La actividad imperialista en América Latina

Esta entrada es la parte 6 de 8 en la serie Ucrania, Rusia y la OTAN

En octubre de 1962 el gobierno de EEUU amenazó a Cuba con  reducirla a cenizas mediante un ataque nuclear devastador y con  el desencadenamiento de una guerra nuclear total contra Rusia.

La invasión de Guatemala, el golpe en Guayana Británica, la intervención en República Dominicana y la República de Haití.

En este tercer artículo expondremos, muy resumidamente -pues son legión- una síntesis de las actuaciones libertadoras promovidas por USA en América Latina, relato del que sin duda muchas intervenciones se escaparán.

Que el objetivo del Plan Marshall era evitar que la situación de pobreza existente en Europa tras la segunda guerra mundial pudiera desencadenar revoluciones sociales es bien sabido, y lo refuerza aún más el planteamiento que los EEUU siguieron respecto de América Latina, donde en aquellos momentos no veían el menor “peligro” comunista por cuyo motivo no promovieron ninguna política de impulso económico a aquella región. 

La mezcla de racismo y sentimiento de superioridad que experimentaban los dirigentes norteamericanos, además del afán de rapiña, era la base de su política respecto de estos países. Baste recordar que procedieron a infectar entre 1946 a 1948 a muchos guatemaltecos de sífilis, para experimentar sobre la evolución de la enfermedad y evaluar la capacidad de la prevención de la penicilina. Héctor Bardales, casi nonagenario, todavía lo exponía a la BBC Mundo recordando como lo habían inoculado. El Presidente Barack Obama se disculpó con los guatemaltecos en 2010, creando una comisión que concluyó que tales prácticas «entrañaron inconcebibles violaciones de los derechos humanos».

El caso de Cuba es conocido e ilustrativo. Solo podemos recordar que bajo el dictador Fulgencio Batista, protegido de los EEUU, era la mafia americana la que controlaba el país, llegando al extremo de organizar un viaje a Cuba del propio Nixon, en 1955, donde se deshizo en elogios del déspota, intervención imperialista que ha constituido el hito  más prolongado en el tiempo.

Pero previamente ya habían invadido Guatemala en el año 1954, para evitar las reformas progresistas económicas -nada socialistas, por cierto- de los presidentes Juan Arévalo Bermejo y sobre todo Juan Jacobo Árbenz Guzmán, cuya ley de reforma agraria no fue aceptada por USA, que en defensa de los desalmados intereses de la United Fruit Company -propietaria del 70% de la tierra cultivable del país-  procedieron mediante mercenarios a ocuparla, provocando la renuncia de aquel presidente electo y la entrega de nuevo de Guatemala a los intereses de la empresa antes citada.

En la Guayana Británica obviaron los resultados electorales e impidieron el acceso al poder del Partido Progresista del Pueblo fundado el 1 de enero de 1950 por Cheddi Jagan y Forbes Bumham. En la República Dominicana mediante el envío de 23 mil soldados abrieron el camino al poder a Joaquín Balaguer, que se dedicó a contratar asesinos a sueldo, para eliminar a los izquierdistas. Apoyaron los gobiernos sanguinarios de François Duvalier en la República de Haití, que se sucedieron durante muchos años. Patrocinaron el golpe que provocó la caída del exsacerdote partidario de la teología de la liberación y presidente de Haití, Jean Betrand Arístide, apoyando el golpe militar del dictador Raoul Cédras, que lo derrocó en septiembre del 91, siete meses después de acceder al poder en las primeras elecciones democráticas que se celebraron en aquel país. Cédras estableció una feroz dictadura militar.

Años después Arístide accedió de nuevo democráticamente al poder, sufriendo un nuevo golpe de estado el 29 de febrero de 2004, teniendo que exiliarse [1]Josep Fontana, Por el Bien del Imperio, págs. 507 y ss..

Las agresiones del imperialismo a Cuba.

Lo ocurrido en Cuba daría por sí solo para muchos artículos: el intento directo de invasión de la isla para derrocar el régimen socialista, llevado a cabo mediante mercenarios el 17 de abril de 1961; el embargo y bloqueo establecido desde 1958 que aún pesa sobre la Isla; los múltiples intentos por asesinar a Fidel Castro, el más conocido,  mediante la llamada operación Zrrifle, desclasificado por EEUU  por  en 2007.

