiera el primer paso hacia el triunfo.” Lenin, “La enfermedad infantil del … Seguir leyendo
Si echamos la vista atrás, vemos que nuestro partido lleva años sin cumplir esta tarea. Debido a ello, hay clase obrera consciente y activa, incluso de filiación comunista, fuera del partido.
La conquista ideológica para el proyecto comunista de los sectores más activos de la clase obrera no está presente entre los propósitos del partido. Como manifestación de ello, no se trabaja la teoría marxista-leninista del partido al interior del PCE (que tendría como fin asimilar las experiencias exitosas pasadas para orientarse en la actualidad de manera ascendente). Tampoco se forman los cuadros que van a lograr los vínculos con el resto de organizaciones obreras y con las masas no organizadas, y que deben trasladar la conciencia comunista. Además, se han tomado decisiones de peso, no para elevar la conciencia y la organización obreras revolucionarias sino, en principio, para lograr mejoras en el marco de un gobierno imperialista (este gobierno es parte y defensor del imperialismo; los gobiernos imperialistas que dan algunas migajas a la clase obrera los ha calificado el marxismo-leninismo como “socialimperialistas”). El resultado de estos errores está suponiendo un debilitamiento sin freno de nuestro partido.
En segundo lugar, la tarea de atraer al partido a sectores crecientes de la clase está ligada a la defensa y difusión de un programa máximo. Pero la propuesta de PE relega tal programa en la táctica. Todo lo que tiene que ver con el socialismo queda siempre para el final. Recordemos que en la historia del partido bolchevique el programa mínimo y máximo eran partes de un mismo programa. Relegar los máximos aboca a no introducir nunca la conciencia comunista en el movimiento obrero. Tal introducción es tarea del partido comunista. En este sentido, es sintomático que la propuesta de PE carezca de una explicación de la “sociedad socialista”. El documento no muestra interés en persuadir sobre ella. ¿Cómo se puede mostrar a la clase obrera la necesidad histórica y la esencia de algo indefinido? ¿Cómo un objetivo incierto puede atraer a la lucha?
En tercer lugar, la idea de “focalizar” la unión de la clase a “nivel local” carece de todo sentido en la época actual del capitalismo, la fase imperialista altísimamente desarrollada. [5] “Antes, el análisis de las premisas de la revolución proletaria solía abordarse desde el punto de vista del estado económico de tal o cual país. Ahora, este modo de abordar el problema … Seguir leyendo
Antes solía hablarse de la existencia o de la ausencia de condiciones objetivas para la revolución proletaria en los distintos países o, más exactamente, en tal o cual país desarrollado. Ahora, este punto de vista ya no basta. Ahora hay que hablar de la existencia de condiciones objetivas para la revolución en todo el sistema de la economía imperialista mundial, considerado como una sola entidad; y la presencia, dentro de este sistema, de algunos países con un desarrollo industrial insuficiente no puede representar un obstáculo insuperable para la revolución, si el sistema en su conjunto o, mejor dicho, puesto que el sistema en su conjunto está ya maduro para la revolución.
Antes solía hablarse de la revolución proletaria en tal o cual país desarrollado como de una magnitud autónoma, que se contraponía, como a su antípoda, al respectivo frente nacional del capital. Ahora, este punto de vista ya no basta. Ahora hay que hablar de la revolución proletaria mundial, pues los distintos frentes nacionales del capital se han convertido en otros tantos eslabones de una misma cadena, que se llama frente mundial del imperialismo y a la cual hay que contraponer el frente general del movimiento revolucionario de todos los países.
Antes se concebía la revolución proletaria como resultado exclusivo del desarrollo interior del país en cuestión. Ahora, este punto de vista ya no basta. Ahora, la revolución proletaria debe concebirse, ante todo, como resultado del desarrollo de las contradicciones dentro del sistema mundial del imperialismo, como resultado de la ruptura de la cadena del frente mundial imperialista en tal o cual país.” [6]Stalin, “Fundamentos del leninismo”.
Todos los hechos económicos que se producen en España están ligados a la economía mundial y las disputas económicas y militares mundiales el imperialismo ha conducido a tal grado de interconexión de la economía que los factores de ningún país pueden analizarse al margen de esta interrelación. Solo puede cultivarse una conciencia comunista sobre el esclarecimiento de estas relaciones. Por tanto, la necesidad es la inversa a la indicada en la propuesta de PE: es indudablemente necesario partir del hecho local o particular, de las reivindicaciones que surgen, pero es también absolutamente necesario mostrar su conexión con el imperialismo y la necesidad de derrocar a la burguesía. La unión es necesaria, en primer lugar, a escala de todo el Estado. En segundo lugar, debe mostrarse la vinculación con el movimiento obrero internacional, incluidos los países socialistas, y con el movimiento de independencia nacional de los países oprimidos. Y esta vinculación también debe ejercerse.
Está claro que el PCE no está en condiciones de emprender la tarea señalada en la página 11, líneas 42-47. Está claro que cada año que pasa está en peores condiciones para ello. Desde el último congreso, excepto en algunos territorios (precisamente en varios donde no se está de acuerdo con decisiones cruciales tomadas en el Comité Central por una muy limitada mayoría), ha aumentado más la desorganización del partido desde su base y la falta de actividad y combatividad. Y este proceso tiene una historia más larga. A pesar de ello, la propuesta de PE no diagnostica este problema de creciente debilidad comunista aún en curso en nuestro país. No busca sus razones. No extrae aprendizajes de la práctica pasada y presente. El documento reconoce que “son varias las inercias que debemos superar” (página 20, línea 43), pero no se explica de dónde han surgido estas inercias, bajo qué desviaciones; ni qué elementos pueden frenarlas y reconducir la práctica en curso. El documento dice (página 11, líneas 25-27) que: «el estado de derrota continuada, y la ausencia de una orientación estratégica firme sigue, en muchos casos, lastrando la capacidad del PCE y de otras organizaciones hermanas de iniciar procesos de transformación social». Pero no se indican las responsabilidades de nuestro partido en “el estado de derrota continuada” (pareciera un hecho natural), ni en la “ausencia de una orientación estratégica firme”. ¿En qué momento un partido comunista pierde su orientación estratégica firme? ¿Bajo qué condiciones? ¿Hacia qué dirección? ¿Con qué consecuencias?
Por tanto, desde la propuesta de PE a debate, es imposible entender la relación que hay entre esta creciente debilidad del movimiento comunista en España y cuestiones como: 1) las décadas ocultando las siglas, 2) el hecho de formar parte de un Gobierno imperialista, 3) haber abandonado, hace años, y no haber retomado, la formación marxista-leninista y su difusión, 4) la falta de esfuerzos por afianzar el trabajo de base y la formación de cuadros, 5) la tendencia a convertir al PCE en un partido de afiliados, 6) la existencia de multitud de organizaciones comunistas en el país y de comunistas valiosos sin partido, etc.
En la página 12 se afirma que se va a prestar especial atención al trabajo en los sindicatos, pero el hecho es que ese trabajo es cada vez más débil y desestructurado, y que en todo el documento no se concreta nada al respecto.
Es evidente que de nada sirve proclamar grandes objetivos si no se diagnostica la razón que nos ha conducido a la actual debilidad, si no se identifican los errores que aún profundizan en ella y si no se pone fin a las prácticas que nos han traído hasta aquí. Los grandes objetivos declarados en la propuesta de PE no son más que ideas desligadas de la verdadera actividad. No van a orientar la actividad, por más que haya acuerdo en los grandes objetivos.
La teoría revolucionaria no consiste en poner frases y pretender que estas se transfieran a la práctica. Consiste en analizar la realidad, incluida la práctica revolucionaria precedente, diagnosticar los errores y aciertos de esa práctica, y encontrar la línea de actuación que puede emprender un camino de creciente fuerza comunista en la sociedad.
3.- El reforzamiento del “bloque” y del partido: frases de espaldas a la realidad
“Todos estos elementos del programa son, a nuestro juicio, absolutamente necesarios en el programa del Partido Obrero Socialdemócrata, pues todos ellos exponen tesis que, desde entonces, han sido confirmadas una y otra vez tanto por el desenvolvimiento de la teoría socialista como por el desarrollo del movimiento obrero en todos los países, y, en particular, por el desarrollo del pensamiento social y del movimiento obrero en Rusia.”. Lenin, 1899 . [7]“El proyecto de programa de nuestro partido”, Lenin, Obras Completas de la Editorial Progreso, tomo 4, (p. 231).
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Un ejemplo de los errores de vaguedad y falta de diagnóstico en la propuesta de PE es el “proceso dialéctico” que se menciona. Dice: “en la articulación del bloque nos reforzamos a su vez como Partido” (página 17, líneas 16-17).
El texto trata de defender que la tarea de reforzamiento del partido no se contrapone al establecimiento de alianzas. Esta frase, en abstracto, es correcta. Si analizamos la historia, vemos que, bajo una orientación revolucionaria, los partidos comunistas de los años 30 del siglo pasado se reforzaron a través de la táctica de los frentes populares [8]Para conocer las 7 ideas principales del famoso texto de Dimitrov sobre los frentes populares: “¿Es Sumar un “frente popular”. Pero si continuamos analizando la historia, también constatamos que el PCE lleva décadas debilitándose en el marco de “bloques” como Izquierda Unida, Unidas Podemos o Sumar. De modo que en unos momentos de la historia la afirmación general es cierta, y en otros, y precisamente en los más cercanos, es falsa. Ante semejante contradicción, es necesario concluir que la frase general es insuficiente para servirnos de guía. Hay que ahondar en cómo se organiza ese “bloque” y en cómo exactamente trabaja el partido en él y consigo mismo, para hacer que la frase general sea verdad. Proclamar ahora la misma frase general es asegurar que todo siga como hasta ahora, es decir, a peor.
Más adelante el documento repite una idea similar: «Estos acuerdos de carácter táctico no pueden situarse en contradicción con mantener el objetivo de la acumulación de fuerzas en favor de una Ruptura Democrática” (página 17, líneas 19- 21). Independientemente de lo que con la voluntad quiera “situarse” o no en contradicción, la historia reciente prueba que el PCE ha realizado acuerdos que han entrado en contradicción con una “acumulación de fuerzas en favor de una Ruptura Democrática». En concreto, esa “Ruptura Democrática” era una reivindicación popular hace aproximadamente una década y, tras varios “acuerdos de carácter táctico”, lo ha ido siendo cada vez menos, hasta desaparecer.
Es evidente que la propuesta de PE está de espaldas a la realidad; que está anclada en un dogmatismo carente de respaldo en la práctica. No es casual que durante el debate de este documento se haya recordado la elaboración de varios otros similares con anterioridad, los cuales no tuvieron el resultado pretendido. Efectivamente, este tipo de “teoría” no puede traer ningún tipo de mejoramiento al partido.
Es obligatorio, por tanto, analizar cómo en el pasado se tuvo éxito en el reforzamiento del partido en conjunto con la “articulación del bloque”, y cómo, aparentemente bajo la misma orientación, se han cometido serios fracasos las últimas décadas. Pero el partido no ha dado muestras de emprender esta reflexión. Durante los últimos años se han hecho alusiones a los frentes populares para justificar los actuales “acuerdos de carácter táctico”, pero no se ha realizado un estudio serio, marxista-leninista, de aquella experiencia revolucionaria y exitosa.
Es necesario recuperar el marxismo-leninismo, cuyo estudio y difusión se demuestra haber abandonado. Si estudiamos seriamente el famoso texto de Dimitrov, veremos que en él ya se criticaron formas desviadas de entender la táctica de los frentes populares y del frente único proletario. Actualmente podemos destacar las siguientes:
“La primera serie de errores obedeció precisamente a que el problema del gobierno obrero no se enlazó clara y firmemente a la presencia de una crisis política. Gracias a esto, los oportunistas de derecha pudieron interpretar la cosa en el sentido de que había que aspirar a la formación de un gobierno obrero, apoyado por el Partido Comunista, en cualquier situación, por decirlo así, ‘normal’ [9] El frente único de la clase obrera contra el fascismo
“La segunda serie de errores obedeció al hecho de que el problema del gobierno obrero no se enlazó con el desarrollo del movimiento combativo de masas del frente único proletario. Esto dio a los oportunistas de derecha la posibilidad de tergiversar el problema y reducirlo a la táctica sin principios de la formación de un bloque con los partidos social demócratas, a base de combinaciones puramente parlamentarias”. [10]El frente único de la clase obrera contra el fascismo
“La tercera serie de conceptos erróneos, que se manifestaron en los anteriores debates, se referían precisamente a la política práctica del ‘gobierno obrero’. Los oportunistas de derecha opinaban que el ‘gobierno obrero’ debía mantenerse dentro del ‘marco de la democracia burguesa’ y, por consiguiente, no debía dar ningún paso que se saliese de este marco” [11]El frente único de la clase obrera contra el fascismo
“En 1923, pudo verse, en Sajonia y Turingia, un cuadro elocuente de la práctica oportunista derechista de un ‘gobierno obrero’. La entrada de los comunistas en el gobierno de Sajonia, con los socialdemócratas de izquierda (grupo Zeigner), no era de por sí un error. Por el contrario, este paso estaba completamente justificado por la situación revolucionaria de Alemania. Pero los comunistas, al participar en el gobierno, tenían que haberse aprovechado de sus posiciones, ante todo para armar al proletariado, y no lo hicieron. Ni siquiera confiscaron una sola de las casas de los ricos, a pesar de que la escasez de viviendas obreras era tan grande, que muchos obreros, con mujer e hijos, no tenían donde cobijarse. Tampoco emprendieron nada para organizar el movimiento revolucionario de masas de los obreros. Procedieron en todo momento como los habituales ministros parlamentarios dentro del ‘marco de la democracia burguesa’. Como es sabido, este fue el resultado de la política oportunista de Brandler y de sus secuaces. El resultado de todo esto fue una tal bancarrota que, incluso hoy, nos vemos obligados a referirnos al gobierno de Sajonia, como ejemplo clásico de cómo no deben actuar los revolucionarios en el gobierno.» [12] El frente único de la clase obrera contra el fascismo.
“Luchando del modo más resuelto por extirpar y superar los últimos resabios del sectarismo engreído, tenemos que fortalecer por todos los medios nuestra atención vigilante y nuestra lucha contra el oportunismo de derecha y contra todas sus manifestaciones concretas, teniendo en cuenta que el peligro de este oportunismo crecerá, a medida que se vaya desplegando un amplio frente único. Ya existen tendencias a rebajar el papel del Partido Comunista en las filas del frente único y a reconciliarse con la ideología socialdemócrata. No se debe perder de vista que la táctica del frente único es un método para persuadir palpablemente a los obreros socialdemócratas de la justeza de la política comunista y de la falsedad de la política reformista, y no una reconciliación con la ideología y la práctica socialdemócratas. La lucha eficaz por establecer el frente único exige de nosotros ineludiblemente una lucha constante, dentro de nuestras propias filas, contra la tendencia a rebajar el papel del Partido, contra las ilusiones legalistas, contra la orientación hacia la espontaneidad y el automatismo, así en lo que respecta a la liquidación del fascismo, como en lo que se refiere a la consecución del frente único, contra las más mínimas vacilaciones, llegado el momento de la actuación decisiva». [13]El fortalecimiento de los Partidos Comunistas y la lucha por la unidad política del proletariado
Las últimas décadas, ¿hemos cometido errores ya analizados exhaustivamente hace 100 años por el marxismo-leninismo o hemos procedido correctamente? En la propuesta de PE no hay ninguna autocrítica clara y precisa al respecto, y eso que la situación actual del partido es el resultado de décadas de debilitamiento no exento de errores.
Un último ejemplo del mismo problema. Se trata de esta afirmación: “el PCE se fortalece en la medida que sea capaz de relacionar su capacidad de intervención en los conflictos con una visibilización que le permita rentabilizar esa intervención” (Página 17, líneas 27-30). Esta jerga contraria al marxismo (visibilización, rentabilizar) trasluce la ausencia de concepción marxista-leninista del partido.
En realidad, el partido se fortalece, primero, en la medida en que trabaja guiado por una línea política correcta. Esta línea solo se puede identificar desde el análisis marxista-leninista de la situación actual. Si el partido no identifica la línea acertada, por fuerte que sea, está condenado a acumular o incubar derrotas. En segundo lugar, se fortalece en la medida en que gana, para el proyecto comunista, a los sectores más conscientes y activos de la clase obrera, que son los que luchan por llevar a la práctica esa línea adecuada. El partido solo puede lograr esto transmitiendo su análisis correcto de toda la sociedad burguesa y de las relaciones internacionales, haciendo propaganda del marxismo-leninismo (ciencia que despierta el interés de los sectores más conscientes) y trasladando las consignas adecuadas en las luchas obreras en las que debe participar. En tercer lugar, se fortalece en la medida en que el partido dirige, mediante la persuasión, a todas las otras organizaciones de la clase obrera. Eso es solo posible con un partido de cuadros que realizan trabajo sistemático en los sindicatos, cooperativas, centros de trabajo, etc., donde se referencian como los luchadores más consecuentes y confiables por los objetivos de la clase. En cuarto lugar, se fortalece en la medida en que teje hilos con todas las masas explotadas.
La tarea científica para aspirar al fortalecimiento del partido consiste en analizar la situación actual en cada uno de estos aspectos, para así poder establecer la vía de reforzamiento con un sistema de prioridades. En cambio, afirmar que “el PCE se fortalece en la medida que sea capaz de relacionar su capacidad de intervención en los conflictos con una visibilización que le permita rentabilizar esa intervención” evidencia que tan solo se concibe la situación de debilidad actual como fruto de una falta de “visibilidad”, la cual estaría impidiendo a la actual intervención derivar en un reforzamiento del partido. Bajo esta perspectiva, en realidad se eluden casi todos los problemas (salvando el de la “visibilidad”) que necesita resolver el partido.
Notas
⇧1 | “A los pobres del campo” (incluye una explicación del “Programa del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, propuesto por el periódico Iskra conjuntamente con la revista Zariá”), Lenin, Obras Completas de la Editorial Progreso, tomo 7, (pp. 175-176). |
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⇧2 | “El proyecto de programa de nuestro partido”, Lenin, Obras Completas de la Editorial Progreso, tomo 4, (p. 228). |
⇧3 | «Discurso sobre el papel del Partido Comunista«, Lenin, 1920. |
⇧4 | “La vanguardia proletaria está conquistada ideológicamente. Esto es lo principal. Sin ello es imposible dar ni siquiera el primer paso hacia el triunfo.” Lenin, “La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo”. |
⇧5 | “Antes, el análisis de las premisas de la revolución proletaria solía abordarse desde el punto de vista del estado económico de tal o cual país. Ahora, este modo de abordar el problema ya no basta. Ahora hay que abordarlo desde el punto de vista del estado económico de todos o de la mayoría de los países, desde el punto de vista del estado de la economía mundial, porque los distintos países y las distintas economías nacionales han dejado ya de ser unidades autónomas y se han convertido en eslabones de una misma cadena, que se llama economía mundial; porque el viejo capitalismo «civilizado» se ha transformado en imperialismo, y el imperialismo es un sistema mundial de esclavización financiera y de opresión colonial de la inmensa mayoría de la población del Globo por un puñado de países «adelantados». |
⇧6 | Stalin, “Fundamentos del leninismo”. |
⇧7 | “El proyecto de programa de nuestro partido”, Lenin, Obras Completas de la Editorial Progreso, tomo 4, (p. 231). |
⇧8 | Para conocer las 7 ideas principales del famoso texto de Dimitrov sobre los frentes populares: “¿Es Sumar un “frente popular” |
⇧9 | El frente único de la clase obrera contra el fascismo |
⇧10 | El frente único de la clase obrera contra el fascismo |
⇧11 | El frente único de la clase obrera contra el fascismo |
⇧12 | El frente único de la clase obrera contra el fascismo |
⇧13 | El fortalecimiento de los Partidos Comunistas y la lucha por la unidad política del proletariado |