Son notorias las continuas interferencias en la política, el comercio y la economía de este país. La guerra biológica efectuada contra sus cultivos, por ejemplo,  ha sido solo uno de los múltiples hitos de ese intento reiterado a lo largo de muchos años de derrocar el régimen socialista establecido en la isla.

Pero desde el punto de vista de la actual situación que se vive en Europa, no podemos dejar de mencionar la llamada crisis de los misiles.

Se desencadenó en octubre de 1962, cuando los USA detectaron la presencia de bases de la URSS con misiles nucleares instalados en Cuba. Entonces no valieron los argumentos que ahora se utilizan para justificar que cada vez más países que se incorporan progresivamente a la OTAN acaben rodeando de misiles atómicos a Rusia, ni que el gobierno de Ucrania quiera unirse a esta organización con el beneplácito de EEUU, para cerrar aún más dicho cerco, en virtud de su supuesto derecho a dañar la seguridad de otros tomando “las medidas que estime oportunas como país soberano”. Para los norteamericanos, en el caso de Cuba estas consideraciones no se tomaron en cuenta. La amenazaron con  reducirla a cenizas mediante un ataque nuclear devastador, acompañado por un bloqueo naval que se llevó a cabo a partir del 23 de octubre de aquel año, desplegando en el mar Caribe  barcos y aviones de guerra, y amagando con  el desencadenamiento de una guerra nuclear total contra Rusia, con lo que acabaron por conseguir que aquellos misiles se retiraran.

En fin, el mantenimiento del sanguinario dictador José Efraín Ríos Montt en Guatemala, protagonista con ayuda de aquella superpotencia de las terribles masacres perpetradas contra la población indígena, conocida como el “Plan Sofía“, acabó con la vida de miles de campesinos mayas en un acto reconocido de genocidio.

Apoyo a las dictaduras de El Salvador y del sanguinario Somoza en Nicaragua, por seguir  en Centroamérica…

Pero no podemos obviar dejar de relacionar el siniestro Plan Cóndor bajo el cual se llevaron a cabo una serie de actuaciones de terrorismo de estado implementado por los EEUU que se inició en noviembre de 1975 y que coordinaba los regímenes dictatoriales de  Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela. Una planificación promovida por el gobierno norteamericano que ofrecía a las diferentes dictaduras de estos países formación sobre sistemas de tortura y apoyo técnico para eliminar toda oposición y vestigio de fuerzas progresistas. Incluía el seguimiento, vigilancia, detención, interrogatorio, traslado entre países, desaparición o asesinato de personas consideradas como subversivas, instrumentando la ejecución de cientos de miles de personas.

La película “Los Tres Días del Cóndor”, de Sydney Pollack, alude a aquellos acontecimientos.

Chile, golpe militar contra Salvador Allende promovido por EEUU.

El 11 de septiembre de 1973 se produjo el golpe de estado que derrocó al Presidente electo Salvador Allende de Chile, dando paso a la sangrienta dictadura de Augusto Pinochet.

Dos siniestros personajes se saludan.

La política  de aquel era de marcado carácter progresista y contaba con un importante apoyo y movilización popular. El gobierno  de Nixon, con la impagable colaboración del criminal Kissinger, financió, organizó e impulsó dicho golpe de estado.

Desde la llegada de Nixon al gobierno de EEUU se impulsó el proyecto Fubelt, una operación secreta de la CIA, destinado desde época temprana por conducto de la dictadura brasileña para lanzar a los militares chilenos por el camino del golpe.

El presidente americano ordenó al director de la CIA, Richard Helmes, el 15 de septiembre de 1970, que había que destruir el gobierno chileno, “haciendo chillar la economía chilena”, pues su prioridad era «impedir la posibilidad de que Allende se consolide y que su imagen ante el mundo sea un éxito», según sus palabras ante el Consejo nacional de Seguridad pronunciadas en 6 de noviembre de 1970, dos días después de que Allende iniciara su gobierno.

Los norteamericanos estrangularon la economía de Chile. El Banco Mundial canceló sus préstamos a ese país. Se llegó a organizar incluso una huelga de camioneros que paralizó en buena medida el sistema de transporte. La gigantesca empresa International Telephone & Telegraph  (ITT) coordinó a las principales multinacionales americanas en su tarea de asfixiarlo económicamente 

El coordinador del golpe fue el vicealmirante Frederick J. Harlfinger II, bajo la cobertura de la operación Unitas. Muchos de los oficiales que lo protagonizaron estaban embarcados en los buques de la armada americana fondeados en Valparaíso. Concretamente, los cruceros USS Richmon K Turner, el destructor USS Vesole, la fragata USS Talbot y el submarino USS Trumpetfish, auxiliados por la fragata Jess L Brown. Todo ello consta cumplidamente acreditado en la propia Wikipedia, con amplias referencias documentales.

Una gran película con el título de Desaparecido (Missing) del director de cine Costa-Gavras, estrenada en España el 27 de septiembre del 82, ilustra con gran realismo el proceso.

Los golpes militares en Brasil y Argentina.

No podemos dejar estas páginas sin una sucinta referencia a los golpes de estado en Brasil y Argentina. El detallado estudio de Mario Rapport y Rubén Laufer, EEUU y los golpes militares en Brasil y Argentina en los años 60, constituye una interesante aportación de cómo esos campeones del mundo libre provocaron la caída del progresista  presidente brasileño Goulart y la del argentino Arturo Umberto Illia.

João Goulart, en su calidad de Presidente de Brasil, había impulsado una serie de reformas que permitirían una mejora en la distribución de la renta, medidas de corte socialdemócrata moderadas, tales como una reforma agraria, la nacionalización de algunas empresas extranjeras monopolísticas y el control de los envíos de divisas al exterior. 

A estas medidas se oponía la oligarquía brasileña, todo lo cual ocasionó la puesta en marcha por parte de USA de la llamada operación  Brother Sam, cuyo objetivo era llevar a cabo el golpe de estado contra aquella presidencia, como consecuencia del cual se destituyó a Goulart el 1 de abril de 1964, lo que trajo consigo la instauración de una dictadura militar que duró hasta 1985.

El golpe militar contra Illia en Argentina se llevó a cabo el 28 de junio de 1966, lo que conllevó una dictadura que se prolongó hasta 1973. Este presidente había anulado los abusivos contratos petroleros  hechos fundamentalmente con compañías norteamericanas. 

En la mañana del 28 de junio, varios generales expulsaron al Presidente de la Casa Rosada, sede de la Presidencia de Gobierno y asumieron una llamada “Junta Revolucionaria” hasta el día siguiente, en que se inició la dictadura de Juan Carlos Engaña, teniente general del ejército.

En fin, el diario El País en diciembre de 1996, narra cómo los mismos servicios americanos estuvieron presentes en el posterior golpe militar de los generales argentinos de 24 de marzo de 1976, perfectamente informados de todo lo que iba a ocurrir, que da inicio a una de las dictaduras más sangrienta habidas en Sudamérica en los años 70, con su cohorte de asesinados y desaparecidos y  cuyos principales autores habían estado vinculados con el Plan Cóndor.

Dicho régimen dictatorial duró hasta 1983. El talante de la dictadura del general Jorge Rafael Videla queda patente con esta expresiva frase pronunciada por uno de sus máximos responsables, el militar y abogado Ibérico Manuel Saint-Jean, en mayo de 1977: «Primero mataremos a todos los subversivos, luego mataremos a sus colaboradores, después a sus simpatizantes, enseguida a los que permanecieron indiferentes y finalmente, mataremos a los tímidos».

El carácter democrático de los protegidos de EEUU es más que evidente.

Notas

Notas
1 Josep Fontana, Por el Bien del Imperio, págs. 507 y ss.
Navegación de la serie<< Principales agresiones imperialistas en Asia y África por EEUULas guerras contemporáneas de los EEUU >>La situación a partir de los años 70. Reagan y sus sucesores >>
Comparte este artículo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *